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PRÓRROGA DE PERMANENCIA DE TROPAS Y MEDIOS CHILENOS EN HAITÍ


El señor PROKURICA.- Señora Presidenta, en primer lugar, quiero saludar al Ministro de Defensa, don Jorge Burgos; a los señores Subsecretarios que lo acompañan, y también al Jefe del Estado Mayor Conjunto, Vicealmirante José Miguel Romero, quienes han participado en este trámite, establecido en la Constitución, para autorizar la salida de tropas del territorio nacional.
Nosotros vamos a apoyar esta petición, porque creemos, con firmeza, que el mantenimiento y la promoción de la paz mundial constituyen objetivos permanentes de la política exterior de nuestro país.
En razón de lo anterior, la diplomacia y la defensa en la cooperación internacional para la seguridad deben considerar la adopción de una estrategia de acción amplia e integral que le permita a nuestro país avalar un modelo de participación en operaciones de paz.
Señora Presidenta, señores Senadores, son muchas las razones que obligan a Chile a colaborar en estas misiones de paz. Por lo mismo -y les pido su atención al respecto-, quiero rebatir algo que se ha mencionado. Siempre estoy escuchando que nuestra participación en este tipo de operaciones es como un favor que hacemos a otra nación. Yo no comparto esa opinión.
Por el contrario, siento que nuestra participación es sí o sí, por cuanto hemos basado nuestra política de desarrollo y crecimiento en el comercio internacional. Y este no es posible cuando no hay paz. Además, somos miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
Entonces, no es admisible favorecerse de los beneficios que aporta el comercio internacional cuando hay paz, si vamos a mirar para el lado cuando se desata una guerra o un conflicto grave, como ha ocurrido en Haití y en otros países del mundo.
¡No es un favor el que estamos haciendo!
Es cierto que la naturaleza de nuestra participación es distinta de la que se solicitó originalmente, en el Gobierno del Presidente Lagos. Entonces nuestras Fuerzas Armadas -cabe consignar que su accionar fue muy destacado por otras fuerzas armadas del mundo- estuvieron, en 48 horas, presentes y dispuestas en Haití para evitar un eventual genocidio. Eso es verdad.
Pero esa realidad ha cambiado.
La colaboración de Chile en la comunidad internacional es relevante. La labor que han realizado las Fuerzas Armadas, Carabineros, la Policía de Investigaciones y las ONG en Haití y en otras partes del planeta nos llena de orgullo. Cada vez que visitamos uno de esos países, la gente nos habla muy bien del trabajo tanto de Carabineros en la formación de la policía haitiana como de nuestras Fuerzas Armadas en la imposición de la paz.
Todas esas acciones, señora Presidenta, se llevan a cabo a la luz de las decisiones que toma Naciones Unidas; no se realizan por determinación propia, sino sobre la base de pautas acordadas.
Por otra parte, quiero recordar a los señores Senadores lo que se dijo en discusiones anteriores en esta materia. Varios manifestaron opiniones distintas, que son legítimas, con relación a que Chile debiera ir reduciendo su contingente militar, redestinarlo a actividades no castrenses que también beneficien a la gente de esos países o remplazar su participación por la de civiles.
Es bueno traer a la memoria este punto, porque muchas veces, cuando se produce un cambio de Gobierno, obras iniciadas en la Administración saliente son inauguradas por la que sigue.
Dicho eso, quiero destacar en esta materia el papel que jugó el ex Ministro de Defensa don Andrés Allamand, quien hoy nos acompaña como Senador. En su oportunidad él escuchó los planteamientos de los colegas que expresaron un parecer distinto, relativo a la reducción de la presencia del personal castrense. Y esto ha ocurrido. Ha disminuido el número de nuestros militares, que se ha remplazado por efectivos de países amigos, especialmente de Centroamérica y de Ecuador.
Pero, además, se reorientó la labor de los que aún quedan en Haití: de la función original de imponer la paz a la de trabajar en mejorar la infraestructura y a la de carácter policial.
En este último aspecto, cabe consignar un aporte muy importante: 181 becarios haitianos se formaron en la Escuela de Carabineros de Chile, y otros tantos, en la Escuela de Investigaciones Policiales de la PDI.
Finalmente, me referiré a la incorporación del personal civil.
Distintas ONG han realizado acciones de cooperaciones: trabajos con niños y con diversas organizaciones haitianas. Tales entidades no gubernamentales son desconocidas para los chilenos. A mi juicio, debiéramos dar a conocer la labor de esos civiles en Haití.
Señora Presidenta, creo que Chile tiene que plantear, a través de un cambio normativo, la incorporación del estamento civil en las misiones de paz, no solo en materia de seguridad y defensa, sino en distintos ámbitos (desarrollo político y socioeconómico). Ello garantizaría una cooperación más efectiva y ordenada que la que se realiza ahora a través de fundaciones o asociaciones de carácter privado. De hecho, podría crearse una comisión de consolidación de paz de Naciones Unidas para que ese personal participe de forma conjunta en este tipo de operaciones.
Pese a todo, ha habido algunos cambios.
Es cierto que se ha recorrido un trayecto largo y se ha avanzado poco. ¡Hay que reconocerlo! Pero hay que ver de qué estamos hablando. Haití tiene una realidad dramática en materia de pobreza. Es uno de los países más pobres del mundo.
En lo personal, me tocó conocer esa realidad antes del terremoto que afectó a Haití. Lo que cuentan los Ministros y las demás personas que han ido después es que se dañó seriamente toda la infraestructura. Y lo poco que había en pie terminó cayendo.
Entonces, no es fácil avanzar en un país con esos problemas.
Junto con aprobar la petición de la Presidenta de la República, hago presente que debiera haber más presencia en Haití de otras potencias mundiales -al menos, del ámbito económico-, las cuales también se benefician con la paz que los países sudamericanos están asegurando en esa parte del planeta.
Planteo esa sugerencia siempre en el marco de la labor de Naciones Unidas.
Y, por eso, vamos a respaldar esta solicitud de la Presidenta de la República.