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ANÁLISIS DE POLÍTICAS PÚBLICAS GUBERNAMENTALES EN MATERIA DE CONTAMINACIÓN DEL AIRE


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, trataré de ser breve para que alcancen a hablar otros colegas.
El tema que nos convoca es tan grave que el Ministerio del Medio Ambiente aprobó una norma de material particulado de 2,5, la que entró en vigencia en enero de este año y que fija como máximo anual 20 microgramos de material particulado fino por metro cúbico de aire.
Lo anterior, que es un avance -nadie lo puede negar-, resulta preocupante. La OMS fija y recomienda un nivel de 10. Estados Unidos opera con 15. Santiago ha llegado a poquitito menos de 25. Sin embargo, ciudades como Rancagua, Talca, Curicó, Temuco, Linares, Valdivia y Coyhaique superan los 40 microgramos de material particulado fino por metro cúbico de aire.
El doctor Ricardo Celis, ex Intendente de La Araucanía, afirmó que la contaminación en Temuco y Rancagua es más mortal y dañina que la que se produce en Santiago. El riesgo de morir por sus efectos es mayor en Temuco que en la Capital. Y es igual de grave en Rancagua. En aquellas ciudades la leña aporta el 92 por ciento de la contaminación y la calidad del aire se mide desde el año 2001. O sea, esto no es algo nuevo; no es algo que este Gobierno haya creado.
Señor Presidente, estimados colegas, este es un problema país.
Me quedo con las palabras del Senador Juan Pablo Letelier: necesitamos fijar una política agresiva en esta materia.
En mi opinión, lo dicho por el Honorable señor García-Huidobro es cierto: las medidas adoptadas han sido un poquito tímidas. Debemos ser mucho más audaces y atrevidos en esta materia.
La leña representa, señor Presidente, el 19 por ciento de la matriz energética de nuestro país. ¡El 19 por ciento!
Es importante el punto. Por eso el Senador Tuma pidió al Ministro Golborne -no lo emplazó- que escuchara los planteamientos que se formulan. Aquel quería que este se quedara en la Sala; no lo estaba recriminando.
Las familias más modestas de Chile necesitan y merecen que abordemos el tema de la calefacción.
Otro dato: la temperatura promedio al interior de las casas de la gente más sencilla de nuestro país es inferior a 12 grados. La no calefacción representa un porcentaje altísimo de las causas de enfermedades respiratorias de niños y adultos mayores.
Me alegra que el Subsecretario de Salud Pública esté presente hoy en la sesión.
El Senador Antonio Horvath señalaba que es fundamental tener un programa de eficiencia energética.
Señor Presidente, hasta el año 2010 contábamos con un programa de reacondicionamiento térmico desarrollado por los Ministerios de Vivienda y de Energía. Pero no se mantuvo.
Se ha manifestado en esta sesión que la norma de calefactores -lo dijo el Ministro del Medio Ambiente subrogante- va a ser esencial. Permítanme discrepar. Va a constituir un avance, pero pequeño desde el punto de vista de lo que nos convoca. La leña tiene toda una economía local, una cultura, una forma de vida. Y es primordial que abordemos una política nacional sobre ella, pues sabemos que varias ciudades, como una que represento, utilizan un alto porcentaje de ese combustible para su calefacción.
Considero imperioso que el Gobierno nos haga llegar una política nacional de descontaminación y nos haga saber sus resultados, a un año de la aplicación de algunos planes -porque otros fueron recientemente publicados- y que como país podamos evaluar lo que se requiere y los presupuestos asociados a ello. De lo contrario, el próximo año nos encontraremos discutiendo lo mismo, recriminándonos por lo que no se hizo antes y por lo que se ha hecho mal ahora, sin pensar que en nuestro país hay hombres y mujeres, niños y adultos mayores, que requieren políticas audaces para enfrentar el problema.
He dicho.