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EXCLUSIÓN DE POSTULANTES A BECAS DE MAGÍSTER CONICYT. OFICIO


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, hay dos temas muy relevantes que deseo tratar aquí, en la Sala.
El primero de ellos tiene que ver con las Becas Magíster de CONICYT.
Hoy día nos acompaña en las tribunas don Rodrigo Viveros, uno de los alumnos que han sido afectados por una situación que describiré a continuación.
Me impuse del problema por un grupo de estudiantes que postularon a dichas becas. Le pregunté al Presidente de la CONICYT cuál era la realidad acerca de las 387 becas (me puedo equivocar en el número, pero creo que corresponde al total de las que este organismo otorgó) ofrecidas para estudiar un magíster en Chile, y me respondió amablemente a través de un correo electrónico. Con posterioridad, me reuní con varios de los afectados.
Le solicité también al Presidente de dicha Comisión que me enviara la nómina de los beneficiados con estas becas. Él me mandó, por medio de una funcionaria -no recuerdo su nombre, ni su cargo- el link de CONICYT, el cual remite al conjunto de personas que fueron favorecidas.
La verdad, señor Presidente, es que me preocupa lo que está aconteciendo en esta institución y en particular con estas becas.
El Presidente de CONICYT me señaló, en primer lugar, que "Las bases del último concurso de Becas de Magíster Nacional se rigieron por el Decreto 325/2012 del Ministerio de Educación que consideraba como fuera de bases a postulantes que no estaban en poder de su grado o título al cierre del concurso, y aquellos que ya eran alumnos regulares de un programa de Magíster".
Las bases de postulación para estudios de magíster en Chile entregadas por CONICYT para el 2013, expresaban que este beneficio fuera destinado a personas que iniciaban estudios, sin estar contenido dentro de los criterios de exclusión el tener la condición de ser alumno regular de un programa de magíster.
Señor Presidente, revisé el mencionado decreto -lo pedí hoy mientras discutíamos en la Sala los diversos proyectos de ley en tabla-, y la verdad es que estos alumnos perfectamente pueden postular.
Debido a una presentación formal que hicieron los dirigentes de la FECH y de la FEUC se analizó esta materia, y mediante carta del 5 de diciembre de 2012 se respondió que se iba a autorizar y extender la posibilidad de postulación a alumnos regulares de posgrados.
El 26 de diciembre se cerró el concurso. La extensión en el proceso de postulación fue producto de que efectivamente se estaba modificando el criterio.
A estos 387 beneficiarios se les comunicó, vía e-mail, que habían obtenido la beca (los felicitaron, les pidieron el número de su cuenta corriente, les señalaron los pasos a seguir), y fueron a materializar la firma del convenio. Muchos de ellos incluso tuvieron que renunciar a sus trabajos, ya que excedían las 22 horas, que era el máximo permitido para acceder al beneficio.
Lamentablemente, en ese momento se les señaló que no podían firmar el referido convenio porque no cumplían los requisitos indicados en las bases de postulación para estudios de magíster en Chile.
Ello no estaba indicado en ninguno de los procedimientos ni pasos.
La segunda afirmación que me hizo el Presidente de CONICYT en su carta fue que "Algunos postulantes esperanzados en que el decreto se lograra modificar postularon sabiendo que ya eran estudiantes regulares de un programa de magíster, pero las cartas emitidas por las universidades no eran claras al respecto y se decidió esperar a la firma del convenio para verificar la situación".
Señor Presidente, solo quiero leer parte de la carta presentada por uno de los estudiantes a quienes se les adjudicaron las becas.
Dice textualmente: "Pedro Bouchon A. Director de Investigación, Innovación y Posgrado de la Escuela de Ingeniería de la Pontificia Universidad Católica de Chile, tiene el agrado de presentar al señor (...), quien fue aceptado al Programa de Magíster en Ciencias de la Ingeniería el Primer Semestre de 2012".
De acuerdo con la cita anterior, es indudable que la carta presentada por este alumno es sumamente clara y enfatiza de manera explícita que este ingresó a su programa de magíster el primer semestre del 2012.
Eso lo sabía CONICYT cuando aceptó, calificó y seleccionó a ese alumno.
Aun así, él fue admitido en las bases y se le adjudicó la beca, haciéndose evidente el supuesto error cometido por CONICYT durante el proceso de evaluación de los postulantes.
Por otro lado, es de nuestro conocimiento que a estudiantes inscritos en programas de magíster de la Universidad de Chile, quienes postularon pensando que dicho programa se encontraba acreditado mientras se tramitaba su reacreditación (según fueron informados por la universidad), se les adjudicó también la beca, a pesar de que dicha acreditación había expirado y de que las bases explicitaban que los alumnos de programas no acreditados quedarían fuera de ellas.
Estos estudiantes presentaron la carta pedida en el numeral 7.9.8 de las bases del concurso en cuestión, de modo que CONICYT se encontraba en pleno conocimiento del programa al que pertenecían dichos postulantes.
Fueron seleccionados, y solo cuando acudieron a firmar el convenio se les dijo que no eran asignatarios de becas. Dos de esos alumnos habían renunciado a sus trabajos para tomar la beca.
