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ENVÍO A COMISIÓN DE AGRICULTURA DE PROYECTO QUE ADECUA LEGISLACIÓN NACIONAL A CONVENIO MARCO DE OMS PARA CONTROL DEL TABACO


El señor GIRARDI.- Señora Presidenta, considero que el principal problema de salud pública en Chile es el tabaco.
Nuestra sociedad se estremece cuando aparece, por ejemplo, la epidemia de la meningitis. Y gastamos 50 millones de dólares en vacunar contra la W-135. Pero por meningitis murieron el año pasado 12 personas y hubo 70 casos. En cambio, a causa del tabaco fallecen cada día 46 personas, y al año, 16 mil. Y me pregunto cuál es la poderosa razón por la cual todos nos preocupamos y angustiamos por la meningitis, mientras que por el tabaco estas empresas aparentemente han logrado anestesiar nuestra sensibilidad y preocupación.
Un 15 por ciento del presupuesto de Salud se gasta en financiar los daños que produce el tabaco.
¿Y qué problema tenemos? Que cada vez que deseamos legislar aparecen obstáculos.
Quiero ser específico respecto de lo que discutimos hoy.
A petición del entonces Ministro Mañalich, se presentó una indicación para prohibir el uso de aditivos. Tengo en mi poder un informe del Ministerio de Salud relativo a aditivos, además del Convenio Marco y los estudios de la Organización Mundial de la Salud. Porque tenemos que hacer fe o de lo que dicen las tabacaleras o de lo que señalan las instituciones científicas.
¿Qué sucede con los aditivos?
El señor MOREIRA.- No es el tema.
El señor GIRARDI.- Es que ese es el problema.
Le agregan aditivo al tabaco por los niños, ya que ellos son el objetivo. Le adicionan vainilla, chocolate, por los que evidentemente sienten atracción. Le agregan mentol, pues, además de ser atractivo, anestesia la vía aérea y cuando los niños fuman por primera vez no sienten las molestias que genera el tabaco. Y añaden sustancias para que los menores se hagan adictos más rápido, aumentando la potencia adictiva de la nicotina.
¡De eso estamos hablando! ¡Esos son los aditivos que se quieren prohibir!
¿Y qué pasó en la legislación pasada?
Hicieron lo mismo: ese proyecto y la indicación que estaba en la Comisión de Salud pasaron a la de Agricultura. ¿Y qué sucedió allí? Modificaron la indicación, y con ello el Senado permitió que en Chile estas empresas criminales siguieran abusando de los niños.
¡Ese es el tema en cuestión!
El señor MOREIRA.- Señora Presidenta, por favor.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Senador señor Girardi.
--(Manifestaciones en tribunas).
El señor GIRARDI.- Esto se dirige justamente a que este proyecto vaya a la Comisión de Agricultura y se suprima la posibilidad de que Chile regule los aditivos, de que el Ministerio de Salud decida qué aditivo sí y cuál no, y elimine aquellos que constituyen trampas. Para eso se lleva adelante esta discusión, para eso se quiere que la iniciativa pase a Agricultura.
¿Y cuál es el problema? Que hacen lobby, y este es descarado, porque envían a sus trabajadores¿
La señora ALLENDE (Presidenta).- Señor Senador.
El señor GIRARDI.-¿ y les dicen -me mostraron un correo electrónico ayer- que, si se aprueba la ley en proyecto, quedarán sin trabajo. O sea, aquí tenemos a lobbistas indirectos de las empresas, trabajadores amenazados de que perderán sus ocupaciones, cuando todo esto es una falacia.
Chile sigue siendo el país más prevalente del mundo en tabaquismo infantil. La mitad de los niños en cuarto medio fuma. El 38,5 por ciento de primero a cuarto medio lo hace.
¿Quién les vende tabaco ilegal?
¡Estas empresas son totalmente cómplices!
Les quiero entregar una sola muestra de su actitud. En la ley vigente incluimos lo relativo a la advertencia. ¿Qué hacen las compañías? Colocan un adhesivo, un sticker, para tapar la advertencia¿
La señora ALLENDE (Presidenta).- Senador señor Girardi.
El señor GIRARDI.- Eso es lo que ustedes defienden: a empresas que lucran condenando a muerte a 16 mil personas al año.
El señor MOREIRA.- No es el tema.
La señora ALLENDE (Presidenta).- Senador señor Girardi.
El señor GIRARDI.- Por eso, señora Presidenta, este es un tema de competencia de la Comisión de Salud. E irá a la de Agricultura solo para intentar impedir lo que trató de hacer el entonces Ministro Mañalich y los actuales personeros del Ministerio de Salud: regular cuáles aditivos se pueden usar y cuáles no. No se está en contra de ellos. La ley en proyecto prohíbe los que estimulen inadecuadamente o sirvan para enganchar de manera inapropiada a los niños.
Les aseguro que en la Comisión de Agricultura esta norma, que es planetaria, será eliminada.
El señor MOREIRA.- Ha hecho un discurso.
¿Qué pasa con lo relativo al Reglamento?

