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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 358ª
Sesión 80ª, en martes 4 de enero de 2011
Especial
(De 11:42 a 13:26)
PRESIDENCIA DEL SEÑOR JORGE PIZARRO SOTO, PRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR JOSÉ LUIS ALLIENDE LEIVA, SUBROGANTE
____________________
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Alvear Valenzuela, Soledad
--Bianchi Chelech, Carlos
--Cantero Ojeda, Carlos
--Chadwick Piñera, Andrés
--Chahuán Chahuán, Francisco
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Escalona Medina, Camilo
--Espina Otero, Alberto
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--García Ruminot, José
--Girardi Lavín, Guido
--Gómez Urrutia, José Antonio
--Horvath Kiss, Antonio
--Kuschel Silva, Carlos
--Lagos Weber, Ricardo
--Larraín Fernández, Hernán
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Longueira Montes, Pablo
--Matthei Fornet, Evelyn
--Muñoz Aburto, Pedro
--Navarro Brain, Alejandro
--Orpis Bouchón, Jaime
--Pérez San Martín, Lily
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Quintana Leal, Jaime
--Rincón González, Ximena
--Rossi Ciocca, Fulvio
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Tuma Zedán, Eugenio
--Walker Prieto, Ignacio
--Walker Prieto, Patricio
--Zaldívar Larraín, Andrés
Concurrieron, además, los Ministros de Transportes y Telcomunicaciones, señor Felipe Morandé Lavín y de Energía, señor Ricardo Raineri Bernain, y el Gerente General de ENAP, señor Rodrigo Azócar Hidalgo.
Actuó de Secretario el subrogante, señor José Luis Alliende Leiva.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 11:42, en presencia de 14 señores Senadores.
El señor PIZARRO (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. ORDEN DEL DÍA


SITUACIÓN DE EMPRESA NACIONAL DEL PETRÓLEO

El señor PIZARRO (Presidente).- Esta sesión especial fue citada a petición de algunos señores Senadores con el objeto de analizar en detalle la situación de la Empresa Nacional del Petróleo.
Tal como se acordó, se invitó a los señores Ministro de Energía y Gerente General de la Empresa Nacional del Petróleo, que están presentes en el Hemiciclo.
Solicito el asentimiento de la Sala para que también ingresen los señores Gonzalo Salgado, Jefe de Gabinete del Ministro, y Rodrigo Bloomfield, Gerente de la Línea de Negocios de Exploración y Producción de la ENAP.
Si no hubiere objeción, así se procedería.
Acordado.

El señor LARRAÍN.- ¡Feliz año, Presidente...!

El señor PIZARRO (Presidente).- Les deseo un feliz año a todos. Me parece bien la acotación de Su Señoría.
¡Felicidades señoras Senadoras, señores Senadores e invitados; también a la gente de la ENAP, que entiendo que se halla en las tribunas, y a los demás asistentes!
Bien. Primero intervendrá el señor Ministro, quien expondrá acerca de la situación actual de la Empresa Nacional del Petróleo y de las políticas implementadas por el Supremo Gobierno respecto de ella. Posteriormente, lo harán los señores Senadores de acuerdo con el tiempo establecido por los Comités.
Tiene la palabra el señor Ministro.

El señor RAINERI (Ministro de Energía).- Señor Presidente, señores Senadores, deseo que todos tengan un excelente año 2011.
Gracias por la invitación para asistir a esta sesión y comentar el trabajo que se ha venido desarrollando en la Empresa Nacional del Petróleo.
Haremos una exposición que de alguna manera dará cuenta de los desafíos existentes, de la situación actual que enfrenta la ENAP y de ciertos indicadores financieros que explican por qué estamos haciendo lo que les vamos a presentar.
Me referiré a la evolución de la ENAP 2000-2010, al levantamiento de la nueva ronda de licitación de CEOP y a la valorización de cuentas de gas en Magallanes.
¿Cuál es el principal desafío que tenemos?
El principal desafío es transformar a la ENAP en una empresa estatal modelo de estándar internacional. Es decir, queremos que ella sea viable, rentable y se constituya en el orgullo de todos los chilenos.
¿Cuáles son los cambios que dicha Empresa ha experimentado en el entorno durante las últimas décadas?
Si miramos principalmente la última década observaremos que ha habido un cambio importante en el entorno, producto de un fuerte crecimiento en el consumo nacional de combustibles líquidos, el cual se ha visto acompañado de un significativo aumento en los precios internacionales del petróleo.
Es preciso recordar que el año 2008 el precio internacional del petróleo se empinó a más de 140 dólares por barril; el día de hoy está por encima de 90 dólares.
¿Qué ha ocurrido con la exploración y producción de gas y de petróleo en la Región de Magallanes, que es donde se inicia la actividad petrolífera en nuestro país?
El gráfico nos ilustra acerca de la cantidad de pozos perforados en la Región de Magallanes, principalmente desde que comenzaron las actividades de producción de petróleo en Chile. Y se observa que a partir del año 90 se genera un fuerte decaimiento en cuanto al número de pozos perforados.
Básicamente, se aprecia que desde 1990 en adelante, o finales de la década de los 80, hay una detención de las inversiones en actividades de exploración petrolífera y gasífera en la zona de Magallanes. Dicha situación empieza a revertirse en los últimos años, en que se genera un pequeño aumento a raíz de los contratos especiales de operación petrolífera que comenzaron a abrirse a partir del 2007, producto de la incorporación de capitales privados, ya sea mediante contratos especiales de operación petrolífera solos o en sociedad con la Empresa Nacional del Petróleo.
En términos de producción de gas y de petróleo, los gráficos nos muestran claramente qué ha ocurrido con esas fuentes de energía en la Región de Magallanes, y dan cuenta de una caída sostenida en ambos casos.
Por lo tanto, es menester mirar tales cuadros con mucha atención porque de alguna manera nuestro objetivo es tratar de revertir dicha tendencia: la declinación permanente observada en los últimos años en la producción de petróleo y de gas.
En el siguiente gráfico se aprecia qué está sucediendo con la oferta y la demanda de petróleo crudo en el país.
La línea amarilla indica el consumo de petróleo crudo; la línea rosada, las importaciones de aquel, y la línea azul, la producción que ha habido en el país.
En consecuencia, si bien alrededor del año 84 la producción doméstica de petróleo satisfacía en parte importante el consumo local, hoy día ella es casi irrelevante. Y podríamos decir que somos un país absolutamente dependiente de las importaciones de petróleo para satisfacer el consumo doméstico.
Respecto de la evolución financiera de la Empresa, el siguiente cuadro es bastante elocuente y nos muestra el nivel de endeudamiento de la ENAP.
La deuda de ENAP era cercana a los 1.000 millones de dólares en el año 2001, y se empinó a más de 4 mil millones de dólares el 2007, manteniéndose en esos niveles.
En el gráfico se observa la cifra correspondiente a septiembre de 2010, y en diciembre de este mismo año ENAP terminará con una deuda por debajo de los 4 mil millones de dólares.
Es decir, el plan de gestión -que vamos a comentar en algunos minutos más- explica gran parte de lo que ha venido ocurriendo. Este se refleja en una reducción de la deuda -por primera vez en los últimos 4 ó 5 años- por debajo de 4 mil millones de dólares en diciembre recién pasado. Pero, básicamente, aquí tenemos un salto muy importante en la deuda de la ENAP que, como es lógico, le impone una mochila financiera demasiado elevada.
Dentro de la gestión que se ha venido realizando en el último tiempo sobre el endeudamiento de la ENAP se halla el refinanciamiento. La Empresa se encontraba con un monto importante de deuda a corto plazo, lo cual llevó a que en 2008 el tiempo de maduración del endeudamiento promedio fuese cercano a 4 años. De modo que se empezó a refinanciar la deuda de corto plazo por deuda de largo plazo, logrando beneficios en términos de menores costos financieros. Por eso, el endeudamiento actual presenta un período de maduración promedio de 10 años.
Este gráfico nos muestra que los costos financieros de la deuda -como señalé- han empezado a caer después de 2008, y hoy día son significativamente menores que los de aquel año.
En este cuadro figura una tabla que nos da a conocer la razón Deuda-Patrimonio. En 2004, dicha razón era de 0,4 por ciento, y ahora alcanza a 0,1. Es decir, el patrimonio de la Empresa no ha aumentado a la par con el fuerte crecimiento de la deuda.
Y, asimismo, exhibe en azul lo que ha ocurrido con el patrimonio y, en rojo, lo sucedido con la deuda.
Respecto de las utilidades de ENAP, estas alcanzan -como se observa en el gráfico- a cerca de 300 millones de dólares en 2005; 104 millones, en 2006; 98 millones, en 2007. Luego, se produce una pérdida de más de mil millones en 2008; esta se recupera en 2009 y se obtiene una utilidad de 242 millones, y hasta septiembre de 2010 había una pérdida de 1,4 millones de dólares.
Cabe entender la particularidad del año pasado, en que nos azotó un terremoto, uno de los cinco más fuertes de los que haya registro, lo cual nos obligó a paralizar las refinerías de Biobío y Aconcagua. Esta última estuvo fuera de operaciones por cerca de 2 meses; y la primera reinició su funcionamiento a finales de junio. Esa paralización se sumó a las pérdidas materiales que implicó el terremoto para la ENAP.
A pesar de haber enfrentado un movimiento telúrico de esa magnitud, hasta septiembre se registraban pérdidas por 1,4 millones de dólares, y la administración se ha comprometido a que, en 2010, la Empresa termine con utilidades. Es decir, a pesar del tremendo terremoto que la afectó, concluirá el año con resultados positivos y, por primera vez en cuatro años, con una disminución de la deuda, la cual estará por debajo de los 4 mil millones de dólares.
En lo que se refiere a la dotación de empleados, nosotros vimos una sostenida caída de los niveles de producción de gas y de petróleo en la Región de Magallanes, en que la planta de personal de la ENAP se mantuvo más o menos constante. Y observamos que en 2006 sí se produjo un fuerte aumento del número de trabajadores.
Asimismo, dentro del Plan Anual de Gestión, el presente año se implementó un plan de desvinculaciones que nos permitió volver a un nivel de dotación cercano al que existía en 2006.
Evolución de la productividad en la Región de Magallanes.
En este gráfico es posible apreciar el número de trabajadores y la producción de petróleo. Y más abajo figura la productividad, donde se puede ver una fuerte caída de esta en Magallanes, la que se revierte a partir de 2010. Dicha caída se explica, lógicamente, por el aumento de los costos. No obstante, el año recién pasado logramos revertirla en forma exitosa con un pequeño incremento de productividad.
El EBITDA nos muestra la situación de la ENAP, donde aparecen las utilidades antes de intereses, impuestos, depreciaciones, etcétera. Y solo en 2008 la Empresa tuvo una importante pérdida por cerca de mil millones de dólares.
A continuación, tenemos el Plan de Gestión de la ENAP que está centrado en cinco focos principales:
Seguridad. Aquí hay un fuerte énfasis en la seguridad de los trabajadores y de las personas.
Gestión de costos y competitividad.
Atención de clientes.
Sistemas de gestión internos.
Y desarrollo de competencias técnicas críticas y desempeño de las personas.
El Plan Anual de Gestión 2010-2012 se halla aprobado. Este básicamente contempla agregar valor a la ENAP, a través de distintas medidas, por más de 500 millones de dólares.
¿Qué tipo de medidas? Se ha estado trabajando en varios hitos para, de alguna manera, agregarle valor a la Empresa.
En primer lugar, figura la Política Corporativa de Seguridad y Salud Ocupacional. O sea, se consolida en ENAP una fuerte política sobre esos aspectos.
Luego, se halla la Puesta en Marcha de las Refinerías, que fueron afectadas por el terremoto del 27 de febrero pasado. Al respecto, hubo un compromiso muy grande de los trabajadores y de la administración de ENAP en cuanto a ponerlas en operación en el menor plazo posible.
Aquí es preciso destacar el compromiso, tanto de la administración como de los trabajadores, de hacer funcionar las refinerías en un tiempo récord, disminuyendo con ello los perjuicios que podría experimentar la Empresa.
En seguida, hay que destacar la política de Refinanciamiento de Pasivos que mostramos en gráficos anteriores. Sobre este particular, se reestructuró la deuda de corto plazo, que tenía vencimientos en 2010, 2011 y 2012, y se negoció a largo plazo. Con ello se obtuvo un importante ahorro en los costos financieros que ha debido pagar la Empresa y, al mismo tiempo, se logró un mayor período de maduración de la deuda, que pasó de 4 a 10 años.
Asimismo, se ha estado trabajando -como vamos a mostrar- con los nuevos Contratos Especiales de Operación. Como Sus Señorías habrán leído en la prensa, en diciembre, ENAP anunció la apertura de nuevos contratos de exploración petroleras, invitando a empresas privadas a asociarse para aportar capital de riesgo.
Entre las medidas de gestión figura la captura de brechas operativas y de optimización de refinerías.
La ENAP tiene mucho que aportar. Y, definitivamente, en el directorio hemos detectado que hay diversas áreas en que podemos seguir avanzando y capturando valor para la Empresa, que es de todos los chilenos. Y la administración se halla comprometida en ello para que ENAP sea una empresa rentable y viable para el país.
Otra medida es el incremento de volúmenes de producción de crudo y gas.
Asimismo, respecto a la venta directa de GNL a terceros, hay que recordar que la Empresa Nacional del Petróleo participa en el Terminal de GNL-Quintero -es dueña del 20 por ciento-, y tiene un contrato de capacidad con este último. Por lo tanto, puede vender gas a terceros. Conforme a lo anterior, a finales del año pasado suscribió un contrato de venta de gas con Colbún, lo cual le ha significado un tremendo beneficio en términos de mayor seguridad eléctrica, menores costos de generación.
Es muy importante también destacar la nueva política comercial que está aplicando la ENAP, la cual apunta a varios frentes.
En primer lugar, a comienzos de 2010 aplicó una nueva política comercial con sus clientes las empresas distribuidoras de combustibles -las distribuidoras de bencina-, y se estableció un sistema de precios en función del tipo de contratos suscritos. ¿Qué tipo de contratos? De largo plazo, a firme. Así, las distribuidoras -COPEC, Shell, Terpel, etcétera- obtienen mejores condiciones de precios en la medida que garanticen una compra de mediano o de largo plazo. Y si quieren comprar a corto plazo, hay políticas más ajustadas.
Dentro de esa nueva política comercial se encuentra asimismo la reestructuración de los contratos de venta de gas en Magallanes.
En cuanto a la nueva ronda de licitación de contratos especiales de operación petrolera (CEOP), básicamente se invitó a empresas internacionales a asociarse con la ENAP en áreas donde tiene algún nivel de actividad, que corresponden a 5 bloques.
En mi concepto, es muy relevante destacar la valorización de las cuentas de gas en Magallanes.
El siguiente gráfico muestra la cuenta promedio del gas para distintas distribuidoras.
Esencialmente, vemos que la cuenta promedio del gas que se entrega a través de redes es del orden de 22 mil a 25 mil pesos en las diferentes Regiones del país, cuyos niveles de consumo registran una diferencia sustancial.
Respecto al nuevo contrato de suministro de gas suscrito por la ENAP con Gasco, podemos decir que la cuenta promedio para un habitante de Magallanes, que a diciembre de 2010 era cercana a 22 mil pesos, ahora subiría a alrededor de 25 mil 500. Para el mismo nivel de consumo -esto es de gran importancia-, la cuenta en Santiago sería de sobre 190 mil pesos.
El consumo de gas de una familia promedio en la Duodécima Región es 9 veces mayor que el de una familia promedio en el resto del país.
Este gráfico nos muestra cómo ha ido evolucionando el precio del gas a lo largo de todo Chile con relación al de Magallanes. Y vemos que a partir de 2000 en esa Región era la quinta parte del existente en el resto del país, y el año 2010, la octava parte del de las demás Regiones.
Entonces, siguiendo la línea de los precios del gas a nivel internacional, podemos señalar que, si bien ha subido en todo Chile, en Magallanes quedó -por así decirlo- congelado y no se elevó a la par con los costos de producción y los valores mundiales de ese combustible.
¿Cuánto nos cuesta el gas importado?
Aquí tenemos una referencia de lo que pagamos por el internado desde Argentina o lo que nos costaría importarlo a través de barcos que traen GNL.
El precio del gas importado es de aproximadamente 12 dólares por millón de BTU. ¿Cuánto se cobra por el gas en Magallanes? Antes el precio era 1,2 dólares por millón de BTU; con el nuevo contrato se eleva a 1,7 dólares.
¿Qué significa ese precio especial para los consumos residenciales? Que existe un apoyo importante de la ENAP en términos de mantener una condición excepcional de tarifa de gas con descuento para los consumos de tal índole.
Si en Magallanes se acabara el gas por el freno a las inversiones en actividades de exploración y de producción de ese combustible, tendríamos que comprarlo para esa Región a un precio de 12 dólares por millón de BTU. Y eso...

