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PERFECCIONAMIENTO DE ATRIBUCIONES DE MINISTERIO DE ENERGÍA


El señor ORPIS.- Señor Presidente, Honorable Senado, sin duda, la Agenda Energética es de gran envergadura, tal como la presentó el señor Ministro. Y serán enormes los desafíos que deberá enfrentar nuestro país en esta materia, porque el problema energético es muy sensible para su desarrollo, para su competitividad.
Ahora, la cuestión energética tiene muchísimas aristas, tal como se ha planteado en el curso del debate.
Al efecto, basta señalar que aquí, en el Parlamento, aparte la iniciativa de ley que ocupa al Senado esta tarde, en la Cámara de Diputados hay un proyecto absolutamente clave: el que modifica las bases de licitación de energía. Porque, según sabemos, las licitaciones fijan un horizonte de mediano y largo plazos a los fines de dar señales de inversión a los clientes regulados. Y eso hoy día reviste serias dificultades. Había que establecer mecanismos de mayor flexibilidad. Se están modificando de acuerdo a la experiencia.
Esperamos que esa iniciativa pase pronto al Senado para revisarla y despacharla cuanto antes, porque es fundamental.
Yendo a la materia que nos convoca, debo recordar que el Ministerio de Energía fue creado mediante la ley N° 20.402 el 3 de diciembre de 2009.
Y señalo la fecha porque, pese a tratarse de un aspecto tan gravitante para el desarrollo de nuestro país, dicha Secretaría de Estado se establece recién en 2009. Pero no solo nace ese año, sino que, además, lo hace con una institucionalidad bastante débil. Y las modificaciones que estamos introduciendo ahora en algo la van a fortalecer. Pero, dada la magnitud del problema energético, sin duda era necesario ir -y yo soy partidario de llegar mucho más lejos- al fortalecimiento del Ministerio de Energía.
En aquella época, en el Ministerio se distinguieron las funciones políticas, la regulación técnico-económica y las materias de fiscalización.
De acuerdo a lo que señala el mensaje, según la experiencia de los años transcurridos, se ha observado un enorme desarrollo en el sector. Pero no solo esto: también se han advertido las complejidades del ámbito energético y las innumerables coordinaciones que es indispensable hacer para desarrollar los proyectos pertinentes, particularmente en el sector eléctrico.
Por eso, el mensaje plantea que es fundamental efectuar enmiendas de carácter territorial y funcional.
Desde un punto de vista territorial, sin duda la más importante de ellas es el establecimiento de secretarías regionales ministeriales en todo el país, es decir, el hecho de que la Cartera tenga presencia en cada una de las regiones.
Y desde un punto de vista funcional, uno de los aspectos relevantes es que se modifica la ley orgánica de la Secretaría de Estado para poder concretar la participación de la gente. Los asuntos energéticos son complejos y es preciso articular mucho con la ciudadanía, sin que hasta este minuto el Ministerio disponga de facultades al respecto.
En cuanto a la esencia del proyecto, estos dos aspectos son, a mi juicio, esenciales.
Sin perjuicio de lo anterior, en la Comisión expuse tres observaciones, tal como lo manifestó su Presidente.
Incluso me abstuve en varios artículos. Y no voy a mantener esta posición, sino que voy a votar a favor, porque estimo urgente aprobar la iniciativa. Pero creo importante dejar al menos una constancia en la Versión Oficial.
Mi primera observación se refiere a la facultad de ejercer labores directivas que se otorga a funcionarios a contrata. A mí no me parece procedente, como principio, que personal de esa índole cumpla tal cometido.
La explicación que se dio, durante el debate en el seno de la Comisión, es que la urgencia del Ministerio en poder irse consolidando todavía más en cuanto a crecer y fortalecerse no había tenido un correlato en la negociación requerida para una modificación de la planta, que es un asunto de más largo aliento.
¿Y cuál es mi temor? Las funciones directivas son permanentes y de gran significación, y no juzgo adecuado que actividades de esta envergadura tengan que ser ejercidas por personas que subrogan a contrata, desempeño eminentemente de carácter temporal. Pienso que ello les quita independencia, en definitiva.
No obstante, tal como lo expresé, comprendí la urgencia de la iniciativa y, por lo tanto, no voy a formular una objeción, pero sí quiero dejar establecido el concepto.
En segundo lugar, una norma transitoria autoriza a la Subsecretaría de Energía, solo por el año 2014, para transferirles bienes propios a las comunidades beneficiarias de determinados programas.
¿Qué ocurre, señor Presidente, para hacer la explicación más fácil? Estos últimos son desarrollados por el Ministerio, que entrega recursos a gobiernos comunales o regionales para la adquisición de paneles solares, por ejemplo, que van a favorecer a una escuela, o a un colegio, o a una población; pero, muchas veces, la compra se atrasa y los programas se van demorando. Para agilizar, por lo tanto, lo que puede hacer la Secretaría de Estado es llevar a cabo la operación por sí misma, pero se encuentra impedida de hacer el traspaso a los beneficiarios.
¿Y cuál es mi problema, en este caso? Que existe la atribución permanente para adquirir, pero no la de transferir.
¿Qué se propone en el texto? "Mire, vamos a mantener la facultad permanente, pero voy a otorgar una de carácter transitorio para efectuar traspasos solo por el año 2014".
Varios colegas me han expresado, con toda razón -es una cuestión tremendamente discutible-: "Este es un acto de responsabilidad del Ministerio, porque quiere quedar acotado solo al año 2014 y que se cubra el resto, si hay programa, vía glosa presupuestaria".
A mí me parece una suerte de contradicción, en el caso de ser el ejecutor directo, tener la facultad de adquirir y no la de transferir; pero no voy a hacer mayor cuestión.
Y la tercera observación tiene que ver con el financiamiento.
Para el año 2014, el proyecto importa un financiamiento de mil 800 millones de pesos -lo señala el informe financiero-, de los cuales mil 400 millones se cubren con reintegros de programas no ejecutados. Es decir, en términos reales, solo van a ser aportados 400 millones por el Tesoro Público. Es una forma curiosa de proporcionarles recursos a los Ministerios.
Estuve viendo el detalle correspondiente. Cada uno de mis colegas lo tiene en su escritorio. Una proporción importante se explica por fondos que se destinaban a la implementación de sistemas solares térmicos para producción de agua caliente sanitaria en el Hospital Clínico de la Universidad de Chile, los que fueron devueltos. Y lo de mayor envergadura obedece a un subsidio para viabilizar una granja solar fotovoltaica en San Pedro de Atacama, equivalente a casi 500 millones de pesos, que no resultó.
Son programas relevantes -con esto voy terminando, señor Presidente-: tienen que ver con la eficiencia energética, con las energías renovables no convencionales. Y, por lo tanto, si por a, be o ce razón no logran concretarse, deberían existir alternativas para llevar a cabo otros. Pero no me parece adecuado que recursos que apuntan al ámbito energético terminen gastándose en remuneraciones.
Me parece un procedimiento al menos curioso -repito-, mas así está establecido en el informe financiero.
Con estas tres observaciones -voy a levantar las abstenciones que expuse-, aprobaré la iniciativa tanto en general como en particular.
He dicho.