El señor GIRARDI.- Voy a justificar mi voto, señor Presidente, pues fui aludido.
En nuestro país han sido una larga marcha las regulaciones sobre el tabaco y, en general, la política de drogas.
Hace algunos años incluso debimos amenazar con una acusación constitucional a un ministro para que por primera vez se discutiera el tema del tabaco y Chile pusiera en ejecución su palabra de llevar adelante el Convenio Marco.
Recuerdo muy bien el día en que, siendo Diputado, llegué a la Comisión de Salud de la Cámara Baja y vi presentadas indicaciones que modificaban totalmente el Acuerdo Marco: estaban suscritas por distintos parlamentarios ¡y eran las indicaciones de las tabacaleras...!
¡Esa es la historia!
Quiero recordar también que el proyecto que yo cuestiono -el discutido durante el Gobierno del Presidente Piñera- no emanó de una moción, sino de una iniciativa del Ministro Mañalich.
Fue el Ministro Mañalich quien señaló, y en reiteradas oportunidades, que había lobby de las tabacaleras. Y fue él quien presentó una indicación para que el Ministerio de Salud tuviera la facultad de prohibir los aditivos. ¿Cuáles? No todos, sino los usados para engañar a los niños.
Porque el objetivo de las tabacaleras son los niños, no la población adulta. Cuando alguien no ha fumado hasta los 20 años, después no va a hacerlo.
¡El objetivo central de las tabacaleras en Chile son los niños!
Por eso tenemos la prevalencia de fumadores en ellos. Y por eso el tabaco está dirigido justamente a capturar ese segmento. ¿Cómo? A través de publicidad engañosa, de publicidad subliminal; por la vía de asociar marcas con éxito, con vínculo, con afecto, con vida saludable.
Pero fundamentalmente se usan los aditivos.
¿Cuáles?
Lo voy a repetir. Porque se habla de discutir racionalmente.
Yo pregunto qué más racional que el informe del Ministerio de Salud sobre los aditivos o que los informes de la Organización Mundial de la Salud.
Científicos de la Academia Americana de Pediatría han estudiado el efecto del mentol como anestésico de la vía aérea.
Esos argumentos no son rebatibles desde el punto de vista científico. Se trata de argumentos serios, hechos por todas las organizaciones de salud a nivel mundial de los países desarrollados; también, por nuestro Ministerio de Salud.
El proyecto pertinente fue presentado por el Ministro Mañalich, con quien tuve muchas diferencias. Pero lo apoyamos en su iniciativa.
¿Saben cómo se echó abajo la norma pertinente?
Yo no estoy haciendo ninguna imputación, señor Presidente.
El proyecto original llevaba una disposición que le permitía al Ministerio de Salud prohibir los aditivos. ¿Cuáles? Los que hacen más adictiva la nicotina, por ejemplo, para cautivar con mayor rapidez a niños de 12 años.
Esa iniciativa fue llevada a la Comisión de Agricultura -yo no hago imputaciones-, y a partir de eso se acabó la posibilidad del Ministerio de Salud de prohibir categóricamente el uso de aditivos.
Yo no hago ninguna imputación. Estoy señalando un hecho: el hecho de que no es bueno que en Chile -a lo mejor algunos no están de acuerdo conmigo- se mezclen tabaco y mentol para lograr más adicción en los niños.
Hay decenas de estudios -los tengo acá: algunos, del Ministerio de Salud de Chile; otros, de la Sociedad Americana de Pediatría y de la Sociedad Europea de Pediatría- que señalan cómo el mentol aumenta la adicción al tabaco.
Esta es la racionalidad que yo propongo: legislemos sobre evidencia, no sobre juicios o prejuicios que no tienen ningún sustento.
La iniciativa en comento está respaldada por el Ministerio de Salud, que quiere recuperar el poder para prohibir los aditivos que son gancho para los niños.
¡Cómo uno no va a tener desazón cuando vive en el país con la más alta prevalencia de tabaco en el mundo!
¡Cómo no va a tener desazón cuando ve que las empresas tabacaleras hacen utilidades millonarias a sabiendas de que pueden destruir la vida de las personas!
Y la destruyen: ¡veinte mil infartos al año son de responsabilidad del tabaco! Y ellas lo saben.
Ahora, el tabaco no es lo mismo que el alcohol.
La persona que bebe alcohol moderadamente no tiene ningún problema.
Sin embargo, cualquier dosis de tabaco es tóxica: no hay cantidad de umbral. Cualquier dosis de tabaco puede provocar cáncer, causar un infarto.
Yo mismo fui partidario, junto con el Senador Moreira, de la tolerancia cero al alcohol. Porque una cosa es el consumo moderado y otra que haya personas que quieran beber y conducir.
El problema con el tabaco deriva de que hoy el blanco son los niños.
En la legislación anterior protegimos a los fumadores pasivos, a quienes aspiraban humo ajeno.
El proyecto a que nos referimos esta tarde apunta a defender a los niños: son ellos las víctimas; son ellos los rehenes de estas políticas; son ellos el objetivo.