El señor PIZARRO (Presidente).- Perdón, señor Ministro: ¿cuánto tiempo más necesita para cerrar su intervención? Porque ya lleva 25 minutos.

El señor RAINERI (Ministro de Energía).- Dos minutos. Estoy terminando.

El señor PIZARRO (Presidente).- Muy bien.

El señor RAINERI (Ministro de Energía).- Entonces, señor Presidente, es importante tener claro que se debe mirar el desarrollo de largo plazo de la Región de Magallanes. No podemos ser miopes y concentrarnos en un beneficio de corto aliento, sin considerar sus efectos en el desarrollo regional de largo plazo.
Si queremos levantar a Magallanes, es muy relevante una señal de precios razonable y que permita, al mismo tiempo, incentivar inversiones en exploración y producción gasífera, que constituyen la principal actividad económica regional.
Por lo tanto, el alza tarifaria es moderada. Se mantiene una condición muy especial para el consumo residencial: por debajo de los 1.000 metros cúbicos, donde se halla sobre 90 por ciento de la población, un precio significativamente menor que el internacional o que el costo de traer el gas a través de barcos de GNL, y, eventualmente, mucho más bajo que si debiésemos sustituirlo por gas licuado.
Importa sobremanera tener conciencia de que con el nuevo contrato se busca levantar a Magallanes, atraer inversiones hacia la Región. Porque existe preocupación por su desarrollo de largo plazo, por las inversiones en las actividades de exploración y de producción gasífera.
Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).- Le agradecemos su exposición, señor Ministro.
Varios señores Senadores han solicitado la palabra.
Vamos a partir por el Honorable señor Bianchi, quien, además del tiempo que le corresponde, dispone del asignado al Comité Partido Radical Socialdemócrata e Independiente, que le fue cedido. En total, 8 minutos.
Tiene la palabra Su Señoría.

