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PERMISO LABORAL PARA REALIZACIÓN DE MAMOGRAFÍAS Y EXÁMENES DE PRÓSTATA


El señor NAVARRO.- Señora Presidenta, nos encontramos ante una gran iniciativa en materia de protección a la salud de los trabajadores.
Hace unos años, cuando era Ministro de Salud Álvaro Erazo, el Senado aprobó un proyecto de acuerdo por el cual se solicitaba crear en los consultorios programas especiales en horario nocturno para que trabajadores y trabajadoras pudieran realizarse estos exámenes. Ahora bien, el de próstata conlleva un rechazo en la cultura masculina.
He tenido múltiples reuniones, en clubes de la tercera edad, con hombres arrepentidos de no haberse hecho ese examen a tiempo, dado que, una vez declarado el cáncer, el tratamiento es costoso, doloroso y muy complejo. Y, por cierto, la enfermedad puede causar la muerte.
Por tanto, junto con la importante iniciativa de establecer un permiso laboral para la realización de los exámenes pertinentes, hay que generar presión -y espero que podamos hacerlo durante la tramitación del proyecto de ley de Presupuestos- para crear programas especiales.
¿Dónde se van a realizar los exámenes los trabajadores?
Esos exámenes, de otro lado, tienen que ser gratuitos. Porque el costo del tratamiento del cáncer, en cifras de hace algunos años se elevaba a varios miles de millones de pesos.
Hay gran diferencia entre los costos de prevención y los de la enfermedad ya desatada. Como dije, en este último caso se trata de miles de millones de pesos.
En la etapa preventiva es factible ahorrar muchos recursos y mejorar la salud laboral y personal de los trabajadores. Por tanto, es necesario invertir en prevención. Y eso requiere que en la Ley de Presupuestos de 2015, cuyo proyecto el Congreso empezará a discutir en las próximas semanas, se incluyan, dentro del Ministerio de Salud, en los servicios de salud, recursos a fin de que los exámenes se tomen en los consultorios. Porque a los hospitales la gente no va a ir; no esperará por horas en una cola.
Además, ciertos exámenes revisten algún grado de intimidad. Es el caso de los destinados a pesquisar el cáncer cérvico uterino y el de próstata. Por tanto, no es posible exponer a los trabajadores a las 8 de la mañana, junto con las mujeres embarazadas, junto con los niños: "Y tú, ¿qué te vas a hacer?". "El examen a la próstata".
Hay que generar condiciones particulares para contar con políticas públicas exitosas cuantitativas.
En tal sentido, espero enviar los oficios conducentes a que el Ministerio de Salud nos entregue las estadísticas y nos diga cómo operativizamos el sistema para que el permiso que se plantea tenga cabida dentro de las prestaciones que otorgan los consultorios cercanos a los trabajadores.
Esa debiera ser una tarea del Ministerio de Salud. Y vamos a aterrizar el compromiso en un proyecto de acuerdo que contenga una petición formal a la titular de esa Cartera, Helia Molina.
Una de las normas dice que el trabajador debe presentar con posterioridad a los exámenes "los comprobantes suficientes que acrediten que se los realizaron en la fecha estipulada".
Me habría gustado algo más acotado. Porque en la COMPIN y en la Superintendencia de Seguridad Social existe un desastre. Se vulneran, se pisotean los derechos de los trabajadores enfermos a través del rechazo de las licencias médicas: 7 de cada 10 son rechazadas por la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO). Afortunadamente, quien era Directora se fue. Pero llegó un Director que no posee el perfil adecuado. Hay un lío. Se cuidan más los intereses de entidades privadas que los de los propios trabajadores.
¡Ni la COMPIN está en condiciones de garantizar que este tipo de permisos se supervisen! Porque habría que pensar en quién recibe el aviso: ¡el empleador¿!
Vamos a tener un lío, señora Presidenta.
Hay que castigar a los médicos que entregan licencias falsas. Pero también, con la misma vara, a los que niegan licencias o mandan a laborar a trabajadores aún convalecientes.
Por tanto, es factible que entre la realización de los exámenes y la presentación posterior de los documentos se produzca un problema. Los empleadores podrían exigir cierto plazo, pero la realización de los exámenes en cuestión demora algún tiempo.
En este caso particular, habría que generar condiciones para que no exista arbitrariedad. Porque puede haber motivo incluso para persecución a los trabajadores.
¿Qué pasa si el examen se atrasa o falla, o si se asiste y no se recibe atención, como les ocurre a miles de personas: más de treinta mil son rechazadas al día en el sistema de salud y no se les puede prestar atención por falta de especialistas?
Voto a favor.
Saludo a los autores del proyecto. Se trata de una moción de la cual debiéramos sentirnos orgullosos, porque es una contribución muy importante para proteger el derecho de los trabajadores a la salud.
¡Patagonia sin represas!
¡Nueva Constitución, ahora!
¡No más AFP!