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INSTAURACIÓN DE DÍA NACIONAL DEL MEDIO AMBIENTE


La señora ALLENDE (Presidenta).- Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que instaura el Día Nacional del Medio Ambiente, con informe de la Comisión de Medio Ambiente y Bienes Nacionales.
--Los antecedentes sobre el proyecto (9.330-12) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite: sesión 44ª, en 3 de septiembre de 2014.
Informe de Comisión:
Medio Ambiente y Bienes Nacionales: sesión 49ª, en 24 de septiembre de 2014.
El señor ALLIENDE (Secretario General subrogante).- La Comisión trató la iniciativa en general y en particular, por tratarse de aquellas de artículo único, y la aprobó por la unanimidad de sus miembros presentes, Senadores señores Espina, Moreira y Patricio Walker, con una modificación consistente en reemplazar el 1º de octubre, fecha que propuso la Cámara de Diputados, por el día 2 del mismo mes.
El texto que se propone acoger se consigna en el informe.
La señora ALLENDE (Presidenta).- En discusión general el proyecto.
Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
En votación.
--(Durante la votación).
La señora ALLENDE (Presidenta).- Puede intervenir el Senador señor Chahuán.


El señor CHAHÚAN.- Señora Presidenta, Honorable Corporación, me parece muy importante la iniciativa que se somete a nuestra consideración, iniciada en moción de Diputados de diversas bancadas, a quienes les hago llegar mis sinceras felicitaciones.
La Organización de las Naciones Unidas, mediante resolución de 15 de diciembre de 1972, estableció que el 5 de junio de cada año se celebre el Día Mundial del Medio Ambiente, como una contribución a la conservación de este último y a su cuidado y sustentabilidad.
Nuestra Carta ha consagrado como uno de los derechos fundamentales, en su artículo 19, número 8º, el de vivir en un medio ambiente libre de contaminación, siendo obligación del Estado velar para que este no sea afectado y tutelar, asimismo, la preservación de la naturaleza.
Es de tal importancia la protección que la Constitución le otorga al medio ambiente, que la misma norma dispone que la ley puede determinar restricciones específicas al ejercicio de determinados derechos o libertades.
Y es de tal magnitud la consagración del derecho, que la misma Ley Fundamental contempla una disposición que consagra el recurso de protección cuando el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación es vulnerado por un acto u omisión ilegal imputable a una autoridad o persona determinadas.
Lo anteriormente expuesto significa que tanto el Estado, a través de sus autoridades, como los ciudadanos no pueden ejercer actos o incurrir en omisiones contrarios a derecho y que lesionen este derecho fundamental.
Se hace necesario educar a la niñez y la juventud en el respeto al medio ambiente, de modo que esta cultura sea parte de su vida.
En el mismo orden de ideas, debo destacar la declaración de Santuario de la Naturaleza del Humedal de Tunquén, efectuada por el Ministerio de Medio Ambiente el viernes último, lo que permitirá conservar su biodiversidad.
Pese a la celebración de tan importante hito ecológico, debemos lamentar, por otra parte, el desastre medioambiental provocado la semana pasada en la bahía de Ventanas a raíz del derrame de miles de litros de crudo desde una nave que estaba traspasando el hidrocarburo a la refinería de petróleos de propiedad estatal.
Como se ha difundido en distintos medios, ello ha afectado fundamentalmente a la pesca artesanal, lo que trae como consecuencia que cientos de familias hayan quedado sin su sustento diario.
Esperamos que esta verdadera tragedia sea superada a la mayor brevedad y que a nuestra población le sirva de educación práctica acerca de las consecuencias que conlleva la falta de protección.
Voto a favor de la moción, con el propósito de que podamos celebrar el 2 de octubre de cada año como Día Nacional de Protección del Medio Ambiente.
He dicho.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Honorable señor Navarro.


El señor NAVARRO.- Señora Presidenta, la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas es de 15 de diciembre de 1972. Llama la atención que el organismo internacional ya advirtiera, en esa agitada época, la necesidad de la preocupación por el medio ambiente.
En esa ocasión se declaró el 5 de junio de cada año como Día Mundial del Medio Ambiente. Ello se enmarca precisamente en un conjunto de acciones tendientes a preservar la vida del planeta, amenazada por el hombre. ¡Por nadie más!
Quiero recordar que la denominada "hora del planeta", que corresponde al último sábado del mes de marzo, se invita a todos los ciudadanos a demostrar que el cambio climático sí les importa; cambio que es irrefutable, cuyas causas están a la vista y que hoy la comunidad científica ya no discute. Existe en proceso un cambio climático y, nuevamente, la responsabilidad es del hombre y de las emisiones.
Por lo tanto, tenemos en nuestra agenda fechas muy importantes, pero no hay un Día Nacional del Medio Ambiente.