El señor BIANCHI.- Señor Presidente, lamento el escaso tiempo que tenemos para abordar una materia tan compleja como la que ahora nos convoca.
Primero, deseo saludar a la gente de nuestra Región. Hoy, a través de TV Senado y de la televisión regional, Magallanes está viendo y siguiendo paso a paso el desarrollo de esta sesión especial. ¿Por qué? No precisamente por lo que acaba de señalar el señor Ministro de Energía, sino por todo lo contrario. Es decir, la preocupación que existe actualmente en Magallanes no es de ciencia ficción, ni tampoco deriva de falta de entendimiento del verdadero problema que subyace detrás de todo lo explicado en detalle por ese Secretario de Estado.
Modificaré la presentación que preparé, señor Presidente, a fin de ajustarla al tiempo de que dispongo.
En primer término, deseo expresarles al señor Ministro y al señor Gerente General de la ENAP que efectivamente, en materia de gas domiciliario, el objetivo del contrato suscrito el 28 de diciembre fue modificar la modalidad de los anteriores, cuya vigencia era de 5 años. El nuevo se firmó por un solo año, con la clara intención de enmendarlo después de 12 meses, y así sucesivamente.
Precisamente hoy día, la Empresa Nacional del Petróleo ha suscrito un contrato que a todas luces perjudica a Magallanes y a sus habitantes.
La razón es muy simple, señor Presidente.
Cuando el señor Ministro señala que, de los 25 mil metros cúbicos que tenía subvencionados, la Región de Magallanes baja a 1.000 y esto evita que 90 por ciento de la población se vea afectada, eso es verdad.
Pero, señor Presidente, esa es una parte de la verdad.
La otra gran parte de la verdad es que hay un efecto absolutamente nocivo, un efecto completamente negativo, un efecto totalmente dañino para Magallanes. Porque al bajar de 25 mil a 1.000 metros cúbicos se afecta en forma directa el desarrollo de toda esa Región: se perjudica directamente a la empresa monopólica, única distribuidora, de la energía eléctrica y, por ende, habrá no solo un incremento en las cuentas de gas, donde se aplicará un reajuste de casi 17 por ciento, sino que además sobrevendrá un encadenamiento, un efecto dominó que significará para toda la población un aumento similar, igual, en los ámbitos de la electricidad y el transporte público, debido a que se elimina asimismo el subsidio al gas comprimido. Y se generará también un enorme efecto nocivo en todo lo que es la industria de la Región de Magallanes, en la cual, por consiguiente, se registrará un encarecimiento del costo de la vida.
Entonces, que hoy día el Ministro nos plantee que es casi un gesto generoso el acuerdo que celebraron él, en su calidad de presidente del directorio de la ENAP, y los demás directores con la empresa Gasco, sinceramente, no se entiende.
Es más: queremos pedirle que, si el contrato pertinente no se ha firmado todavía, sea estudiado, para revertirlo, modificarlo, a fin de que no debamos enfrentar una situación compleja. Y tan compleja, señor Presidente, que lo que está ocurriendo hoy en Magallanes -y por eso hay tanta tensión allí- podría llevar, en las próximas horas, en los días venideros, a que toda la Región paralizara por esa "inofensiva" enmienda contractual, que no afectaría mayormente a su población, según acaba de decir el señor Ministro, quien hace una comparación tremendamente odiosa.
Señor Ministro, ¡lo invito a vivir un año en Magallanes!
¡En nuestra Región se necesita gas durante los doce meses del año, no solo en la época de invierno! ¡Requerimos más de 15 horas al día para tener calefaccionadas las viviendas! ¡Y también se precisa ese combustible para cocinar los alimentos!
Entonces, comparar nuestro consumo de gas con el que se registra en Santiago de Chile no solo es odioso, sino que además demuestra una total falta de compromiso para con una Región tan importante, tan estratégica, como la de Magallanes, ¡que también es chilena, señor Ministro!
Por lo tanto, nos sentimos realmente afectados por la determinación que el directorio de la ENAP tomó un 28 de diciembre, ¡Día de los Inocentes...!
Por desgracia, esta mañana los minutos escasean. Entonces, más adelante me referiré a la cuestión laboral en la Empresa Nacional del Petróleo.
Ahora voy a señalar, señor Presidente, que la medida que se está tomando es de verdad inentendible.
Lo que está ocurriendo hoy es que los próximos cinco bloques se les entregarán a empresas privadas sin mediar licitación. Y, curiosamente, en esos cincos lugares geográficos hay casi 400 pozos productivos de gas, 22 de los cuales están siendo trabajados actualmente por la propia Empresa Nacional del Petróleo con resultados positivos.
Por lo tanto, señor Presidente, se están entregando 400 pozos a empresas privadas. Y tendremos el mismo milagro que ocurrió con la empresa GeoPark, a la que la ENAP le decía: "No hay gas. Tome: le entrego el pozo" Y a los meses se registró el milagro: ¡se empezó a descubrir gas! ¡Y ahora dicha empresa produce un millón de metros cúbicos al día, que los vende a la empresa Methanex!
Entonces, señor Presidente, ¡duele ver esa situación!
Primero, duele ver que no haya habido una licitación; que no se transparente la situación, y que no se conozca lo que hay detrás de todo esto.
En paralelo, tenemos una situación perversa con los trabajadores: más de 400 despedidos a lo largo del país; sobre 240 en nuestra Región de Magallanes.
Yo pregunto, a renglón seguido: señor Ministro, señor Gerente, ¿van a continuar los despidos en el mes de marzo?, ¿se seguirán tercerizando las funciones para que en definitiva la ENAP no sea el verdadero protagonista en materia energética, en materia de hidrocarburos en la Región de Magallanes?

El señor PIZARRO (Presidente).- Perdón, señor Senador, pero ya usó todo el tiempo de que disponía.
Tiene un minuto para redondear su planteamiento.

El señor BIANCHI.- No es tan fácil exponer en tan poco tiempo.

El señor PIZARRO (Presidente).- Lo sé, Su Señoría.

El señor BIANCHI.- Está bien, señor Presidente.
Desafortunadamente, no tenemos el espacio necesario. Pero, en todo caso, debo hacer una pregunta desde el punto de vista geopolítico: señor Gerente General de la ENAP y señor Ministro, ¿le han manifestado al señor Presidente de la República qué va a pasar si ustedes determinan cerrar la refinería San Gregorio?
¡La Patagonia quedaría en total dependencia del hermano país, Argentina, en materia energética!
Bueno: hay allí, obviamente, responsabilidades.
Pero aquí los verdaderos responsables, señor Ministro y señor Gerente General de la ENAP, tienen nombres y apellidos. Hay una plana ejecutiva que actuó con enorme irresponsabilidad en esta materia. Y hoy nos encontramos en la situación actual de la ENAP debido al espantoso manejo de señores ejecutivos que aún están dentro de ella y no han pagado ninguna de sus irresponsabilidades en esta materia.
¡80 millones de dólares botó el Estado en Lago Mercedes!
¿Qué ocurrirá ahora con Lago Mercedes? Es uno de los pozos que se van a entregar a privados.

El señor PIZARRO (Presidente).- Perdón, señor Senador, pero concluyó su tiempo adicional.

El señor BIANCHI.- Desafortunadamente. Y lo lamento muy de veras, señor Presidente.
En todo caso, espero que el señor Ministro y el señor Gerente General de la ENAP respondan mis interrogantes, porque ello es de gran significación para el futuro energético de la Región de Magallanes.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Muñoz Aburto.

El señor MUÑOZ ABURTO.- Señor Presidente, hace algunos años empezaron a surgir diversas informaciones en el sentido de que la Empresa Nacional del Petróleo enfrentaba una crisis financiera.
Posteriormente, informes contables ratificaron la existencia de un déficit importante. Y si bien pueden existir otras causas que lo expliquen parcialmente, las principales, sin duda, radican en las drásticas variaciones experimentadas por los precios de los hidrocarburos en los mercados internacionales y la contribución de la empresa a sostener el abastecimiento de combustible a valores razonables durante la crisis del gas argentino de los últimos años.
Eso nadie lo dice, y tampoco nadie lo reconoce.
Hoy asistimos a un problema grave para la Empresa y para el país. La ENAP requiere una fuerte inversión para recuperar su capacidad operativa y reorientar sus operaciones. Y la actual administración se ha mostrado poco dispuesta a hacerla; más bien apunta hacia la privatización.
El Gobierno actual señaló en su campaña la clara intención de incorporar capital privado a la Empresa, en un porcentaje menor de participación, que podría llegar a 20 por ciento, como lo expresó el candidato Sebastián Piñera en julio del año 2009, ante un selecto grupo de empresarios, al lanzar su programa económico.
Pese a que procuró tranquilizar a los trabajadores indicando que la Empresa seguiría siendo estatal, ello fue un juego de palabras que el propio candidato aclaró. Si se enajena el 20 por ciento, la propiedad sigue siendo pública. Sin embargo, es evidente que, rompiéndose el principio de la propiedad íntegramente estatal, el asunto se vuelve una mera discusión numérica, donde el 20 por ciento puede pasar a ser 30, y así hasta el 49 o incluso más.
Tal está ocurriendo hoy con las sanitarias. No queremos que lo mismo suceda con la ENAP.
Nos preocupa profundamente esta visión, la misma que se halla detrás de los numerosos despidos, que llegan a más de 470 en Magallanes y afectan no solo a igual número de familias, sino también al comercio y diversos servicios de nuestra Región.
Señor Presidente, ¡los despidos deben detenerse!
Se manifiesta que llegarán a 530, lo que es demasiado, más aún cuando muchas labores persisten y están siendo externalizadas.
¡Esta es la nueva forma de gobernar la empresa, la cultura del retail en las empresas públicas: precariedad, inestabilidad, reducción de derechos!
Se ha llegado a sostener que gran parte del déficit radica en la planilla de sueldos, mostrándose a la prensa cifras insólitas y abultadas al promediarse a trabajadores con ejecutivos. Ello lo han hecho estos últimos en todos los periódicos del país, y así han presionado al personal para que algunos renuncien voluntariamente y otros sean incluidos en la lista de despidos.
Lo que allí no se dice es que en la Empresa se registran 31 trabajadores por cada ejecutivo, y eso es lo que implica costos muy altos y abulta la planilla. Sin embargo, se despide, fundamentalmente, a técnicos, administrativos y profesionales.
Peor aún, existen decisiones estratégicas que no se entienden, como la de que la Gerencia de Exploración se encuentre en Santiago. ¿Qué yacimiento, planta o gasoducto de relevancia se sitúa en la Capital? ¿Qué hace un gerente a 2 mil kilómetros de su principal centro productivo?
Y el personal se hace una pregunta: ¿Ha ido alguna vez el Gerente General, Rodrigo Azócar, a reunirse con los trabajadores de la Empresa Nacional del Petróleo en Magallanes? ¿Sabe cuántas son las operaciones que está llevando a cabo la ENAP en la Duodécima Región? Se estima que no.
Lo mismo ocurre en el caso de la refinería de San Gregorio, dirigida administrativamente desde Santiago a través de una filial.
Es esta visión financiera y tecnocrática la que nos inquieta, porque conducirá a ENAP a los privados. El asunto energético se vuelve un ejercicio numérico, donde no se aprecia como una preocupación y, por tanto, una inversión del país en su desarrollo.
Las señales provenientes del Ejecutivo son evidentes. Más allá del mensaje directo del Presidente Piñera durante su campaña, tenemos otros tan claros como la poco afortunada frase que pronunció al visitar, hace algunos meses, un pozo de la empresa privada GeoPark en la zona. Al referirse a las perspectivas de hallar nuevos pozos y a los éxitos de los privados en tales labores, afirmó: "Lo que pasa es que hay que saber buscar", en clara alusión a que los particulares obtendrían mejores resultados que la empresa pública. Más claro, imposible.
Lo que no dijo el Primer Mandatario es que estos últimos, que parecen tan eficientes, son, en su gran mayoría, ex ejecutivos o técnicos de ENAP. ¿Es saber buscar o saber cuándo encontrar?

El señor PROKURICA.- ¡Eso...!

