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REGULACIÓN DE ELECCIÓN DE GOBERNADORES REGIONALES


El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, me referí a la iniciativa en la sesión en que comenzó a ser tratada. Como había muy pocos Senadores presentes, no sé si es preciso dar cuenta nuevamente de lo que pasó en la Comisión.
Estimo conveniente avanzar, porque las regiones están esperando el proyecto hace mucho tiempo.
El señor GIRARDI (Vicepresidente).- Puede hacerlo, Su Señoría.
El señor QUINTEROS.- Gracias.
El compromiso con la descentralización del país debe de ser una de las ideas que más se han repetido en la discusión pública durante los últimos veinte o veinticinco años.
Desde el retorno de la democracia se han materializado adelantos importantes en tal sentido, pero ha sido en el Gobierno actual donde se ha expresado con mayor nitidez la voluntad de operar cambios profundos para dar a las regiones una nueva dirección, con autonomía, recursos y capacidad de decisión real en sus autoridades.
La restitución de los comicios municipales; la creación de los gobiernos regionales, que permitieron aumentar la incidencia del gasto local; la Ley de Rentas Municipales, y la elección directa de los consejeros regionales son algunos de los hitos más relevantes en la paulatina y a veces demasiado lenta construcción de un Estado descentralizado.
Pero, más allá de todos los progresos institucionales, lo más relevante es el intenso cambio económico, social y cultural experimentado en estos años por las regiones.
Nuevas actividades y nuevos actores han dado lugar a una comunidad cada vez más diversa, compleja y poderosa, consciente del rol que debe cumplir en la construcción de su propio desarrollo y decidida a conquistar mayores espacios para la autonomía y participación.
Esas comunidades han estado esperando la elección que nos ocupa y requieren señales claras de parte del Congreso Nacional.
Ya no se podrá elegir en el presente año a los gobernadores regionales. La posibilidad de materializar los comicios respectivos en noviembre próximo había generado aprensiones por diversos motivos y, en los hechos, se convirtió en un obstáculo para el avance de la discusión, especialmente por la vinculación establecida entre la iniciativa en debate y la relativa a la transferencia de competencias, que actualmente es materia de análisis en una Comisión Mixta.
Al despejarse la inquietud, creo que existen las bases para establecer un acuerdo amplio que permita asegurar el total despacho del articulado, así como el relativo al fortalecimiento de la regionalización, dentro del actual período legislativo. La ciudadanía, en especial la de regiones, no entendería un nuevo retraso del proceso.
La fuerza y la autonomía de los gobernadores regionales elegidos popularmente constituirán una ventaja importante a la hora de ejercer el liderazgo político, avalado por el respaldo electoral del territorio. Ello, a su vez, hará posible llevar adelante un programa de trabajo en el que las materias propias de la Región jueguen un rol protagónico.
De hecho, al no ser un funcionario del Ejecutivo, el gobernador podrá impulsar ideas y defender posiciones en favor de la Región de una manera que hoy resulta impensable para los intendentes designados.
Hasta ahora hemos visto cómo estos últimos, en su calidad de funcionarios del Ejecutivo, no necesariamente hacen propias las causas, los problemas y las particularidades de sus regiones, ni privilegian siempre contenidos e ideas relacionados con el desarrollo de sus territorios y el bienestar de sus habitantes.
En más de un caso tampoco han logrado establecer una sintonía entre el Gobierno al que representan y la realidad regional. Muchos conflictos de nivel local no han sido previstos oportunamente debido a ello.
No es lo mismo determinar una política destinada a la agricultura en el norte que otra en el valle central o en la Patagonia. O delinear una estrategia para fortalecer la pesca artesanal en las regiones que solo poseen actividad en el mar abierto que hacerlo en relación con el sur, donde buena parte de la pesca y la acuicultura se realizan en aguas interiores.