Cabe puntualizar que en el informe de la Comisión los autores del proyecto señalan que sería del todo coherente que el mismo día que se realiza la "Hora del Planeta" -el último sábado de marzo, repito- se celebrase el Día Nacional del Medio Ambiente.
Sin embargo, se opta por el 2 de octubre, ya que el 1º de dicho mes -y esto también es bueno señalarlo- se instauró el Día Nacional del Adulto Mayor, para todos aquellos que ya llegaron a esa etapa y para quienes están en camino de serlo -tema de especial interés para el Senado-, por medio de la ley Nº 20.775.
Igualmente, acabamos de aprobar tres proyectos de acuerdo a través de los cuales se solicita al Gobierno la creación del Ministerio del Adulto Mayor, el establecimiento en todo el país de Direcciones Regionales del Servicio Nacional del Adulto Mayor y un conjunto de medidas de financiamiento, atendidas las condiciones de salud en que los ancianos viven y la escasez de geriatras.
Está claro que en la próxima década los fallecimientos superarán a los nacimientos -estamos a punto de eso-, toda vez que tenemos una tasa de natalidad negativa y un Estado que no ha diseñado un quehacer diario, no solo en salud sino en la totalidad de las áreas, para adaptarse a la nueva realidad etaria de Chile.
Por lo tanto, este proyecto me parece una buena idea.
Solo me llama la atención el impedimento que se tuvo en vista para no hacer coincidir el Día Nacional del Medio Ambiente con la "Hora del Planeta" (reitero una vez más: el último sábado de marzo), ya que los propios autores del proyecto -se trata de una iniciativa parlamentaria, lo cual cabe resaltar-, las Diputadas Andrea Molina y Camila Vallejo y los Diputados señores Chávez, Coloma, León, Melo, Pérez Lahsen, Sandoval y Vallespín, así lo precisaron.
Entonces, no me queda claro cuál fue el motivo por el que no se deje esa fecha y, en cambio, se proponga el 1º de octubre que, por celebrarse el Día Nacional del Adulto Mayor, luego se cambia por el 2 de dicho mes.
Voy a votar a favor de este proyecto, iniciado en moción de varios Diputados, pues se trata de conmemorar un día importante, que va a connotar y conllevar muchas acciones de carácter educacional a lo largo del país, y que representa una nueva oportunidad para crear conciencia y, por cierto, debatir sobre los responsables y las medidas concretas que deben tomarse, desde el nivel municipal hasta el Ejecutivo.
El Parlamento también debiera diseñar para esa fecha iniciativas coherentes con aquello que se conmemora. Ningún Poder del Estado puede quedar ajeno.
Voto a favor del proyecto, que establece el 2 de octubre como el Día Nacional de Protección del Medio Ambiente.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!
La señora ALLENDE (Presidenta).- Ofrezco la palabra al Honorable señor Quinteros.


El señor QUINTEROS.- Señora Presidenta, en diciembre de 1972 las Naciones Unidas establecieron el Día Mundial del Medio Ambiente, teniendo en especial consideración y como objetivo de la declaratoria que ese día permitiera "impulsar la sensibilización y acción por el medio ambiente en todo el mundo".
Desde entonces, la conciencia ambiental ha crecido en todo el orbe, y lo propio ha ocurrido en nuestro país, movilizando en especial a las generaciones más jóvenes.
Hoy, la preservación del medio ambiente y los esfuerzos por reducir la contaminación son demandas sentidas de una comunidad activa y objetivos centrales de todo gobierno de escala nacional, regional o local.
Es cierto que la sensibilización actual se ha generado a partir de una larga serie de conflictos ambientales que han involucrado a distintas comunidades, tales como los originados por grandes proyectos mineros, industriales o energéticos.
En la Región de Los Lagos tenemos puntos de conflicto en el manejo del bosque nativo, en la contaminación de las ciudades por el uso de la leña, en los efectos de la acuicultura en nuestros lagos y mares, en el manejo de los recursos pesqueros, en el diseño de los proyectos de transmisión eléctrica, entre muchos otros.
Sobre todas estas materias, es importante que la ciudadanía se mantenga movilizada, vigilante, de manera que las iniciativas del sector privado respeten la normativa aplicable y las normas que deben dictar los entes públicos respondan a los estándares más exigentes.
La declaratoria del Día Nacional de Protección del Medio Ambiente cada 2 de octubre será una gran oportunidad para generar la reflexión y la sensibilización de la gente en estos aspectos y para mantener vigente estas banderas.
Pero la conmemoración de este día también debiera permitir difundir las políticas y los proyectos ambientales que el país necesita. No puede ser que la agenda esté copada siempre por atender las emergencias de los conflictos que surgen. Hay que adelantarse a los conflictos. Y eso solo puede lograrse a partir de un nuevo modelo de desarrollo de la sociedad que asegure su sustentabilidad.