El señor MUÑOZ ABURTO.- Ello es consecuencia de la decisión de dejar la exploración fundamentalmente en privados, entregando los bloques en contratos: los denominados CEOP, que minimizan la inversión y, por tanto, el riesgo, pero también la posibilidad de utilidades. ENAP es un socio minoritario. No gasta, pero, a la larga, gana muy poco y cede un activo fundamental.
Si se desea potenciar la Empresa, no se debe continuar abusivamente con la lógica de los CEOP, especialmente en Lago Mercedes o en los cinco nuevos bloques que se sabe que pretenden licitarse y en que las perspectivas de explotación comercial son altas.
A lo que aspiramos los magallánicos y los trabajadores de la Empresa Nacional del Petróleo es a que esta invierta en esos bloques. No puede ser que se boten los 80 millones de dólares gastados en el de Lago Mercedes -como ya lo subrayó el Senador señor Bianchi- y que no se quiera continuar explotándolo.
Tampoco debe desmantelarse la entidad con la venta de activos como las barcazas, que aún prestan servicios, o incluso, como se ha señalado ya en algunos medios de prensa capitalinos, la propia refinería de San Gregorio. ¡Se pretende desprenderse de tres de esas embarcaciones!
Señor Presidente, Honorables colegas, ENAP, una empresa fundamental, vital para Chile y su abastecimiento energético, se encuentra hoy atada de manos, en una crisis de financiamiento que afecta gravemente su futuro.
El Gobierno no tiene una decisión clara acerca de la entidad, o si la tiene -como lo anticipó el Primer Mandatario al lanzar su programa económico-, no ha querido darla a conocer en forma precisa o busca un buen momento para hacerlo, una vez que mejore el balance.
Creo en el futuro de ENAP, en sus trabajadores y técnicos, y, especialmente, en su importancia para la Región de Magallanes y nuestro país. Por eso, estimo que debe adoptarse la determinación estratégica de no desmantelarla ni privatizarla, sino, por el contrario, de avanzar hacia su transformación en una gran empresa nacional de energía, con un fuerte énfasis en la exploración y explotación.
Lo anterior se relaciona, por una parte, con los hidrocarburos, que han sido su ámbito principal, en el cual se comprende un yacimiento de gran importancia como Lago Mercedes, por ejemplo, cuya explotación se encuentra pendiente a la espera del mejoramiento de las condiciones de transporte, sobre la base de compartirse costos con otros bloques del sector; pero, por la otra, y fundamentalmente, con el aprovechamiento de energías renovables no convencionales, como las muchas existentes en Chile y respecto de las cuales ENAP debe abrirse espacio.
Debe modificarse el giro, en efecto, para que la Empresa opere en otras energías. Puede y debe participar en la explotación eólica, mareomotriz y geotérmica. Ello no solo la potenciaría, sino que, a la larga, también sería un beneficio para el país en recursos humanos, en ciencias, en tecnología.
Más aún, creo que ENAP necesita ampliarse a la comercialización. Mucho se habla del ejemplo de Petrobras, pero poco de que sin entrar directo en dicha función se pierde buena parte de la economía a escala y la cadena de valor que se logra. El futuro de la Empresa requiere, inevitablemente, que actúe en ese plano respecto de los combustibles.
Sin embargo, me interesa destacar otra materia. A ENAP le corresponde un rol indispensable como reguladora y herramienta del Estado en un ámbito tan relevante para el sector productivo como el de la energía. Así se demostró en la pasada crisis. La situación hubiera sido muy distinta sin contar con este factor en el mercado.
Y quiero detenerme aquí para señalar lo que está ocurriendo en Magallanes.
La Empresa provee de gas a Gasco, la distribuidora local de ese combustible. Por años ha subsidiado el precio...
Perdón, el Ministro señor Raineri me señala que el subsidio no existe.
Tenemos que consignar que los ingresos de ENAP han mermado en una cantidad aproximada de 20 millones de dólares anuales, cifra significativa, pero menor en el balance, y ciertamente baja para un país que debe apoyar la subsistencia de quienes residen en una zona tan apartada y de importancia geopolítica, la cual ningún Gobierno le ha dado a la Región de Magallanes, al contrario de lo que ocurre en la Patagonia argentina y las provincias fueguinas, que ya nos están triplicando en población.
Pues bien, en el último contrato entre la Empresa y Gasco, la petrolera pública ha decidido dejar de sostener el precio y ha aplicado un reajuste de 16,8 por ciento, augurándose, por tanto, una fuerte alza en los valores tanto a nivel residencial como industrial.
Creo que aquí lo fundamental es destacar -y resulta ser una pésima noticia, porque se rompe un principio de responsabilidad social y de compromiso del Estado con sus habitantes, que lo requieren en forma indispensable- que se ha dejado a los magallánicos librados a su propia suerte. Mientras se subsidian paneles solares, autos híbridos y el transporte de los santiaguinos, el gas vital para esa Región elevará sus precios ante la desidia y escasa sintonía de las autoridades locales con el problema que se plantea.
El Secretario Regional Ministerial de Gobierno, Miguel Schweitzer, al igual que como lo ha hecho el señor Ministro hoy día en la mañana, ha indicado que "no hay que olvidar que Magallanes paga hasta ocho veces menos que el resto del país y que con esta alza"...

El señor PIZARRO (Presidente).- Su Señoría ya ocupó todo el tiempo de su bancada, más el minuto que se le dio.

El señor MUÑOZ ABURTO.- Solo pido terminar, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).- No puedo hacer excepciones, como no la hice con el Honorable señor Bianchi.

El señor MUÑOZ ABURTO.- Necesito diez segundos para concluir.

El señor PIZARRO (Presidente).- Los tiene.

El señor MUÑOZ ABURTO.- Señor Presidente, Honorables colegas, lo que hemos expuesto con el Senador señor Bianchi y que no hemos podido desarrollar a cabalidad es lo que está ocurriendo en Magallanes. En efecto, si no se resuelve la cuestión del precio del gas, va a haber una paralización, una movilización, y se dará el caso de que una Región va a empezar a mirar hacia otros lugares y no hacia el centro del país.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Prokurica.

El señor PROKURICA.- Señor Presidente, felicito, en primer lugar, a quienes han solicitado esta sesión especial, la que agradezco, porque nos permitirá hacer un análisis de la realidad de una de las empresas que, a mi juicio, es una de las más importantes del país, como la ENAP.
En lo personal -y quiero dejar establecido que este no es un tema político-, he sido extraordinariamente crítico siempre de la manera como la entidad ha sido manejada durante las últimas décadas. Los resultados se hallan a la vista y lamento que ello no se haya contemplado en los discursos de los señores parlamentarios: su deuda llega hoy a casi 4 mil millones de dólares y su patrimonio no supera los 400 millones.
En forma literal, podríamos decir que cualquier otra empresa que no fuera estatal se encontraría técnicamente quebrada. Y ello no es necesario explicarlo, pues basta demostrar con las cifras cómo esta y otras del Estado, durante las Administraciones de la Concertación, se entregaron a diversas prácticas que a veces cuesta entender, pero que al final registran la misma realidad.
Al menos dos Presidentes de la República pertenecientes a dicha coalición política anunciaron a través de los medios de comunicación, en varias oportunidades -tal como lo ha manifestado el Senador señor Bianchi-, que el país completo se iba a abastecer fruto de los hallazgos de gas por ENAP en Magallanes. ¡Fue justo antes de las elecciones...!
¿Qué ocurrió? ¡Nada, señor Presidente! No salió ni una molécula de gas de esos pozos. Es más, se perdieron más de 80 millones de dólares en ellos, que hoy no producen nada.
Este no es el único ejemplo del mal manejo en las empresas del Estado durante la década pasada. No voy a mencionar todos los casos, porque no me alcanzaría el tiempo, pero quiero agregar uno solo, el cual, para mí, para la Región de Atacama y para el norte del país, es muy importante: el desastre causado por la Concertación en la Empresa Nacional de Minería, que fue realmente increíble, similar al caso que nos ocupa.
A la ENAMI la endeudaron en forma artificial, con objetivos muy poco claros, y provocaron que la entidad, tan relevante para esa zona, perdiera más de 70 por ciento de su patrimonio, generando un daño extraordinariamente grave a toda la pequeña y la mediana minerías, pero de modo especial a decenas de ciudades y poblados que viven de esta actividad económica.
Sin embargo, hoy nos corresponde analizar la situación de la ENAP, lo que paso a describir de manera rápida.
En el año 2008, la Empresa sufrió tal vez uno de sus peores escenarios financieros, registrando pérdidas por más de 950 millones de dólares, derivadas de aumentos de costos, variaciones en los precios del crudo y diferencias de cambio.
¿Por qué la administración no adoptó las medidas que entrega el mercado para evitarlo? Francamente, no lo sé.
Ese mal resultado fue dejado atrás con la implementación de una reducción de costos durante 2009, lo que favoreció la obtención de unos 250 millones de dólares en utilidad.
De las memorias de la entidad se puede concluir que, hasta el momento, el peor negocio implementado por la ENAP es SIPETROL, en donde cada año se gasta más y se produce menos. En efecto, durante 2009, mientras los gastos operacionales subieron en 23 millones de dólares, SIPETROL obtuvo utilidades por 13,7 millones de dólares, o sea, un 28 por ciento menos que en 2008. Las causas de ello, según los informes de la propia empresa, son los resultados negativos en las exploraciones realizadas en diversas partes.
No quiero hacer mayor referencia a las pérdidas, cercanas a los 50 millones de dólares, en Colombia.
En varias ocasiones, en la Comisión de Minería le preguntamos sobre el particular a la administración de la ENAP, muchos de cuyos integrantes, lamentablemente, todavía permanecen en la Empresa, tal como lo hizo presente mi Honorable colega Bianchi. Nos respondieron que en Chile no había petróleo, por lo cual exploraban en Egipto, en Irán, en Colombia y en Ecuador.
Espero que lo anterior no sea así, porque es algo que también se manejó muy mal.
Durante 20 años, señor Presidente, la Concertación se dedicó a hacer una administración poco clara, política y no económica, de las empresas públicas. Y voy a demostrarlo.
Estas entidades fueron utilizadas como pagadoras de favores políticos. Prueba de ello es la repartija que se hizo de los cargos de director. Con ese propósito se usó mucho a las sanitarias, que hoy día quieren cuidar y que afirman que no se deben vender.
Por ejemplo, en un reportaje realizado hace un tiempo por un medio de comunicación se informó que los directorios se repartían de la siguiente manera: de 49 cargos, 22 correspondían a la Democracia Cristiana; 15, al PPD; 6, a los socialistas y 6 al Partido Radical.
La historia de la ENAP, al igual que la de otras empresas públicas, presenta hechos lamentables -por decir lo menos y de una manera suave-, asociados a la mala administración. Es preciso recordar que, en el año 2000, la entidad se vio envuelta en el pago de cuantiosas indemnizaciones a los ejecutivos, lo que fue denunciado por el Consejo de Defensa del Estado. En lo personal, presenté querellas respecto de algunos de estos gerentes que se resarcieron en forma millonaria con cargo a una empresa que perdía y perdía recursos.
Algo similar ocurrió en otras entidades públicas. Recordemos las millonarias indemnizaciones pagadas a altos ejecutivos en Correos, el Banco del Estado y el Metro. Muchos de estos casos se dieron a fines de un Gobierno y a comienzos de otro: 1993 y 1994, 1999 y 2000.
Tanto fue el revuelo que el Presidente Lagos, durante su período, ordenó a ejecutivos devolver los recursos involucrados. Por desgracia, ello no sucedió.
No se puede repetir lo que ocurrió por mucho tiempo con ENAMI, donde, como lo expliqué hace un momento, se perdió el patrimonio a causa de un endeudamiento totalmente artificial.
Otro hecho que marcó la historia de la ENAP aconteció a principios de 2009, cuando la Contraloría General de la República declaró inviables los pozos gasíferos del Lago Mercedes, en los que la Empresa, entre 2004 y 2008, gastó -como dije- 80 millones de dólares en exploración. Al menos dos Presidentes de la República anunciaron que se iba a contar con abastecimiento.
Hoy, la condición de la entidad podría ser mejor. El primer semestre de 2010 arrojó pérdidas por unos 70 millones de dólares, influidas fuertemente por los cerca de 150 millones a que ascendieron las ocasionadas por el terremoto del 27 de febrero del año pasado, como lo explicó muy bien aquí el señor Ministro. Sin embargo, la situación ha ido cambiando poco a poco. Según el informe del tercer trimestre de 2010, al 30 de septiembre se registraban utilidades por 62 millones de dólares, lo que reducía las pérdidas del año a solo 8 millones.
Como lo planteó el Ministro señor Raineri, queremos tener una empresa estatal, pero que sirva a Chile, a todos los chilenos, y no solo a un grupo que la manejó por mucho tiempo y obtuvo beneficios.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Rincón.

