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DECLARACIÓN DE 19 Y 20 DE SEPTIEMBRE DE 2010 COMO FERIADOS OBLIGATORIOS E IRRENUNCIABLES PARA TRABAJADORES DEL COMERCIO


La señora RINCÓN.- Señor Presidente, una de las características que la ciudadanía valora altamente es la de aquellos que en política dicen lo que piensan. Pero valora mucho más a quienes no solo dicen lo que piensan, sino que también hacen lo que dicen.
A qué viene lo anterior, se preguntará Su Señoría: a que en estos dos días hemos visto y escuchado cosas distintas.
El Gobierno ha sostenido que en esta materia respetará la opinión del Parlamento.
Debo recordar que la Cámara de Diputados ya aprobó en forma mayoritaria el proyecto que ahora conoce el Senado.
Sin embargo, dicho aquello -"respeto a la decisión del Congreso"-, ayer el Ejecutivo trató de cambiar la iniciativa a través de conversaciones, llevadas por la Ministra del Trabajo, con distintos parlamentarios. Y hoy nos presentan finalmente una indicación que es, como se ha dicho, al menos tardía.
En la prensa recogimos -y lo manifesté ayer- la afirmación de un alto ejecutivo que señalaba que la mejor manera de arruinarles el Bicentenario a los chilenos era declarando irrenunciables los feriados del 19 y 20 de septiembre.
En verdad, señor Presidente, muchos de los presentes en la Sala creemos que nuestros trabajadores se merecen un respiro.
Estamos hablando de trabajadores a los que todos nosotros (al menos todas nosotras) les conocemos la cara. Vamos al supermercado, y los saludamos, los miramos a los ojos y -por lo menos es mi caso- intercambiamos más de una palabra. No son números que podamos guardar y archivar en nuestros computadores. Detrás de ellos hay familias de esfuerzo que mes a mes hacen tremendos sacrificios para salir adelante. Algunos terminan su jornada agotados y casi sin tiempo para compartir en el hogar. En el caso de las mujeres, llegan a su casa tarde a cocinar, lavar y planchar; no puedo asegurar que lo hagan -y perdónenme por la afirmación- hombres y mujeres, pero sí casi todas ellas.
Y si decir estas cosas es populista, pues ¡Bien por el populismo!
Si decir que en el Bicentenario todos debemos hacer esfuerzos solidarios para que la gran mayoría descanse, ¡Bien por el populismo!
Si decir que los chilenos deben prevenir y hacer sus compras con anticipación, creo que vale la pena el populismo.
Señor Presidente, he escuchado con asombro la aseveración de que las familias no tendrán espacio en sus refrigeradores para guardar tantos alimentos.
Solo quiero expresar que con seguridad los refrigeradores de los hogares más sencillos de nuestro país disponen de espacio suficiente, pues normalmente se requieren grandes esfuerzos para llenarlos, ya que en ellos siempre hay pocos alimentos.
Queridos Senadores, se ha sostenido -he recibido llamadas telefónicas sobre el particular- que las lechugas se pudrirán en los supermercados. Estoy segura de que, con el poder de planificación de los altos ejecutivos de las empresas del sector, eso no ocurrirá.
Asimismo, que las familias no dispondrán de pan fresco para el choripán (también me lo han dicho telefónicamente). Pero ello -y las dueñas de casa lo sabemos- puede ser evitado con una planificación adecuada. Y todos sabemos que durante estas fiestas se multiplican los hornos de barro para hacer empanadas caseras y pan amasado.
Pienso, señor Presidente, que el panorama descrito está lejos de ser realidad.
Finalmente, pido que la memoria se ocupe con igualdad, pues solo se recuerdan algunas cosas o parte de la historia.
En efecto, parlamentarios de la Concertación pidieron que el 17 de septiembre fuera feriado, pues, por Estatuto Administrativo y negociación colectiva, se iba a trabajar medio día en la gran mayoría de los casos y, por tanto, agregar medio día más no parecía un exceso. Pero el Gobierno no acogió esa iniciativa. Parecía que el placer de ser dueño de la pelota no podía dejarse de lado. Entonces, no hubo espacio para eso y, en su defecto, se innovó con el día 20.
Pero no solo aquello. Solicitamos que se retirara el proyecto pertinente y que, además, se revisara la idea de hacer irrenunciable, por única vez, el día 19. Eso tampoco fue acogido.
¿Qué ocurrió? 17, 18, 19 y 20 de septiembre, feriados. ¡Viva el Bicentenario! Y hoy discutimos si el 19 y el 20 son asimismo feriados irrenunciables para todos.
Es verdad -lo han dicho acá varios Senadores-: lo hicimos mal. No obstante, sin lugar a dudas, el que peor lo ha hecho es el oficialismo, por su tozudez y su porfía.
Pero todo en la vida es por algo. Y hoy develamos nuestras prioridades.
Las nuestras: la familia, la igualdad, la solidaridad y una alta dosis de planificación y eficiencia.
¡Nuestros trabajadores lo merecen!
Le pregunté a la Ministra, al terminar la sesión especial de esta mañana, qué opinaba el Gobierno. Y me dijo que no querían 19 y 20 como feriados irrenunciables.
¿Los motivos? Debo suponerlos. El ya expresado por los Senadores del oficialismo: el caos. ¿Y debo suponer también que hay que agregar las lechugas y el pan para el choripán...?