Se requiere difundir los cambios normativos que regulan las diferentes actividades; los cambios operacionales en los procesos productivos que harán compatibles la industria y la protección del entorno, y también, muy especialmente, los cambios culturales que se deben impulsar, porque nuestro actual sistema de vida, basado en el consumo y en las costumbres de cada uno de nosotros, sobre todo en cuanto al transporte, deben dar paso a otras prácticas, más amables con nuestro medio ambiente.
El estado de nuestro desarrollo, los actuales niveles de contaminación, la fragilidad del ecosistema nos exigen medidas cada vez más radicales e innovadoras.
La alta concentración de la actividad económica y de todo orden en la Región Metropolitana a la que nos ha llevado el actual modelo político y económico no da para más. El sector privado no puede seguir planificando el crecimiento urbano mientras el Estado planifica sus mitigaciones.
Todos queremos el crecimiento económico, pero este debe ser el resultado de un proyecto común, compartido. Nuestro medio ambiente no tolera más centralización.
En el 2014, el motivo central del Día Mundial del Medio Ambiente giró en torno a los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, teniendo como eslogan "Alza tu voz, no el nivel del mar" y haciendo especial hincapié "en la urgente necesidad de proteger a las islas de los crecientes riesgos y desafíos a los que hacen frente como consecuencia del cambio climático".
¡Qué cerca le toca a la región que represento el tema elegido!
Las cientos de islas que la conforman no solo son un accidente geográfico, sino que también constituyen una forma de vida que ha moldeado el carácter de buena parte de su población, la que, con una cultura particular, ha contribuido al desarrollo y la riqueza del país. El cambio climático amenaza no solo al borde costero, sino además a las culturas que giran en torno a él.
El Día Nacional del Medio Ambiente permitirá poner otros temas en el tapete.
La protección del medio ambiente es un valor especialmente relevante para la comunidad de la Región de Los Lagos. Se puede decir que la protección del medio ambiente forma parte de la identidad de nuestra región.
La Región de Los Lagos no será la misma si no preservamos el bosque nativo; si no conservamos nuestros cuerpos de agua libres de la contaminación; si no mantenemos nuestra biodiversidad y nuestro patrimonio natural y paisajístico.
Por ello, estoy seguro de que la declaratoria del Día Nacional del Medio Ambiente tendrá especial eco en la Región de Los Lagos como vehículo de sensibilización y concientización de la importancia que este tiene en nuestras vidas y de las medidas concretas que adoptemos.
También como Senado y como Congreso Nacional debemos ser más precisos en nuestra contribución a la protección del medio ambiente. La tramitación oportuna de leyes será un aporte en este sentido. Actualmente, se encuentran en trámite el proyecto de ley que establece el derecho real de conservación, el que crea el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas y Sistema Nacional de Áreas Protegidas, como así también el presentado por la Senadora Isabel Allende, referido a la incorporación, en el Código Penal, de un párrafo que tipifica y sanciona los delitos contra el medio ambiente.
En consecuencia, voto favorablemente este proyecto, que instaura el 2 de octubre como Día Nacional de Protección del Medio Ambiente, como una manera de realzar las iniciativas concretas de conservación y protección, gubernamentales y no gubernamentales, que se despliegan a lo largo de todo el país y que nos permitirán construir la sociedad sustentable a la que aspiramos.
He dicho.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi.


El señor GIRARDI.- Señora Presidenta, voy a votar a favor esta iniciativa, aunque creo que ya no es tiempo de medidas simbólicas, sino de medidas concretas.
Lamentablemente, la humanidad transita con este tipo de medidas, generando días del medio ambiente que al final no hacen más que enmascarar la falta de conciencia, de visión, de políticas y de instrumentos para enfrentar de verdad las dificultades existentes en este ámbito.
Para mí, la expresión "medio ambiente" ya es una trampa, porque pone el problema fuera de nosotros. Yo prefiero hablar de "la naturaleza", puesto que, finalmente, nosotros somos parte de la naturaleza, que se defiende a sí misma.
Creo que el concepto de medio ambiente, igual que el de desarrollo sustentable, responde más bien a dimensiones económicas, pero no se hace cargo de la complejidad sistémica del problema.
Este, verdaderamente, más que un problema ambiental, es un problema ecológico. Y cuando uno habla de ecología está hablando de una manera de caminar por la vida, de una manera de entender el mundo. Porque la destrucción del medio ambiente tiene que ver con una concepción vertical de la vida y los procesos. Tiene que ver con una especie que se ha instalado como una especie superior, que rompe su hermandad con el resto de los seres vivos, que deja de pertenecer a una familia evolutiva extendida.