La señora RINCÓN.- Señor Presidente, estimados colegas, la sesión especial que hoy nos reúne tiene por objeto discutir y analizar en detalle la situación por la que está pasando la Empresa Nacional del Petróleo.
Hace unos pocos meses se discutió en la Comisión de Minería un proyecto de ley, en segundo trámite, que apuntaba a cambiar la dependencia administrativa de la entidad y a traspasarla desde el Ministerio de Energía al de Minería.
Los Senadores de la Concertación que formamos parte de ese órgano técnico -los Honorables señor Gómez y señora Allende y quien habla- decidimos rechazar la iniciativa, fundamentalmente porque nos pareció que en el tratamiento del asunto se estaba poniendo, como se dice en buen chileno, "la carreta delante de los bueyes". Ello, porque teníamos y tenemos la convicción de que el debate verdadero radicaba en saber lo que iba a hacer el Gobierno con esta importante empresa del Estado, cómo iba a encarar la deuda que ella arrastra y cómo vamos a enfrentar la discusión respecto de la necesidad de modificar su gobierno corporativo.
Cuando señalamos nuestros planteamientos en la Comisión, solicitamos que fueran recibidos los trabajadores, escuchamos a los Ministros y, al final, rechazamos el proyecto y convencimos al Gobierno de que era imposible imponer su postura. Frente a lo anterior, el Ministro señor Golborne llevó a cabo lo que tanto se le ha criticado al Presidente de la República -y que hoy recogen las encuestas- y a parte importante del Gabinete, sentarse a conversar, escuchar a las partes y buscar puntos de coincidencia para hallar soluciones.
El señor Ministro llegó a un acuerdo con los Senadores de la Concertación para congelar el debate respecto de la dependencia administrativa de la ENAP y avanzar derechamente en la importante discusión acerca de la forma como fortalecemos a esta empresa del Estado y cómo permitimos que una entidad semejante compita en igualdad de condiciones con las grandes transnacionales del petróleo en nuestro mercado interno.
¡Punto para el Ministro señor Golborne! ¡Claro que sin la publicidad de los 33...!
Señor Presidente, estimados colegas, me parece que para entender la cuestión central debemos hacernos una pregunta que, en mi opinión, clarifica todo su trasfondo: ¿qué se halla en juego en la discusión sobre la ENAP?
Cualquiera que nos escuchara diría que el debate que llevamos a cabo solo tiene que ver con malos manejos económicos; con una empresa quebrada, que agarra el hilo más delgado de todas las ramas del negocio del petróleo y con poco patrimonio, etcétera.
En verdad, creo que no se trata de lo que plantea el Senador Prokurica. Lo que queremos de ENAP es mucho más que eso.
Por cierto, podríamos dedicarnos a debatir cómo el Gobierno actual asigna a dedo los contratos o cómo compra casas al doble del precio de mercado. Pero se lo dijimos en la Comisión a ambos Ministros, tanto al de Minería como al de Energía: la verdadera discusión, la de fondo, es cuál es el rol que el Estado y su empresa ENAP van a jugar en el futuro energético de Chile.
El debate acerca de la energía, acerca de la matriz energética, ha llenado las páginas de todos los diarios los últimos tres años; ha ocupado y preocupado a los Senadores y Senadoras desde hace ya largo tiempo. Matices más, matices menos, el Estado obligó a ENAP a sobreabastecerse el 2008, cuando nuestro país enfrentó una larga sequía, el mismo año en que Argentina nos cortaba el gas. ENAP cumplió su rol como empresa del Estado cuando los argentinos nos cerraban la llave. La discusión de fondo es qué vamos a hacer en materia energética y qué rol van a jugar en ello el Estado y la ENAP.
Los Senadores de la Democracia Cristiana creemos que la energía no puede ser una mercancía, sino que debe ser considerada un derecho humano al que todas las personas, al que todos los chilenos y chilenas tengan acceso. No somos partidarios de que la energía quede al solo arbitrio del mercado, del lucro, de los buenos negocios. Para que ello no suceda y para que les aseguremos a nuestros hijos e hijas, nietos y nietas y a las generaciones venideras acceso universal, a precios asequibles y razonables, a la energía, el Estado tiene un rol que cumplir y no es precisamente de espectador. Hoy tenemos acceso al gas porque el Presidente Lagos pudo recurrir a ENAP para que encabezara un pool de compradores y fuera viable el GNL Quintero, en una asociación público-privada. Luego de tener que comprarle gas a Argentina, hoy los analistas señalan que es muy probable que terminemos nosotros vendiéndoles gas a los argentinos.
La ENAP es importante para Chile. La ENAP es el instrumento por excelencia que el Estado tiene no solo para extraer gas, buscar petróleo en el mundo o refinar crudos en Concón, Biobío o Magallanes, sino para reimpulsar nuestra matriz energética. Energía para todos, energía para Chile, es con la ENAP en la geotermia; es con la ENAP en la búsqueda, transporte y distribución de gas; es con la ENAP impulsando la energía eólica, solar, por mareas, en el subsuelo marino; es con la ENAP, no ya como una "Empresa Nacional del Petróleo", como reza la ley que la creó hace ya más de 50 años, sino como una "Empresa Nacional de Energía", distinta. Nos admiramos de Petrobras. Bueno, esa es una empresa en Brasil que no tiene las manos atadas, a diferencia de lo que ocurre con nuestra ENAP.
El acceso a la energía es un derecho humano. La energía posee una dimensión social porque las personas tienen derecho a una buena calidad de vida, a una vida digna (y el Estado tiene el deber de procurarla), lo cual se obtiene con acceso a la energía. ¿Qué chileno o chilena, qué niña o niño de nuestra patria se puede desarrollar sin esto último? ¿O no hemos escuchado hasta el cansancio a los analistas económicos decir que nuestro país no puede seguir creciendo si no aumenta su matriz energética? Y ese crecimiento, ¿no debe ser también para nuestros niños y niñas?
Los países y las personas tienen necesidades energéticas, pero ¿pueden unos y otras pagar cualquier precio por la energía? Si dejamos todo al arbitrio del mercado, ella tenderá a ser cada vez más cara. ¿Qué han hecho los países desarrollados? No renunciar a la tutela, a la gestión y a la autoridad del Estado en esta materia.
No nos equivoquemos: no hipotequemos el futuro de las generaciones venideras entregando solo al mercado la energía que es para todos; no le quitemos al Estado uno de los pocos instrumentos que le quedan para que una parte de la energía, actual y futura, se les garantice a todos en nuestra patria; no le quitemos a la ENAP una tarea que las próximas generaciones nos reclamarán.
Dos batallas tendrá el mundo en los próximos años, dos batallas ya tiene el mundo hoy: la batalla por el acceso a las fuentes de agua dulce y la batalla por el acceso igualitario y universal a la energía.
¿Vamos a dejar todo en manos del mercado? ¿Vamos a volver a cometer el mismo error que cometimos con el cobre hace unas décadas?
Mucho se habla aquí del desarrollo económico, pero estoy convencida de que este no podrá ser estable si el Estado no impulsa la energía. Y sin desarrollo económico no hay desarrollo humano posible. Es cierto que nadie tiene la solución al problema de la matriz energética de Chile, ni una varita mágica para prender la luz en nuestro país. Nadie se halla en posesión de la verdad absoluta en esta materia. Cada sociedad tiene su propia realidad y debe construir su matriz energética. Pero, ¿toda privada, o con el Estado solo como regulador?
Para que haya desarrollo económico es fundamental contar con energía de calidad y en cantidad suficiente, como respuesta a las necesidades del país, pero, finalmente, como respuesta a las necesidades de las personas.
Sabemos que a algunos les gustaría que el Estado no participara en estos campos, que la ENAP no estuviera explorando nuevas fuentes energéticas, que ojalá el Estado, pequeño y sin poder, se concentrara solo en regular. Hay quienes no se cansan de buscar nuevos negocios, pero hay cosas que no pueden ser una mercancía, sino que deben ser consideradas un derecho humano.
Hace unos días nos enteramos de los nuevos términos del contrato de venta de gas en Magallanes, de ENAP a Gasco, lo que implica más de 20 por ciento de alza en el precio del gas domiciliario en la Región. Nuestros parlamentarios, encabezados por la Diputada Goic y el Senador Muñoz Aburto, pero también por el Senador Bianchi y el Diputado Marinovic, han insistido en la necesidad de transparentar los términos de los contratos para tener claridad sobre el precio y condiciones de la negociación.
Señor Presidente, el año 2009 se incluyó a los grandes consumidores en el contrato y, tras las gestiones que realizó la Diputada Goic, se logró con ENAP congelar los términos de dicho instrumento para mantener inalterado el precio el 2010. Durante los Gobiernos de la Concertación no se afectó a los clientes domiciliarios y se logró llevar o acercar el precio del gas a los precios de mercado, porque se entendía que Magallanes requiere un trato preferencial en esta materia, por sus necesidades térmicas, de calefacción, y por ser zona productora.
Se ha tratado de justificar el alza argumentando que se debe cuidar el gas y que hay que generar incentivos para que las grandes empresas petroleras tengan interés en invertir en la zona en exploración y explotación. Este Gobierno privilegia los intereses de las grandes empresas por sobre los de la clase media, de la gente sencilla o del microempresario. Solo por poner un ejemplo, una panadería va a ver incrementada su cuenta en 50 por ciento.
El subsidio que permite tener bajo el precio del gas en la Región es del orden de 15 millones de dólares, lo que no es significativo, sobre todo si se considera que ENAP Magallanes siempre ha mostrado números azules.
Existe un subsidio focalizado, administrado por la Intendencia en conjunto con las municipalidades, que alcanza a 3 mil 200 familias, pero también ha sido recortado. Extraoficialmente se me ha señalado que se eliminaron cerca de 900 familias durante el año pasado, subsidios dirigidos a adultos mayores solos y a familias en extrema pobreza. Se ha denunciado esta situación y se ha oficiado al respecto en la Cámara de Diputados, sin que haya habido respuesta por parte de las autoridades responsables.
Pongo otro ejemplo que va en la misma línea y que se relaciona con el sentido social de este Gobierno: en Lago Verde, comuna de Coyhaique, se han terminado los Programas Pro Empleo. ¿Qué tiene que ver esto con la energía? La verdad es que ello habla mucho de una lógica del Gobierno del Presidente Piñera: la de no entender que debe hacerse cargo de situaciones en las que el Estado no puede sino intervenir.
El Presidente Piñera, en su última visita a la zona, señaló a los magallánicos que podían estar tranquilos, que se iba a mantener un trato preferencial para los consumidores domiciliarios.
¡Otra promesa incumplida del Presidente!
Es bueno decir las cosas con claridad. Los Senadores de la Concertación queremos que el Gobierno nos indique claramente -el señor Ministro debiera responder esto- qué se hará con la ENAP. Lo hemos pedido en la Comisión de Minería y Energía con mis colegas, incluidos los de la Alianza. De antemano, creo necesario expresar que no estamos por privatizar la empresa. Queremos al Estado, por medio de la ENAP, en la discusión de la energía, en los grandes temas del Chile del futuro. Para eso requerimos que siga siendo una empresa estatal, fuerte e integrada, de manera que cumpla el rol de asegurarnos a todos los chilenos la tan preciada y escasa energía que necesitamos para seguir subsistiendo.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Horvath, por seis minutos.