El tercer aspecto que me señaló el Presidente de CONICYT fue que las bases del concurso estipulaban: "Antes, durante y con posterioridad a la firma del convenio, CONICYT verificará el total cumplimiento de las bases, específicamente de la exactitud de los antecedentes presentados en la postulación, así como el respaldo de los certificados o documentos correspondientes".
Señor Presidente, la responsabilidad del ente administrador de dicho concurso es velar por que los antecedentes presentados se encuentren en orden, y no adjudicar la beca si no es así.
Es importante destacar también que este acto administrativo de adjudicación expresa textualmente: "En esta convocatoria se recibieron 2.144 postulaciones, de las cuales se evaluaron 1.333, que cumplieron con las Bases, y se seleccionaron 387".
Es decir, la autoridad informó personal y formalmente por escrito que cumplían con las bases y que, además, el puntaje obtenido los hacía beneficiarios de la beca.
Señor Presidente, nunca, a ninguno de esos alumnos, se les informó que estaban fuera de bases; nunca se les representó que no cumplían los requisitos exigidos.
Se trata de un organismo de la Administración Central del Estado, que depende del Ministerio de Educación. Por consiguiente, tanto él como sus empleados y ejecutivos, en todo su accionar, se encuentran sometidos a la obligación legal de cumplir con los principios de responsabilidad, eficiencia, eficacia y control jerárquico, consagrados en la Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado.
Claramente, aquí no se ha cumplido con tales principios.
A mí me preocupa que sea así, señor Presidente. Porque la autoridad administrativa en todo el proceso previo a la adjudicación de la beca pudo reparar en esos hechos y comunicarlos, o simplemente, no haber seleccionado a esas personas. Y no lo hizo. Al contrario, les comunicó su selección, las felicitó, las invitó a concurrir a las oficinas para entregarles la beca.
En cuarto lugar, el Presidente de CONICYT me expresó textualmente que: "Aun cuando solo se están aplicando procedimientos administrativos establecidos para estas situaciones, porque si bien algunos antecedentes eran ambiguos, su mérito solo se determinaría al momento de la firma del convenio (...). Queremos asegurar a la comunidad que ningún seleccionado que haya cumplido cabalmente con los requisitos establecidos en las bases quedará sin hacer uso de su beca".
Al respecto, debo señalar que el perjuicio comienza desde el momento de informar al postulante a la beca como beneficiario y posteriormente negarlo a través del impedimento de la firma del convenio.
En quinto lugar, el Presidente me indicó que, a la fecha, de los 387 seleccionados por el Comité Asesor del Programa de Formación de Capital Humano Avanzado de CONICYT 294 han firmado sus convenios, y que hay un plazo de 6 meses para hacerlo.
Existe un número importante de beneficiarios que no han podido suscribirlos.
Yo pedí al Presidente de CONICYT que me entregara la nómina de los seleccionados reales.
Me remitió a la página web de CONICYT.
Entonces, no tenemos claridad en cuanto a quiénes no tienen posibilidad de firmar los convenios.
Los hechos relatados francamente son inaceptables y contravienen -como lo expuse- las disposiciones contenidas en la Ley Orgánica Constitucional de Bases Generales de la Administración del Estado y, también, derechos consagrados en nuestra Carta Fundamental.
Señor Presidente, teniendo CONICYT, como institución pública, la responsabilidad y el deber de solucionar esta situación, traspasa la responsabilidad de su accionar hoy día a los perjudicados. Y les dice verbalmente -porque se ha negado hasta ahora a entregarles una respuesta por escrito- que no se preocupen, ya que pueden postular a un segundo concurso.
Eso me lo notificaron por escrito.
Pero no hay ninguna certeza de que ellos queden aceptados en ese segundo concurso, lo que, obviamente, parece impresentable.
Si el Presidente de CONICYT tiene la facultad para no dejar sin efecto un concurso (porque plantea la realización de uno nuevo) que ha llevado a cabo, donde hay buena fe, en que las personas cumplieron cada uno de los requisitos que se les exigieron, debiera -si eso no pasa a llevar los derechos de otros- mantener el beneficio que se ha otorgado.
Señor Presidente, pido oficiar formalmente al Ministerio de Educación al objeto de que la situación expuesta se aclare cuanto antes (porque ha pasado más de un mes desde que ocurrió) y se mantenga el beneficio justamente recibido.
El señor CHAHUÁN.- Con la adhesión de los Senadores presentes.
La señora RINCÓN.- Yo hago la solicitud en mi nombre. Pero si se suman todos, mejor.
El señor URIARTE (Presidente accidental).- Se enviará el oficio solicitado, en nombre de la Honorable señora Rincón, conforme al Reglamento, con la adhesión de los Senadores señores Chahuán, Horvath, Escalona, Navarro y Bianchi.
La señora RINCÓN.- Señor Presidente, les agradezco en nombre tanto de los alumnos del magíster en comento -varios de ellos son de la Universidad del Mar- que están sufriendo por la situación descrita cuanto de sus familias.
Todo lo que han hecho por salir adelante se les ha reconocido con el otorgamiento de la referida beca, que los distingue por sus esfuerzos académicos. Y nosotros, como Estado, no podemos negarles un derecho que va en la línea de lo que decimos defender.