Es justamente esa ruptura, esa desafectación, ese abandono de la naturaleza, ese abandono de lo que son nuestros ancestros y de entender que somos parte de una trama de vida compleja y que emergemos (la especie humana) tal vez como la última especie, después de un largo caminar de la vida, lo que hace que finalmente estemos destruyendo el medio ambiente.
Esta visión, que es una visión religiosa, monoteísta, que fundamenta, en definitiva, la visión individualista y materialista del ser humano, ha promovido una vida que se sustenta en el consumo, en lo material, en lo individual, como forma de abordar la vida. Y eso es lo que está destruyendo el medio ambiente, porque esta visión económica, cartesiana, lineal, neoliberal, justamente pone el énfasis en el consumo, en el crecimiento y no da cuenta de lo que nos rodea. Aquello que se considera insumo, que se considera recursos naturales, no es más que ecosistemas vivos. Estamos echando a la hoguera a quienes son parte de la vida, a quienes son los que dan sustento, tanto a la vida de ellos como a la vida nuestra.
Evidentemente, esa es una visión totalmente limitada. No existe.
A pesar de que permanentemente se habla de una economía de crecimiento ilimitado, los recursos naturales, la vida que rodea la economía es totalmente finita. No se puede seguir viendo la naturaleza como un lugar, como un botín para saquear. Pero eso es lo que hemos construido: una especie con una visión individualista que no reconoce su pertenencia a la historia de la vida, a la trama de la vida, y que, finalmente, ha transformado la naturaleza, al resto de los seres vivos, en un verdadero botín.
No hay ninguna concepción de una visión termodinámica que permita entender que lo que estamos haciendo es usar energía disponible y transformarla en energía no disponible. Estamos haciendo de nuestra especie la principal leucemia y el principal cáncer del planeta, consumiendo más del 40 por ciento de la materia orgánica que se produce por fotosíntesis.
Si los seres humanos pudiéramos fotosintetizar y vivir del sol, no habría problema. Pero nosotros dependemos de otros seres vivos. Y ahí está nuestra ceguera: el no entender que son esos seres vivos los que nos dan la vida, los que generan el aire, los que producen el oxígeno, los que capturan el CO2.
En la actualidad vivimos un problema de calentamiento global dramático. Pero este no es más que un síntoma de esa visión enferma, anómala, de una humanidad deshumanizada.
Sin embargo, no solamente es el calentamiento global el que está poniendo en jaque la vida en el planeta, el que va a hacer desaparecer islas completas en la zona de Chiloé. Hoy aparece un artículo -creo que en El Mercurio- según el cual los océanos ya están aumentando de una manera totalmente inusitada en más de 20 o 30 centímetros.
Ese será un destino dramático. Pero lo que no se dice es que el calentamiento global está dañando la biodiversidad. Estamos viviendo un proceso de extinción masiva.
Ya ha habido procesos de extinción masiva. Ocurrieron hace más o menos 200 millones de años, como un símil del actual, y demoraron 20 mil años en eliminar el 85 por ciento de todos los seres vivos que había en esa etapa, por aumento del CO2, por volcanismo. Hoy ya no es por volcanismo: es nuestra especie la responsable del aumento del CO2, que está eliminando una parte importante de las especies que sustentan la vida, desde las microalgas. Uno dirá "¡Qué importan!", pero son las que producen el CO2 y los compuestos azufrados que permiten la condensación de las nubes. Sin microalgas, no habría nubes y el planeta no existiría.
Esa es la falta de visión que padece nuestra humanidad. Y yo diría que el símil para Chile es exactamente el mismo. En nuestro país existen políticas de papel, políticas vacías, instituciones sin dientes ni muelas, donde finalmente es el mercado, la visión neoliberal la que rige los destinos de nuestra sociedad, donde el amor al crecimiento ha remplazado, finalmente, el amor a la naturaleza, el amor a la vida, el amor a los derechos,
¡Eso es lo que tenemos que cambiar, señora Presidenta, ojalá a través de la instauración del Día del Medio Ambiente!
He dicho.
El señor ALLIENDE (Secretario subrogante).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?
La señora ALLENDE (Presidenta).- Terminada la votación.
--Se aprueba en general el proyecto (17 votos a favor y 2 abstenciones) y, por no haberse solicitado plazo para presentar indicaciones, queda aprobado también en particular.
Votaron por la afirmativa las señoras Allende, Muñoz y Von Baer y los señores Allamand, Araya, Chahuán, Coloma, Espina, Girardi, Guillier, Lagos, Hernán Larraín, Navarro, Orpis, Ossandón, Prokurica y Quinteros.
Se abstuvieron los señores Montes e Ignacio Walker.