El señor HORVATH.- Señor Presidente, le voy a ceder la mitad de mi tiempo al Honorable señor Bianchi.
Solo quiero complementar el enfoque que han planteado los Senadores Prokurica y Bianchi, en el sentido de aportar una mirada más amplia de la Patagonia chilena, que abarca el 34 por ciento de nuestro territorio, comparándola con la mirada que hacen los argentinos de su Patagonia. La verdad es que, habiendo políticas que claramente van en direcciones contrarias, sin embargo a nuestros vecinos les ha ido muy bien, porque han logrado desarrollar sus potenciales.
El alza del precio del gas natural a los consumidores por parte de ENAP en Magallanes es un tema que conocemos de primera mano, porque vivimos cerca del área. La pregunta es cuáles son las consecuencias sociales, industriales y de desarrollo para la zona austral.
Las cifras anteriores eran 1 dólar 75 centavos por millón de BTU, si se consumía menos de 25 mil metros cúbicos al mes (más o menos el 60 por ciento de los clientes), y 3.06 dólares, si el cliente consumía más. Eso, ponderado, da un valor de 2.20 dólares por millón de BTU. Hay un contrato en que el precio, con un valor indexado del metanol, se ubica en torno a 2.6 dólares por millón de BTU.
Entonces, lo primero que queremos señalarle al Ministro es que, con los nuevos valores, se estaría manteniendo una suerte de subsidio a Methanex.
Hay que recordar que en la Patagonia no existe el libre mercado. Por lo tanto, se debe tener una visión más estratégica, considerando lo que pasa con todas las industrias vinculadas -las pequeñas y medianas-, los colegios, las universidades, la zona franca, en fin.
Ahora, si de modelos económicos se trata, quisiéramos saber cuál es la elasticidad del precio de los insumos para la cadena de valor que estamos planteando y, desde luego, los efectos que ello producirá. También, si es que hay un incremento de los flujos de caja o, por los datos que hemos visto, una disminución de las pérdidas para ENAP, hacia dónde estarán enfocados.
Si bien la matriz energética de Aysén está compuesta por leña, gas licuado, combustibles importados como la bencina y el petróleo -venidos en alguna medida de Magallanes-, las dos Regiones se hallan estrechamente vinculadas a través de estos potenciales.
Quienes habitamos la Patagonia chilena siempre esperamos que los organismos del Estado entreguen apoyo para su desarrollo. Y ahí creo que hay que efectuar un verdadero empoderamiento. La verdad es que todo se ha externalizado y, curiosamente, cuando hay un buen negocio, los mismos funcionarios públicos después se van al área privada y lo desarrollan.
Por otro lado, los actuales ejecutivos de ENAP fueron designados por la Administración anterior. Eso se ha mantenido, de tal manera que quiero saber quiénes están tomando estas decisiones.
En primer lugar, que ENAP lo haga bien.
En segundo término, respecto de una familia media, que los emprendimientos tengan un valor atractivo considerando lo que significa vivir en una zona tan aislada, en la otra punta del mundo.
Y, tercero, el desarrollo de las energías renovables no convencionales. Ahí Chile tiene un potencial envidiable por cualquier país. Hay que comparar los precios de instalación, de generación, pero todas las energías renovables son importantes. Entre Puerto Montt y Magallanes, solo en caídas de agua, entre las cotas 500 y 1.000, hay un posible desarrollo de 15 mil megawatts.
Por lo tanto, también podemos entrar por ese lado: biocombustibles; leña certificada con combustión de doble cámara; energías eólica, geotérmica, solar, mareomotriz; net metering, con lo cual lograríamos eficiencia, ahorro y energías renovables.
Asimismo, se requiere una política especial para la Patagonia chilena, que tenga en consideración la que tiene la Argentina.
Fíjense las cifras, señores Senadores: 1.000 metros cúbicos de gas en Magallanes costarían 33 mil pesos; en Argentina, 4 mil, y en Santiago, ¡400 mil!
Yo creo que alguien está ganando demasiado dinero aquí. Tenemos que investigar, y esas cifras las queremos conocer.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Bianchi, quien dispone de dos minutos.

El señor BIANCHI.- ¡Habrá que aprovecharlos al máximo!
Señor Presidente, repudiamos absolutamente el dañino acuerdo a que llegó el directorio de la ENAP. Esto nos obliga a efectuar una presentación en las próximas horas -lo hemos dicho públicamente, junto con el Diputado Marinovic- ante la Fiscalía Nacional Económica, a fin de que se investigue en forma acuciosa la situación del mercado del gas en la Región de Magallanes.
Esta presentación se fundamenta en nuestra convicción de que las políticas adoptadas por el monopólico y exclusivo propietario del recurso gas en la Región -la Empresa Nacional del Petróleo- han estado basadas en prácticas abusivas que han tendido a favorecer los grandes negocios de sus empresas asociadas, como Methanex, y a perjudicar, al mismo tiempo, a los consumidores residenciales de gas de la Región de Magallanes.
Las preguntas finales son para el señor Ministro, por su intermedio, señor Presidente.
¿Es posible revertir el acuerdo o el contrato a que se llegó el 28 de diciembre? ¿Es posible volver a tener los 25 mil metros cúbicos y no caer a los mil, para que no se produzca un efecto tremendamente negativo en lo económico en la Región de Magallanes? ¿Es posible garantizar no más despidos en la Empresa Nacional del Petróleo? ¿Es posible revertir la crítica situación de Magallanes?
Lo reitero, señor Presidente: toda la Duodécima Región está dispuesta a paralizar. No es ciencia ficción, sino la verdad. Y ello únicamente es producto de la indiferencia de las autoridades frente a las peticiones que les hemos efectuado.
Hoy, a la una de la tarde, seremos recibidos por el Ministro Raineri. Yo no sé si sea posible que él nos responda las consultas que le hemos formulado en esta sesión.
Con sinceridad, nos preocupa profundamente la complejidad de la situación que vamos a enfrentar en las próximas horas y en los próximos días en la Región de Magallanes. Y esto se halla hoy en las manos del Gobierno y del señor Ministro.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Girardi.