Por eso, en la Región de Los Lagos he solicitado insistentemente la elaboración de estrategias propias para el desarrollo y la protección de algunas áreas específicas, como la agricultura, la pesca artesanal y la acuicultura. He planteado esa necesidad porque el territorio respectivo posee vastas extensiones de borde costero; exhibe una decidida vocación marítima, desarrollada mayoritariamente en aguas interiores, y cuenta con una importante cantidad de pequeños agricultores que comparten, en muchos casos, tareas de pesca y de producción agrícola de subsistencia. Se requieren, entonces, instrumentos específicos y focalizados que contribuyan a obtener el mejor de los provechos de ese conjunto de variables únicas.
Mas no es fácil para los actuales intendentes diseñar políticas y programas específicos dentro del marco nacional que los rige, aunque quieran hacerlo. La situación cambiará radicalmente con autoridades electas, que deberán comprometer un programa regional por el cual tendrán que responder después.
El que he expuesto es el espíritu de la reforma constitucional que aprobamos hace unos meses y que hoy estamos materializando a través del proyecto. En los hechos, con las normas en examen estamos construyendo otro piso de este edificio institucional.
Por eso, mi voto es a favor. Confío en que el Senado será capaz de demostrar que la descentralización es más que una bonita idea para engalanar nuestros discursos y que existe un compromiso real para dotar a las regiones de la autonomía que merecen, de los recursos que necesitan y del espacio de desarrollo que sus comunidades demandan.
He dicho.

El señor QUINTEROS.- Señor Presidente, solo intervengo para recordar que lo que estamos discutiendo hoy día es el proyecto de ley que regula la elección de gobernadores regionales y realiza adecuaciones a diversos cuerpos legales. ¡Nada más!
He escuchado preocupación por el nombramiento de los seremis, por las facultades que van a tener los gobernadores y los gobiernos regionales, etcétera, etcétera, pero la verdad de la milanesa es que todas las facultades se están viendo en una Comisión Mixta en la que todos quienes participamos deseamos que los gobiernos regionales tengan verdaderas atribuciones, tengan autonomía y tengan financiamiento adecuado.
Al colega que ha sostenido que las primeras elecciones de gobernadores deberían realizarse junto con la elección presidencial, le quiero decir que, desgraciadamente, por orden de un conocido suyo, la Cámara de Diputados se opuso a que ellas se llevaran a cabo el año 2017, por lo que debieron postergarse, atendido que esta ley entrará en vigencia cien días antes de las elecciones parlamentarias. Y, para que ello ocurra, primero deben entrar a regir como ley las normas del proyecto relativo al fortalecimiento de la regionalización del país, que fija el sistema de transferencia de competencias a los gobiernos regionales.
Por lo tanto, si bien es cierto que ahora estamos viendo la normativa que regula la elección de los gobernadores regionales, esta no se va a realizar hasta que tengamos la ley sobre traspaso de competencias.
Entonces, ¡por favor!, no adelantemos la discusión de esa materia, que ahora está llevando a cabo la respectiva Comisión Mixta.
Yo ya fundamenté mi voto a favor de este proyecto, porque realmente creo que las regiones necesitan autonomía, más facultades y contar con financiamiento.
También se ha dicho que los seremis serán designados por el gobierno en ejercicio -por el delegado presidencial-, previa consulta al ministro de turno. ¡Pero por supuesto! Hoy tenemos un Estado unitario y un país presidencialista. Los seremis van a ir desapareciendo a medida que los gobernadores y los gobiernos regionales vayan adquiriendo mayor potencialidad y mayores conocimientos, hasta que dejen de existir totalmente. Pero eso -repito- ocurrirá en forma paulatina, conforme los gobiernos regionales vayan adquiriendo mayores facultades.
Señor Presidente, creo que a veces nos ahogamos en un vaso de agua al tratar de dilatar esta iniciativa.
Chile no va a llegar nunca al desarrollo si primero no nos preocupamos de desarrollar las regiones.
Las regiones son todas diversas. Cada cual tiene potencialidades y debilidades. Dejemos que sean los regionalistas los que determinen hasta dónde quieren llegar con sus regiones.
Por mi parte, creo que, aun cuando el proyecto a lo mejor presenta algunas deficiencias, debemos iniciar desde ya, a partir de este año, la descentralización que el país necesita y darles facultades a las regiones.
Reitero mi voto favorable.