Click acá para ir directamente al contenido
CONMEMORACIÓN DE 60 AÑOS DE FEDERACIÓN DE TRABAJADORES DEL COBRE


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, en nombre de la bancada democratacristiana, deseo rendir homenaje a los 60 años de la Federación de Trabajadores del Cobre.
Señor Presidente; colegas parlamentarios; muy en especial, dirigentes de la Federación de los Trabajadores del Cobre que hoy nos acompañan -encabezados por su Presidente, nuestro amigo, mi amigo, Raimundo Espinoza-, y, a través de ustedes, cada uno de sus afiliados:
Hablar de la Federación de Trabajadores del Cobre no es hablar de una organización más; hablar de la Federación de Trabajadores del Cobre es hablar de la historia de Chile y de las reivindicaciones sociales, gremiales y políticas que han logrado los trabajadores chilenos en los últimos cien años.
Hoy, este Senado rinde homenaje a esta Federación, que fue fundada el 23 de marzo de 1951 -como ya señaló el Senador Prokurica- en Machalí, Región del Libertador General Bernardo O`Higgins.
Luego de su creación, en 1953, la en ese entonces Confederación de Trabajadores del Cobre participa en la asamblea constituyente de la Central Única de Trabajadores, eligiendo al gran Clotario Blest como su presidente. Así, a menos de dos años de la fundación de la Confederación, los trabajadores del cobre comienzan la lucha por la reivindicación de los derechos de todos los trabajadores de esa época.
Al crearse esta organización gremial, sus dirigentes entendieron que su fin no era exclusivamente la defensa de los intereses comunes de los trabajadores del cobre, y se convierte, al mismo tiempo, en un baluarte para los intereses de cada uno de los chilenos frente a la compleja presión foránea, que durante muchos años usufructuó las riquezas básicas de Chile.
Consecuente con esos principios, la Confederación de Trabajadores del Cobre se transformó en un gran defensor de la chilenización del cobre, encabezada por el Presidente Eduardo Frei Montalva mediante la ley Nº 16.425, de 1967, y posteriormente de la nacionalización del cobre, llevada a cabo a través de la ley Nº 17.450, durante el Gobierno del Presidente Salvador Allende.
Ya en sus primeras luchas brindó una perspectiva de largo plazo sobre aspectos fundamentales que decían relación con la importancia que tenía el cobre para el futuro de nuestra patria. En eso -hay que reconocerlo-, los trabajadores fueron sumamente visionarios.
Podemos destacar, entre sus luchas más memorables:
-La mayor participación del Estado en las cuantiosas utilidades de las empresas norteamericanas explotadoras de la Gran Minería del Cobre.
-La mejor comercialización del metal, con intervención directa de los organismos del Estado y con libertad para vender a cualquier nación del mundo que ofreciera condiciones aceptables de precio. Se debe tener en consideración que en esos años se prohibía a Chile vender su cobre a países socialistas.
-La destinación de parte de las utilidades en beneficio directo de la diversificación de la industria nacional elaboradora de productos de cobre y del mejoramiento y progreso de las provincias en que se encuentran ubicadas esas riquezas.
-La formación de cuadros técnicos capaces de dirigir esta industria en su complejo mecanismo de producción, venta, comercialización e industrialización, para estar en cualquier momento en condiciones de reemplazar a los expertos extranjeros.
En el fondo, señor Presidente, desde su formación, en esta organización se observaba una idea clara: devolver al Estado chileno el pleno dominio y goce de estas grandes riquezas naturales perecibles, que formaban una reserva indispensable para lograr la independencia económica del país y su única posibilidad de lograr el desarrollo. En este aspecto, nuevamente los trabajadores tenían razón.
Hemos visto a los trabajadores del cobre no solo en la reivindicación de sus propios derechos laborales. Los vimos en la calle durante los momentos más duros de la historia reciente de Chile; los vimos movilizados en pro de la Nacionalización y la Chilenización del cobre. En los tristes años de la dictadura, a principios de los 80 organizaron el primer paro de los trabajadores del cobre. En 1983 eligieron Presidente de la Confederación al gran Rodolfo Seguel, quien llegó a ser Diputado de la República, al igual que ocurrió -como recordaba la Senadora Isabel Allende- con Héctor Olivares, el querido "Negro" Olivares. También crearon el Comando Nacional de Trabajadores del Cobre, siendo actores fundamentales en la lucha por derrotar la dictadura que gobernó nuestro país por 17 años.
Llegada la democracia, la Federación de Trabajadores del Cobre no terminó su lucha. Dicha organización ha estado llamada a jugar un rol mucho más trascendente en la actual batalla por la renacionalización del cobre y el término de la situación de privilegio y abuso de las compañías mineras privadas.
La lucha por establecer una estructura tributaria coherente con la cantidad de dinero que reciben las grandes transnacionales del cobre necesita la unión y el esfuerzo político de todo el país y, en primer lugar, de los más involucrados, entre ellos, en primera fila, los trabajadores.
Apreciamos y solidarizamos con el rechazo que ha llevado adelante la Federación a todo intento privatizador que algunos sectores insisten en instalar en nuestro país. Saludamos el espíritu que sustentó la resolución de reivindicar la huelga en contra de la privatización de EDELNOR e Inca de Oro. Esas resoluciones deben ser honradas.
Consideramos justas las preocupaciones de la organización sindical tendientes a manifestar una oposición por el debilitamiento y el atraso de las necesarias inversiones que requiere CODELCO para proyectar su futuro y rechazamos los intentos que insisten en privatizar a la Corporación.
Entendemos que entregar operaciones y actividades a empresas privadas denominadas "contratistas" genera un impacto negativo en la tranquilidad que demandan los trabajadores en el desempeño de sus labores.
Por esa razón, al referirnos a las necesidades de los trabajadores del cobre, no podemos dejar de hacer consideraciones en relación con la realidad que surge en torno de la demanda de los trabajadores subcontratistas, y nos preocupa la existencia de una política de remuneraciones en CODELCO que pretende trasladar a los nuevos contratos de planta de sus trabajadores la lógica de los salarios de los subcontratistas, no cumpliendo las obligaciones de una empresa que logra grandes volúmenes de ganancias, de las cuales los trabajadores deben recibir un ético reconocimiento por su labor.
Creemos que este homenaje debe dar cuenta de una realidad que afecta a todos los trabajadores que contribuyen al florecimiento de la riqueza, cualquiera que sea el espacio, el lugar y el momento de su aporte en el trabajo.
En ese contexto, este homenaje resulta justo y, por sobre todo, necesario.
A propósito de esta fecha memorable para los trabajadores del cobre, nuestras felicitaciones y aliento a no abandonar la ruta de la lucha y los compromisos con el pueblo de Chile.
Conscientes de nuestra identidad, aunque sin desmerecer a ningún dirigente ni colectividad política, nos sentimos orgullosos de ser el partido al cual perteneció el gran Radomiro Tomic, que echó a andar en su primer gobierno el proceso de recuperación del cobre para Chile, y reiteramos nuestra disposición a exigirles a ustedes, dirigentes y trabajadores, el máximo compromiso para que entreguen su aporte al requerimiento de las justas causas de la lucha de los trabajadores y del pueblo de Chile.
En nombre de la bancada de Senadores de la Democracia Cristiana, quiero hacer llegar nuestro compromiso a los trabajadores del cobre, y hacerlo, señor Presidente, a través de los dirigentes hoy aquí presentes: Raimundo Espinoza, Héctor Roco, Jeremías Olivares, Julio Jalil, Diego Zamora, Luis Guerra, Sergio Morales, Juan Olguín, Marcelo Castillo, entre otros.
He dicho.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).