El señor GIRARDI.- Señor Presidente, creo que no se puede hablar de ENAP sin un contexto. Y, en realidad, de lo que el país debiera estar hablando es de una política energética que todavía no tenemos.
Hace mucho tiempo le expresé al señor Ministro -al actual, pero también se lo indiqué a los anteriores- que Chile sufre un drama, como es la carencia de una estrategia sobre el factor más relevante en el futuro que viene: la energía. La Senadora Rincón agregaba el agua, y yo comparto que esos serán los principales desafíos.
¿Quiénes controlan al mundo, quiénes tienen ahora el poder en el planeta? Los que controlan la energía; hoy, los que controlan el petróleo. Pero eso va a cambiar en el siglo que viene. Sin embargo, no poseemos una mirada ni en cuanto a la actual situación y sus desafíos en materia energética ni con respecto al mundo que se avecina.
A mí me parece que eso es de una precariedad dramática y creo que trasciende la discusión político-ideológica. ¿Cuánto vale la autonomía energética en un mundo complejo, en un mundo que va a cambiar profundamente?
Hemos vivido experiencias muy dramáticas de lo que significa la ausencia de una política energética. Quiero recordar que cuando Argentina nos cortó el suministro de gas lo hizo justamente porque había un tema de mercado. No existía ninguna previsión. En el 2002 se sabía que el gas se iba a terminar; no obstante, en todos los planes de desarrollo se incluyó ese combustible hasta el 2005. ¿Por qué? Porque se utilizó el gas hasta que "se cerró la cañería", porque el negocio era tan bueno que el millón de BTU se compraba a 3 dólares en Argentina y se vendía a 20 dólares acá.
¿Qué primó ahí? No primó el interés nacional. ¿Por qué? Porque a las empresas, legítimamente, no les tiene que preocupar el interés nacional; no es su problema pensar en el país. Ellas tienen políticas de corto plazo. ¿Y en quiénes recae la responsabilidad de pensar en el largo y en el mediano plazos? En los políticos, en el Estado, en el Parlamento, en los Gobiernos.
Sin embargo, acá el mundo gubernamental y estatal ha renunciado a una de sus tareas más relevantes: desarrollar una política energética.
Es en ese contexto donde se sitúa la precariedad de ENAP. ¿Por qué esta empresa se ha endeudado hasta el nivel actual? En parte será por mala gestión, pero asimismo se debe -digámoslo también- a que solo le hemos dejado el aspecto menos relevante y el más costoso en la generación del petróleo, que es la refinación; no tiene ni producción, ni exploración, ni retail -es decir, distribución-. Evidentemente, así la estamos condenando a desaparecer.
Pero yo quiero alertar sobre el nuevo mundo que viene a futuro. Petróleo queda para 30 años más. Estoy de acuerdo en hacer todos los esfuerzos para desarrollar políticas energéticas y ver si queda más petróleo o más gas. Lo que no puede ser, y parece paradójico, es que, al mismo tiempo que el actual gerente de Sipetrol afirme que no hay más gas, personas muy cercanas a él sí lo hallen. Es decir, hay pozos "encontrados", pozos "perdidos" y pozos "reencontrados".
Pienso, señor Presidente, que habría que realizar una pequeña investigación para ver qué ha pasado ahí. Porque resulta bastante vergonzoso que ahora aparezcan pozos justamente en manos de quienes antes trabajaban en la ENAP. Se trata de una situación que, a mi juicio, es necesario investigar.
Pero el problema es otro: que Chile tiene que prepararse para un nuevo escenario. Concuerdo con lo que se señalaba acá en cuanto a que la Empresa Nacional del Petróleo debe ser una empresa nacional de energía. Nuestro país no puede renunciar a contar con un chasis estatal, de la sociedad, respecto al desarrollo energético, a incidir, a asumir relevancia, a participar en la definición de las políticas.
Hoy -el señor Raineri lo sabe muy bien-, la instalación de una central en nuestro territorio no depende en nada del Ministro. El Ministerio de Energía no tiene nada que decir en cuanto a cuáles serán las futuras fuentes energéticas. Se trata de decisiones absolutamente privadas. Por eso nos estamos llenando de centrales a carbón. Y aquello limitará el desarrollo de Chile y hará que seamos cuestionados internacionalmente.
Yo propongo definir de manera urgente una política en la que se halle incorporado el concepto de autonomía. Tenemos que ver cuáles son nuestras riquezas. Las tenemos; el Senador Horvath acaba de hablar de ellas. Claro, cuando se mencionan en el marco de la política parecen un cuento de ciencia ficción. Pero no lo son.
Dentro de las futuras energías no figura el petróleo -no habrá más-, pero sí el hidrógeno, el cual podrá ser generado a partir de la energía solar, de la geotérmica, de la eólica.
Chile debiera crear un gran fondo para transformarse en líder en la región en cuanto a energías renovables. Y tendría que dotarse de recursos a la nueva Empresa Nacional de Energía -es decir, la ENAP-, a fin de que pueda desarrollar tecnología y competencia, para enfrentar el mundo que viene.
Es más, la principal fuente energética futura provendrá de la biotecnología. Ya se han patentado bacterias que producen hidrógeno.
¿Cuánto se ha involucrado Chile en esos nuevos desafíos? ¡Nada! ¿Cuánto ha invertido nuestro país en polos de desarrollo considerando el mundo que se nos avecina? ¡Cero!
Entonces, lo importante en una materia tan central y relevante es que nos preparemos para abordar los desafíos futuros. Nos estamos quedando en el pasado. Resulta fundamental salir del siglo XX y entrar al XXI. De lo contrario, Chile va a tener un hándicap respecto de competitividad, de desarrollo. Hoy día disponemos de una de las energías más caras no solo para las empresas, sino también para las familias, porque el porcentaje de los ingresos que se gasta por tal concepto es altísimo. Y eso nos está afectando desde el punto de vista social.
Pero nuestra nación abriga posibilidades y potencialidad para avanzar en esa materia.
Al mismo tiempo, creo que debemos liberar a ENAP. No puede ser que, por el hecho de revestir el carácter de empresa pública, viva con las manos atadas. Tenemos que permitir que su know-how, su capacidad, su competencia, puedan desarrollarse en otros países, y también posibilitarle la distribución.
Esos son temas de país, de patriotismo, que no guardan relación con la postura política-ideológica que se tenga. En ninguna parte del mundo, hoy día la cuestión energética, tan central para la definición del futuro, queda relegada exclusivamente a manos privadas.
Todos los Estados, las sociedades, definen políticas al respecto. Yo propongo empezar por ahí. Y, en ese contexto, realizar una discusión sobre una nueva empresa nacional de energía; sobre cómo reconvertir a la ENAP, porque petróleo ya no habrá. Estamos viviendo sus últimos estertores. Aprovechemos lo que queda, pero miremos hacia delante.

El señor PIZARRO (Presidente).- Si le parece a la Sala, se prorrogará la hora de término de la sesión, pues todavía quedan algunos Senadores inscritos. Además, imagino que, seguramente, el señor Ministro desea contestar algunas de las consultas formuladas.

El señor NAVARRO.- Queremos escuchar al Ministro, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).- Por eso he pedido prorrogar la hora.
Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.

El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, la Comisión de Relaciones Exteriores estaba citada a las 13, pero no tendríamos inconveniente en acceder a su solicitud si se nos autorizara a sesionar en forma paralela con la Sala a partir de esa hora.

El señor PIZARRO (Presidente).- Supongo que no habría problema en tal asentimiento.
Entonces, se procederá en la forma indicada.
--Así se acuerda.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Orpis.

El señor ORPIS.- Señor Presidente, más allá de los problemas coyunturales -por cierto muy importantes, particularmente para Magallanes-, creo que lo único razonable en esta sesión es colocar la materia en perspectiva.
Por ejemplo, ¿a qué fuentes de riqueza estuvo ligada la prosperidad de Magallanes? A las del petróleo y del gas. En ellas radicó el progreso de la zona.
Por lo tanto, la pregunta que deberíamos hacernos en la Sala esta mañana es qué ocurrió con ese fenómeno, porque resulta evidente que, en sus inicios, la historia de la prosperidad de Magallanes estuvo ligada al petróleo y al gas a través de la ENAP.
En realidad lo sucedido fue que, en un momento determinado, dicha empresa decidió abandonar la zona, porque -según señaló- no había petróleo ni gas, y su acción se concentra básicamente en la exploración en países como Ecuador, Argentina, Egipto, Colombia.
Y esa situación es elocuente, señor Presidente.
Tengo en mis manos el cuadro al cual se refirió el señor Ministro, que muestra cómo las perforaciones de pozos, prácticamente superiores a 100 en 1982, disminuyeron a cero en el 2000.
Y esa es la verdad del drama de Magallanes: su abandono por parte de la ENAP.
Pero lo más delicado es lo siguiente.
¿Por qué prosperan las regiones o los países? Por la inversión realizada. Ello genera un ciclo virtuoso, al final. ¿Y qué ocurrió en Magallanes? Que dicha empresa dejó la región, pero tampoco permitió que nadie más invirtiera; es decir, ni siquiera posibilitó la generación de los CEOP.
Entonces, la ENAP dijo que no había gas ni petróleo, y, asimismo, no dejó que otros invirtieran en exploración, lo cual provocó un drama feroz, ya que cuando el Estado decidió volver con la empresa a Magallanes lo hizo con ella en condiciones de quiebra, porque ese es técnicamente el término que la define.
Sin embargo, el señor Ministro nos dio una muy buena noticia hoy día en la mañana. Porque hace pocas semanas las cifras de la gestión de la ENAP eran peores. Su deuda financiera, en el corto plazo, era de 549 millones de dólares; y de 2 mil 888 millones, en el largo plazo, con un pasivo de 5 mil 457 millones de dólares y un patrimonio de 352 millones de dólares. Es decir, una empresa técnicamente quebrada.
Ese es el diagnóstico al día de hoy. Es el punto de partida, que no puede estar ajeno al debate que se realiza; o sea, exploración prácticamente nula y una empresa técnicamente quebrada.
Esa es la realidad, señor Presidente.
Por lo tanto, resulta evidente que cuando las empresas se hallan en tal condición, tienen muy poca capacidad de invertir.
Entonces, ¿cuáles son las posibilidades si la prosperidad está en invertir en petróleo, en gas -que se ha ido encontrando-, y nos topamos con una empresa técnicamente quebrada, con casi nula capacidad de inversión?
Si Magallanes quiere progresar, alguien debe invertir; de lo contrario, la crisis continuará exactamente igual. Y, más allá de los problemas coyunturales -que son relevantes-, tenemos que buscar opciones.
Miraba con envidia hace dos o tres semanas la noticia aparecida en los medios de comunicación sobre Petrobras. Hace algunos años esta empresa estuvo casi en la misma situación de ENAP; pero hoy día figura en el octavo lugar del ranking -¡octavo!- de las empresas más importantes del mundo.
En la Sala del Senado y en muchos debates, se dijo que debían adoptarse las medidas pertinentes de manera oportuna. Al final, siguió agudizándose la crisis económica. No logro entender esta discusión, porque ahora quieren transformar la ENAP en una empresa de energía. Entonces, ¿quién se va a preocupar de la exploración y de la explotación si tampoco quieren los CEOP en Magallanes? ¿Quién va a abordar el problema de fondo?
En consecuencia, señor Presidente, llegó el minuto de hacer las cosas en serio, de colocar paños fríos. Afortunadamente, la deuda de la ENAP ha bajado -de acuerdo a lo informado por el señor Ministro- de 5 mil 400 millones de dólares a 3 mil 400. Se ha reestructurado en el largo plazo, y logrará utilidades hacia final de año.
Magallanes representa una Región geopolíticamente estratégica para el país. Su prosperidad tiene que llegar de la mano del gas y del petróleo. Y para eso hay que invertir. Pero en forma paralela se debe recuperar una empresa tremendamente deteriorada.
Eso no puede escapar del análisis que hoy realiza el Senado sobre el particular.
Yo tengo confianza y fe en que el asunto coyuntural manifestado respecto a las tarifas se va a superar. Pero no nos perdamos en eso, porque si no solucionamos la cuestión de fondo, la crisis en Magallanes continuará agudizándose. Debe volver la inversión al petróleo, al gas, asociada, como es obvio, a la ENAP; o, en algunos casos, en forma directa, al sector privado. Si no se invierte en la zona, las dificultades seguirán profundizándose.
Es lo que quería plantear esta mañana, señor Presidente.
Las cifras son demasiado categóricas y elocuentes. Por eso, no nos quedemos en cuestiones accidentales, que siempre se pueden reparar, que siempre se pueden perfeccionar, que siempre se pueden superar. Pero no nos equivoquemos: si no hay inversión en gas y petróleo, la crisis va a continuar.
Afortunadamente, la curva de actividad comienza a generar un punto de inflexión. La podríamos denominar la "curva virtuosa de Magallanes". Y hay que continuar profundizando en ella, porque generará riqueza, más fuentes de trabajo y prosperidad.
No nos enfoquemos en otro tipo de materias. Si la curva de exploración de pozos no se mantiene, la crisis seguirá y, probablemente, se agudizará.
Por lo tanto, señor Presidente, en Magallanes debemos hacer dos cosas, que no son fáciles, en forma paralela: tratar de rescatar a una empresa que se encuentra técnicamente quebrada y acometer las inversiones en exploración y explotación.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Ruiz-Esquide por cinco minutos.

El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, permítame participar en el presente debate, porque siento un afecto específico muy fuerte hacia la significación de la ENAP para Chile.
Fue desde nuestra Región donde por primera vez se analizó la posibilidad de crear una gran empresa, de alcance nacional e internacional, que cambiara en forma importante la historia de la preocupación energética en el país.
Por eso, quiero comentar algunas de las cosas aquí planteadas.
Primero que nada, comparto las intervenciones que se han orientado en términos de que la situación actual no solo se refiere al tema concreto, preciso y coyuntural de Magallanes, sino que se relaciona con la gran política energética que Chile necesita.
Y es una materia que nombramos, pero que nunca abordamos, porque se producen diferencias acerca de cómo debe hacerse. Pero, lamentablemente, las cosas que se discuten por mucho tiempo terminan viendo aplazadas sus soluciones.
En segundo término, también ha de debatirse sobre cuál es el rol del Estado. Y un señor Senador manifestó anteriormente que la situación concreta de ENAP en Magallanes es similar a la de otras empresas del país.
En definitiva, debe precisarse si acaso es el Estado o el sector privado el que tiene que participar. Y considero que al primero le cabe la obligación de enfrentar los problemas cuando el sector privado no los asume. Tal es la tesis del Estado subsidiario. Sin embargo, este, a mi juicio, debe ser mucho más agresivo.
En términos generales, en una nación como la nuestra, algunas materias no pueden quedar entregadas al mercado y a la empresa privada internacional, sobre todo hoy en día, cuando el grado de inversión foránea es tan alto -como ha sucedido con ciertos bienes nacionales- que, al final, no se sabe quién es el dueño. Y terminamos, a veces, con propiedades en manos de personas, empresas o países que no son precisamente convenientes para Chile.
Por lo tanto, ahí surgen las primeras preguntas: ¿Por qué el Estado no puede tener una participación más fuerte y hacer un mayor aporte a una empresa que funcionó bien y que atraviesa por dificultades? ¿Por qué puede ser bueno para el sector privado lo que no lo es para el sector público, en circunstancias de que lo puede realizar?
Y la respuesta es categóricamente ideológica.
Pero también es necesario que la propiedad de los bienes nacionales importantes y de las empresas del Estado no pase al mercado internacional.
En forma muy precisa, deseo hacer un tercer comentario: de nuevo se ha hecho ahora una observación respecto a la forma en que la Concertación resolvió los problemas, o no los solucionó, o lo hizo mal. Al respecto, se nos critica permanentemente. Ha pasado un año desde que la actual Administración se hizo cargo y ya posee pecados propios. De manera que no es necesario que se recurra a lo que hicimos o no hicimos. Porque, además, el triunfo del señor Piñera se sustentó en decir "Nosotros vamos a hacer bien las cosas", mas no sobre la base de comparar lo que ellos consideran que fue equivocado o malo. De otro modo, no tendría sentido que hubieran asumido el Gobierno.
También se ha mencionado que siguen en sus cargos las mismas personas de Administraciones anteriores, con una crítica formal a la ENAP por mantenerlas. Acabo de consultar sobre el particular a los personeros del Ejecutivo presentes en la Sala. Se cambió la plana directiva. No obstante, ¡las planas directivas no vienen del cielo, ni de Marte, ni de Venus, sino de los partidos políticos que respaldan al Gobierno!
Entonces, terminemos con esa crítica tan absurda de que los de la Oposición somos demonios al hacer las cosas y de que nuestros adversarios hacen lo mismo, pero "angelicalmente".
Por último, señor Presidente, debemos poner término a un asunto concreto y que es importante para la gente. ¿En qué se utilizará después la tercerización que se quiere implementar? ¿Por qué no se ejecuta con gente de la misma empresa?
Y la pregunta final del millón de dólares que también otros señores Senadores han formulado es: ¿Qué quiere hacer el Gobierno con las empresas del Estado y con su participación en ellas?

El señor NAVARRO.- Venderlas.

El señor RUIZ-ESQUIDE.- Si las quieren vender, ¡díganlo! Y así lo vamos a entender con claridad.
Señor Ministro, debo declarar con mucho respeto que eso es lo que nos preocupa, porque ahora son las sanitarias, después la ENAP y luego...
El señor PIZARRO (Presidente).- Ha concluido su tiempo, señor Senador.
Tiene la palabra el señor Ministro.

El señor RAINERI (Ministro de Energía).- Señor Presidente, por su intermedio, quiero responder algunas de las consultas planteadas por los señores Senadores.
En primer término, respecto del comentario de la Honorable señora Rincón sobre una eventual promesa incumplida del Presidente Sebastián Piñera, tengo que recordar que el Primer Mandatario fue bastante explícito en sus declaraciones cuando señaló que, en el caso de Magallanes, se iba a mantener un régimen con una tarifa especial para el consumo residencial. Y el contrato suscrito respeta a plenitud lo manifestado por el Jefe de Estado.
Por lo tanto, creo que la observación de la señora Senadora se aparta un poco de eso.
En cuanto al precio del gas que la ENAP vende a Methanex, según consultó el Honorable señor Horvath, hay que señalar que corresponde a contratos de muchísimos años -algunos de principios de la década de los noventa y otros de finales de la de los ochenta- conforme a los cuales el valor del gas se halla vinculado al del metanol. En ciertos períodos, el costo de este es alto y eso significa que el precio también lo es, y viceversa.
Por lo tanto, lo que importa es mirar los promedios de largo plazo. Y si lo hacemos, encontraremos que el precio a que Methanex ha pagado el gas resulta sustancialmente mayor que el cancelado a nivel residencial e industrial.
En lo que dice relación al planteamiento del Senador señor Girardi, quiero expresar que la energética es una política de Estado a largo plazo. Y Chile ha sido reconocido internacionalmente por su seriedad en este ámbito. Esto se refleja en que en el mes de septiembre el Gobierno inició el proceso para incorporar al país en calidad de miembro pleno de la Agencia Internacional de la Energía. Y la circunstancia de que haya sido recibida por unanimidad la postulación de Chile con grandes aplausos revela el reconocimiento que los países más desarrollados del mundo hacen de la política de que se trata.
Señor Presidente, nuestra política energética se fundamenta en cuatro pilares.
Primero, seguridad. Todos experimentamos y tenemos fresca en la memoria las condiciones bastante complejas que vivimos, ya sea por sequía o por problemas de suministro de gas. Entonces, lo relativo a la seguridad hoy constituye un elemento prioritario en la agenda energética del Gobierno.
Segundo pilar: energía a precios competitivos. Pero estos deben ser lo suficientemente atractivos para mantener las inversiones que la industria del sector requiere, las cuales son millonarias. Por tanto, si queremos seguir contando con la buena energía que el país necesita, tenemos que pagar las tarifas que correspondan.
Tercero: sustentabilidad ambiental.
Para ello, el Gobierno ha estado trabajando en la promoción de las energías renovables. Y próximamente contaremos con la famosa norma de emisiones para centrales termoeléctricas.
Toda la política energética que he delineado se complementa con un aspecto muy importante que no podemos dejar de lado: el acceso a la energía para todos los ciudadanos. Esto es fundamental. Queremos que toda la población tenga un acceso mínimo garantizado.
El Ministerio del ramo trabaja en forma permanente en la búsqueda de soluciones energéticas para las localidades aisladas y las personas en condiciones vulnerables. Así, constantemente se están evaluando e inaugurando proyectos y asignando recursos tendientes a dar cobertura a ese 4 por ciento de la ciudadanía que hoy no posee energía.
Toda esa política (de seguridad, de precios competitivos, de sustentabilidad ambiental, de acceso a la energía) se traduce en acciones.
Unas se vinculan a la promoción de la hidroelectricidad, recurso fundamental para el desarrollo de nuestro país.
Otras se orientan al fomento de las energías renovables no convencionales. Para este efecto, en la Ley de Presupuestos del presente año se considera una glosa con 85 millones de dólares.
Además, tenemos los programas de eficiencia energética.
El Programa País de Eficiencia Energética, que partió en 2005 como plan piloto y que fue creciendo hasta convertirse en una experiencia tremendamente exitosa, en noviembre del año pasado se transformó en la Agencia Chilena de Eficiencia Energética. Ello nos coloca a la cabeza de América Latina y de muchas naciones del resto del mundo en esta materia.
Y también estamos trabajando para avanzar en otras políticas, como el desarrollo de competencias, a fin de que el país a futuro pueda tomar una decisión si se resuelve incorporar o no la energía nuclear en la matriz energética.
Entonces, nos encontramos ante una visión de largo plazo, de Estado, a partir de la cual hemos sido ampliamente reconocidos a nivel internacional como un país que cuenta con una política energética seria y permanente en el tiempo.
En ese contexto hay que mirar a la ENAP, que efectivamente ha jugado un rol muy importante en la seguridad energética del país, principalmente en el periodo en que sufrimos una falta de gas natural importado más o menos significativa y, lógicamente, cuando garantizó el suministro eléctrico en 2008.
Por esa misma razón, estamos tremendamente preocupados por hacer que la ENAP sea nuevamente una empresa viable. Estamos preocupados por generar puestos de trabajo estables. Pensemos que en cada una de las refinerías existen cerca de mil 500 empleos; o sea, mil 500 familias que dependen de que se les dé estabilidad laboral. Se trata de familias que habitan en la Región de Magallanes.
Por lo tanto, es total la preocupación del Gobierno, del directorio y de la administración de la compañía por hacer que esta sea viable, reduzca su endeudamiento, baje sus costos financieros y otorgue estabilidad en el empleo. Hacia allá apunta nuestro empeño: a lograr que dicha empresa siga trabajando para todos los chilenos.
Y respecto de la situación de Magallanes, destaco lo señalado por varios Senadores -señores Orpis, Prokurica- en el sentido de que resulta fundamental contar con inversiones si queremos levantar la Región. Para que Magallanes siga creciendo y desarrollándose, necesitamos invertir.
La principal industria de la Región es la del petróleo, la del gas.
Si deseamos atraer inversiones en esa zona, se precisan precios que den una viabilidad mínima a quienes las realizan. Y las tarifas que se cobran son razonables; incluso, se encuentran significativamente por debajo de las que se pagan en el resto del país. El precio del gas natural en otras partes de Chile (puesto en el terminal GNL de Quintero) es de 12 dólares por millón de BTU; en la puerta de un usuario en Magallanes, con el nuevo contrato, será de 1,7 dólares por millón de BTU.
Por ello, estamos efectuando un pequeño ajuste en los precios. Porque nos preocupa el desarrollo de la Región y le queremos dar una viabilidad en el largo plazo. No sacamos nada con tener una fiesta hoy si mañana estaremos ante una Región absolutamente quebrada, sin actividad económica y donde se habrá acabado el gas. Entonces, si deseamos brindarle viabilidad a largo plazo, necesariamente debe existir un mínimo de racionalidad en las políticas de precios.
Muchas gracias, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).- Ha terminado el tiempo de la sesión especial.
Agradecemos la presencia del señor Ministro, de los ejecutivos de la empresa y también de los representantes de los trabajadores, quienes se encuentran en las tribunas.
Varias de las materias planteadas seguramente requerirán el envío de los oficios correspondientes. Ello se verá en las sesiones ordinarias siguientes.
Habiéndose cumplido su objetivo, se levanta la sesión.
--Se levantó a las 13:27.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción