Click acá para ir directamente al contenido
REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 358ª
Sesión 27ª, en martes 15 de junio de 2010
Ordinaria
(De 16:13 a 20:21)
PRESIDENCIA DE LOS SEÑORES JORGE PIZARRO SOTO, PRESIDENTE,
Y JOSÉ ANTONIO GÓMEZ URRUTIA, VICEPRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR
____________________
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Allamand Zavala, Andrés
--Allende Bussi, Isabel
--Alvear Valenzuela, Soledad
--Bianchi Chelech, Carlos
--Cantero Ojeda, Carlos
--Chadwick Piñera, Andrés
--Chahuán Chahuán, Francisco
--Coloma Correa, Juan Antonio
--Escalona Medina, Camilo
--Espina Otero, Alberto
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--García Ruminot, José
--Girardi Lavín, Guido
--Gómez Urrutia, José Antonio
--Horvath Kiss, Antonio
--Kuschel Silva, Carlos
--Lagos Weber, Ricardo
--Letelier Morel, Juan Pablo
--Longueira Montes, Pablo
--Matthei Fornet, Evelyn
--Navarro Brain, Alejandro
--Orpis Bouchón, Jaime
--Pérez San Martín, Lily
--Pérez Varela, Víctor
--Pizarro Soto, Jorge
--Prokurica Prokurica, Baldo
--Quintana Leal, Jaime
--Rincón González, Ximena
--Rossi Ciocca, Fulvio
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Tuma Zedán, Eugenio
--Walker Prieto, Ignacio
--Walker Prieto, Patricio
--Zaldívar Larraín, Andrés
Concurrieron, además, los Ministros de Hacienda, señor Felipe Larraín Bascuñán; Secretario General de la Presidencia, señor Cristian Larroulet Vignau; del Trabajo y Previsión Social, señora Camila Merino Catalán; de Minería, señor Laurence Golborne Riveros; el Subsecretario de Hacienda, señor Rodrigo Álvarez Zenteno; el Subsecretario General de la Presidencia, señor Claudio Alvarado Andrade, y el Subsecretario de Minería, señor Pablo Wagner San Martín.
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el señor José Luis Alliende Leiva.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 16:13, en presencia de 15 señores Senadores.
El señor PIZARRO (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS

El señor PIZARRO (Presidente).- Las actas de las sesiones 24ª, ordinaria, en 8 de junio; 25ª, especial, y 26ª, ordinaria, ambas en 9 del mismo mes, todas del año en curso, se encuentran en Secretaría a disposición de los señores Senadores, hasta la sesión próxima, para su aprobación.
IV. CUENTA

El señor PIZARRO (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.

El señor ALLIENDE (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas:
Mensajes
Cuatro de Su Excelencia el Presidente de la República:
Con los dos primeros retira y hace presente la urgencia, calificada de "simple", respecto de las siguientes iniciativas:

1.- Proyecto de ley que sanciona el acoso sexual de menores, la pornografía infantil y la posesión de material pornográfico infantil ("grooming") (boletín N° 5.837-07).

2.- Proyecto de ley que regula la inscripción automática, el sufragio voluntario y el voto de los chilenos en el extranjero (boletín N° 6.418-07).
Con el tercero retira y hace presente la urgencia, en el carácter de "suma", acerca del proyecto, en segundo trámite constitucional, que modifica la Ley General de Pesca y Acuicultura y establece normas transitorias para enfrentar la catástrofe del 27 de febrero de 2010 (boletín N° 6.917-21).
Con el cuarto retira y hace presente la urgencia, calificada de "discusión inmediata", respecto del proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que establece como feriados los días 17 y 20 de septiembre de 2010 (boletín N° 6.919-06).
--Quedan retiradas las urgencias, se tienen presente las nuevas calificaciones y se manda agregar los documentos a sus antecedentes.
Oficios
Seis de la Honorable Cámara de Diputados:
Con el primero comunica que prestó su aprobación, en los mismos términos en que lo hiciera el Senado, al proyecto de ley que facilita el pago de las deudas previsionales en las Regiones que indica, afectadas por el terremoto (boletín N° 6.922-13).
--Se toma conocimiento y se mandó comunicar el proyecto a Su Excelencia el Presidente de la República.
Con el segundo informa que aprobó las enmiendas propuestas por el Senado, en el segundo trámite constitucional, al proyecto de ley que sanciona el acoso sexual de menores, la pornografía infantil y la posesión de material pornográfico infantil ("grooming") (boletín N° 5.837-07), con la excepción que indica, y comunica la nómina de los señores Diputados que integrarán la Comisión Mixta que ha de constituirse conforme a lo dispuesto en el artículo 71 de la Constitución Política de la República.
Con el tercero comunica que rechazó las enmiendas propuestas por el Senado, en el segundo trámite constitucional, al proyecto de ley que fortalece las facultades jurisdiccionales de los tribunales ordinarios de justicia para investigar en recintos militares (boletín N° 2.304-07) e informa la nómina de los señores Diputados que integrarán la Comisión Mixta que ha de constituirse conforme a lo dispuesto en el artículo 71 de la Constitución Política de la República.
--Se toma conocimiento y se designa a los señores Senadores miembros de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento para que integren las referidas Comisiones Mixtas.
Con el cuarto informa que el Diputado señor Cristián Monckeberg reemplazará a la ex Diputada señora Lily Pérez -actual Senadora- en la Comisión Mixta relativa al proyecto que modifica el Código Penal y el decreto ley N° 321, de 1925, para sancionar el femicidio, aumentar las penas aplicables a este delito y modificar las normas sobre parricidio (boletines números 4.937-18 y 5.308-18, refundidos).
--Se toma conocimiento y se remite el documento junto a sus antecedentes.
Con el quinto comunica que dio su aprobación al proyecto sobre modificación de la Ley del Deporte para favorecer a deportistas en casos que indica (boletín N° 6.753-29).
--Pasa a la Comisión de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología.
Con el sexto informa que dispuso, previo acuerdo del Senado, el archivo del proyecto de ley, iniciado en moción de los Senadores señora Alvear y señores Pizarro, Ruiz-Esquide y Sabag, sobre información de transferencias de recursos públicos a terceros (boletín Nº 4.697-06).
--Se accede a lo solicitado.
Dos del Excelentísimo Tribunal Constitucional, con los cuales remite igual número de copias autorizadas de las resoluciones recaídas en las acciones de inaplicabilidad por inconstitucionalidad del artículo 38 de la ley N° 18.933.
--Se toma conocimiento y se remiten los documentos a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
Del señor Ministro del Interior, con el que responde un oficio enviado en nombre de la Senadora señora Rincón, acerca de los mecanismos de postulación a los Fondos Sociales Presidente de la República.
Del señor Ministro de Relaciones Exteriores, con el que da respuesta a un oficio remitido en nombre del Senador señor Navarro, en relación con la posibilidad de otorgar a ciudadanos chilenos que viven en Estados Unidos un Estatus de Protección Temporal que les permita viajar a Chile.
Del señor Ministro de Defensa Nacional, con el que contesta un oficio cursado en nombre del Senador señor Navarro, acerca del ataque que habría sufrido una familia mapuche en la Comunidad Autónoma de Temucuicui.
Del señor Ministro de Hacienda, con el que responde un oficio enviado en nombre de la Senadora señora Rincón, en que solicita información respecto de cómo se han gastado los 700 millones de dólares derivados de las reasignaciones presupuestarias efectuadas por el Poder Ejecutivo.
Del señor Ministro de Obras Públicas, con el que da respuesta a un oficio remitido en nombre de la Senadora señora Alvear, en relación con los problemas de conectividad al acceso sur en el sector de Los Morros, provincia de Maipo, Región Metropolitana.
De la señora Jefa de Gabinete del señor Subsecretario del Interior, con el que contesta un oficio cursado en nombre de la Senadora señora Lily Pérez, referido a la posibilidad de aumentar la dotación del personal policial de la comuna de La Cruz; trasladar el lugar de ubicación de la Tenencia actual y de ejecutar un Plan Cuadrante para esa comuna.
Del señor Comandante en Jefe del Ejército, con el que responde un oficio enviado en nombre del Senador señor Navarro, relativo al proceso de implementación de viviendas de emergencia en la Región del Biobío y la posibilidad de hacer partícipe de esa actividad al Cuerpo Militar del Trabajo.
--Quedan a disposición de los señores Senadores.
Informes
Certificado de la Comisión de Hacienda sobre la discusión particular del proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que modifica diversos cuerpos legales para obtener recursos destinados al financiamiento de la reconstrucción del país (boletín N° 6.927-05).
Segundo informe de la Comisión de Vivienda y Urbanismo, recaído en el proyecto de ley, iniciado en moción de la Senadora señora Alvear, en primer trámite constitucional, que permite la aplicación del procedimiento de demandas colectivas en los juicios por daños o perjuicios en la calidad de las construcciones (boletín N° 6.841-14)
De la Comisión de Gobierno, Descentralización y Regionalización, recaído en las observaciones de la entonces Presidenta de la República, en primer trámite constitucional, al proyecto, iniciado en moción del Senador señor Orpis, que modifica el artículo 14 de la ley N° 20.175, en materia de reemplazos y transmisión de los derechos de los pescadores artesanales que indica (boletín N° 5.699-03).
De la Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía, recaído en el proyecto de ley, en segundo trámite constitucional, que concede, por especial gracia, la nacionalidad chilena al padre Rolf Schnitzler Heinderichs (boletín N° 3.925-17).
--Quedan para tabla.
Moción
De los Senadores señora Lily Pérez y señor Chahuán, con la que dan inicio a un proyecto de reforma constitucional que considera el consumo de estupefacientes y sustancias psicotrópicas ilegales como causal de inhabilidad para cargos públicos (boletín N° 6.986-07).
--Pasa a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento.
Comunicación
De los señores Ministros de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional, con la cual remiten el "Informe Anual sobre Entrada de Tropas Extranjeras al Territorio Nacional y Salida de Tropas Nacionales del Mismo", correspondiente al año 2009, de conformidad a lo establecido en el artículo 18 de la ley N° 19.067.
--Se toma conocimiento y se remite copia del referido documento a las Comisiones de Relaciones Exteriores y de Defensa Nacional.
El señor PIZARRO (Presidente).- Terminada la Cuenta.
Tiene la palabra el señor Secretario General para dar a conocer los Acuerdos de Comités.


ACUERDOS DE COMITÉS

El señor HOFFMANN (Secretario General).- Los Comités, en sesión del día de hoy, unánimemente acordaron lo siguiente:

1.- Abrir un nuevo plazo para presentar indicaciones al proyecto de ley que regula el cierre de faenas e instalaciones mineras, hasta el día 5 de julio, a las 12.

2.- Prorrogar, también, el plazo para presentar indicaciones, hasta las 12 de mañana, miércoles 16, al proyecto de ley que suspende la información comercial de las personas cesantes.
Las indicaciones para ambas iniciativas tienen que presentarse en las Secretarías de las Comisiones de Minería y Energía y de Economía, respectivamente, y
3.- Discutir y votar, en su orden, todos los artículos del proyecto que modifica diversos cuerpos legales para obtener recursos destinados al financiamiento de la reconstrucción del país, pudiendo pedirse segunda discusión respecto de ellos.
V. ORDEN DEL DÍA



FINANCIAMIENTO DE RECONSTRUCCIÓN


El señor PIZARRO (Presidente).- Proyecto de ley, en segundo trámite constitucional y con urgencia calificada de "suma", que modifica diversos cuerpos legales para obtener recursos destinados al financiamiento de la reconstrucción del país, con certificado de la discusión particular de la Comisión de Hacienda.
--Los antecedentes sobre el proyecto (6927-05) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En segundo trámite, sesión 21ª, en 19 de mayo de 2010.
Informes de Comisión:
Hacienda, sesión 24ª, en 8 de junio de 2010.
Certificado de la discusión particular de la Comisión de Hacienda, sesión 27ª, en 15 de junio de 2010.
Discusión:
Sesiones 24ª, en 8 de junio de 2010 (queda pendiente su discusión general); 25ª, en 9 de junio de 2010 (se aprueba en general).

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario General.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- La idea de legislar fue aprobada en sesión del 9 del presente y cuenta ahora con un certificado de la Comisión de Hacienda que consigna, someramente, la discusión particular.
Para los efectos reglamentarios, se deja constancia de que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones los artículos 4° y 5°, referidos a los recursos de la Ley Reservada del Cobre y a las modificaciones del decreto ley N° 3.500, sobre sistema de pensiones; y los artículos transitorios quinto, sexto, séptimo y décimo. Todas estas normas conservan el mismo texto despachado en general, de manera que deben darse por aprobadas, salvo que algún señor Senador solicite su discusión y votación en forma separada.
Por otra parte, la Comisión efectuó diversas modificaciones al proyecto aprobado en general, las que fueron acordadas por unanimidad, con excepción de nueve de ellas que serán puestas en votación oportunamente.
Cabe recordar que las enmiendas resueltas por unanimidad deben ser votadas sin debate, salvo que algún señor Senador solicite discutirlas, pida segunda discusión o haya indicaciones renovadas.
El señor PIZARRO (Presidente).- En discusión particular el proyecto.

Tiene la palabra el señor Secretario.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- De acuerdo a lo señalado, corresponde tratar el artículo 1°, que dice:
"Auméntase transitoriamente la tasa establecida en el artículo 20 de la Ley sobre Impuesto a la Renta, contenida en el artículo 1° del decreto ley N° 824, de 1974, de la siguiente manera:
"a) A 20% (veinte por ciento) para las rentas que se perciban o devenguen durante el año calendario 2011.
"b) A 18,5% (dieciocho coma cinco por ciento) para las rentas que se perciban o devenguen durante el año calendario 2012.
"Toda referencia que en la Ley sobre Impuesto a la Renta o en cualquier otra norma legal, se haga al Impuesto de Primera Categoría, se entenderá efectuada tomando en consideración la tasa incrementada transitoriamente, de acuerdo a lo expresado en el inciso precedente.".

El señor PIZARRO (Presidente).- Si nadie pide intervenir, se someterá a votación el artículo 1°.
Tiene la palabra el Honorable señor Rossi.

El señor ROSSI.- Señor Presidente, en realidad, respecto de este artículo, si bien lo vamos a votar favorablemente, no es menos cierto que al leerlo y analizarlo, uno percibe, con total claridad, que la característica central de la iniciativa no es precisamente la solidaridad y la equidad.
Entiendo que el objetivo del proyecto es recaudar más recursos para financiar la reconstrucción. Y siempre he estimado que para solventar los gastos de cualquier cosa se necesita dinero. Es decir, se requieren más recursos y no menos.
Si uno quiere sacar adelante una iniciativa cuya característica central sea la solidaridad, correspondería que quienes tienen más y ganan más -las grandes empresas chilenas- hagan una contribución mayor que los que ganan menos. Esto es bastante simple de entender.
Sin embargo, pese a todas nuestras gestiones y a las conversaciones que sostuvimos con los Ministros de Hacienda y del Interior e incluso con el Presidente Piñera, en orden a reemplazar o sustituir la transitoriedad del alza del impuesto a la renta a las grandes empresas, por la permanencia, no lo logramos, lo cual es lamentable.
Y, si hubiésemos concedido a la Derecha que el alza no fuese permanente; que en vez de dos años, fueran cuatro, y que en esos dos años adicionales se aplicara el 18,5 por ciento, no el 20, como se proponía para el primer año -el 2011-, no tendríamos ni siquiera necesidad de estar planteando regalar a la gran minería chilena la invariabilidad tributaria hasta el 2025.
Fíjense, señores Senadores, que bastaría solo mantener el impuesto a la renta de las más grandes empresas chilenas. ¡Ojo! Estoy hablando del uno por ciento de ellas, porque, lamentablemente, los Ministros políticos se han caracterizado por mentir a la población, y lo digo con todas sus letras, sosteniendo en forma reiterada que la Oposición niega los recursos para la reconstrucción, en circunstancias de que en la Comisión hemos votado a favor de todos los artículos que establecen incrementarlos para ese financiamiento.
Además, se ha dicho que estamos legislando en contra de las pymes, cuando es todo lo contrario: hemos expresado que la rebaja del impuesto de timbres y estampillas tiene que beneficiar solamente a aquellas y no a las grandes empresas. Porque, como dije, en este artículo 1° se debería consagrar la solidaridad, la cual ha de manifestarse en que quienes tienen más contribuyan en mayor proporción que los que poseen menos.
Y, hoy día, por no hacer extensiva esta alza al uno por ciento de las empresas más grandes -no a las pymes- y conseguir los recursos necesarios para la reconstrucción, estamos regalando la invariabilidad tributaria a la gran minería hasta el 2025 y postergando el debate sobre un impuesto específico real a dicho sector.
Señor Presidente, vamos a aprobar el artículo 1° y todos aquellos que tienen que ver con aumento de recursos para la reconstrucción. Pero nos hubiese gustado una posición más solidaria, más generosa, más audaz de parte del Gobierno en orden a aprovechar el terremoto y el dolor provocado por él como una ocasión para levantar un país más justo, especialmente considerando que la carga tributaria de las grandes empresas es bajísima.
En Chile, la carga tributaria de las personas está muy cerca de la existente en los países europeos; la de las empresas, muy lejos.
En América Latina, la tasa promedio de impuesto de primera categoría es de 25 por ciento; en las naciones de la OCDE, de 34; en nuestro país, de 17. Y asciende a esta cifra gracias a la Concertación, porque cuando terminó la dictadura era de 10 por ciento. El Presidente Aylwin la subió a 15 y el Presidente Lagos, a 17.
Eso es todo.
--(Manifestaciones en tribunas)
.

El señor PIZARRO (Presidente).- Ruego a los asistentes a las tribunas no emitir ningún ruido, expresión o cualquier cosa semejante, ni a favor ni en contra, pues, si insistieran en tal conducta, de acuerdo con el Reglamento tendríamos que pedirles abandonar el recinto, y no es esa nuestra intención.
Tiene la palabra el Senador señor García.

El señor GARCÍA.- Señor Presidente, mediante la disposición en debate se aumenta la tasa del impuesto de primera categoría de 17 a 20 por ciento durante el año calendario 2011, y a 18,5 por ciento en 2012, permitiendo recaudar importantes recursos por dicho concepto, destinados a la reconstrucción nacional, particularmente en las zonas afectadas por el terremoto y el maremoto.
Como hemos señalado, estimados colegas, es bueno que ese incremento del impuesto de primera categoría tenga carácter transitorio, porque nuestra apuesta es a que el país pueda recuperar tasas de crecimiento económico elevadas. No hay mejor financiamiento para el desarrollo de las políticas sociales que el crecimiento económico. A mayor crecimiento, mayor es la recaudación fiscal. Y esa mayor recaudación fiscal posibilita contar con los recursos para mejorar la calidad de la educación; mejorar en número y en calidad nuestras viviendas y nuestros barrios; mejorar la atención de salud; mejorar la seguridad pública; mejorar las pensiones y, en fin, tantas otras necesidades sociales de la población.
No es a través de alzas de tributos como se va obteniendo un financiamiento sólido y estable, sino mediante el crecimiento económico. Y esa es la apuesta del Gobierno.
A ello cabe agregar que una de las grandes promesas de la campaña presidencial de don Sebastián Piñera fue la creación de un millón de nuevos empleos en sus cuatro años de gobierno, de manera tal que los jóvenes que han estudiado en las universidades, en los institutos profesionales, en los centros de formación técnica, puedan incorporarse al campo laboral, y no ocurra como hoy, que forman parte de un número muy significativo de personas que buscan ocupación por primera vez y no la encuentran.
¡Abrir oportunidades a nuestros jóvenes, que se han preparado para salir a conquistar el mundo del trabajo, es una de las grandes tareas a la que nos ha convocado el Presidente Piñera, y debe ser también, a mi juicio, una de las grandes prioridades del Senado de la República!
Y ello será posible en la medida en que la economía crezca más, no a tasas de 2 a 3 por ciento. Eso no sirve, porque apenas cubre el crecimiento vegetativo de la población. Lo que verdaderamente genera desarrollo y progreso social es el crecimiento económico y, muy amarrado a lo anterior, la creación de nuevas fuentes de trabajo.
¡Esto es lo que esperamos que suceda en Chile en los próximos años!
Por eso, creemos que se debe aprobar el alza transitoria del impuesto de primera categoría, a fin de allegar recursos a la reconstrucción, pero sin perder de vista que los grandes recursos para la solución de los problemas sociales del país tienen que provenir de un crecimiento económico estable y sostenido.
Ojalá recuperemos tasas de crecimiento en torno al 6 y 7 por ciento.
Señor Presidente, ayer, escuchando las noticias, me informé de que en Brasil la economía está creciendo al 10 por ciento anual aproximadamente, porcentaje comparable al alcanzado por China durante varios años.
Ojalá podamos entregarles ese tipo de buenas noticias a nuestros ciudadanos.
Ojalá Chile pueda crecer de manera sostenida, no digo a tasas de 10 por ciento -probablemente nuestra inversión no nos alcance para lograr ese nivel-, pero sí lo bastante elevadas para resolver los problemas sociales.
Votaré a favor.
--(Aplausos en tribunas).

El señor PIZARRO (Presidente).- Reitero a las personas que se encuentran en las tribunas -tal vez no me expliqué bien, estimados ciudadanos y ciudadanas- que les está prohibido efectuar manifestaciones a favor o en contra.

El señor COLOMA.- ¡Fue algo espontáneo...!

El señor PIZARRO (Presidente).- Comprendo que esto es bien terrible. Es como ir al estadio y no poder aplaudir cuando el equipo de uno hace un gol. Pero, lamentablemente, así lo dispone la norma reglamentaria.
Por lo tanto, les pido, por favor, no emitir ninguna manifestación más. De lo contrario, tendremos que solicitarles que desalojen la Sala.

La señora MATTHEI.- Quizás se puedan expresar levantando o bajando el pulgar.

El señor PIZARRO (Presidente).- Así, bien ordenaditos, igual como llegaron, expresen su opinión.
Solicito autorización para que ingresen a la Sala los Subsecretarios de Hacienda, señor Rodrigo Álvarez; de la Secretaría General de la Presidencia, señor Claudio Alvarado, y de Minería, señor Pablo Wagner.
--Se concede.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, en el artículo 1° de la iniciativa el Ejecutivo, a fin de financiar la reconstrucción, propone modificar la Ley sobre Impuesto a la Renta aumentando la tasa del impuesto de primera categoría durante dos años: a 20 por ciento, en 2011, y a 18,5, en 2012.
De acuerdo con el informe financiero, eso sería parte de dicho financiamiento y, de cualquier modo, el rendimiento por tal concepto se percibiría en el año 2011, no en el 2010.
Nosotros estamos en la línea de aprobar todos los recursos que sean necesarios para la reconstrucción. Y, con relación a los contemplados en el proyecto u otros, planteamos que considerábamos más conveniente, para un buen manejo de la política fiscal y afrontar los problemas de la reconstrucción, incrementar el impuesto de primera categoría a 20 por ciento de modo permanente.
Incluso, en la sesión anterior le indiqué al Ministro de Hacienda que si los recursos obtenidos excedían el monto requerido para la reconstrucción, el remanente perfectamente se podría destinar a financiar algunas de las propuestas formuladas por el Gobierno, en especial la del término del descuento de 7 por ciento para salud de los jubilados -de modo que este, en vez de concretarse en siete años, como se anunció, se hiciera dentro del actual período presidencial-, así como incrementar la subvención escolar, que es otro tema en discusión, etcétera.
Sin embargo, no hemos sido escuchados y el Ejecutivo ha insistido en un alza transitoria.
Frente a ello, en la discusión posterior planteamos incluso que el incremento transitorio se extendiera por cuatro años, es decir, por todo el período del Presidente Sebastián Piñera. Con eso podrían reunirse mayores recursos para afrontar la reconstrucción o bien para cubrir otras obligaciones comprometidas en el programa de gobierno.
Formulamos una indicación en la Comisión de Hacienda para hacer efectiva dicha propuesta. Sin embargo, por mandato constitucional, los parlamentarios no tenemos iniciativa legislativa en materias tributarias de ningún orden. Por tanto, lógicamente fue declarada inadmisible.
Ante tal circunstancia, y siendo coherentes con lo que hemos manifestado desde un comienzo en el sentido de que no le vamos a negar recursos al Gobierno para la reconstrucción del país, tomamos la decisión de aprobar la propuesta del Ejecutivo, a pesar de ser contrarios al establecimiento de un sistema de impuestos transitorios, por estimar que lo mejor para el país -insistimos en ello- son los tributos permanentes.
Esa es la razón por la cual votaremos a favor de lo dispuesto en la modificación propuesta por el Ejecutivo en orden a subir la tasa del impuesto a la renta a 20 por ciento, durante el año calendario 2011, y a 18,5 por ciento, en el 2012.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Escalona.

El señor ESCALONA.- Señor Presidente, me parece muy importante establecer de manera explícita nuestro respaldo al artículo en análisis, el cual, de acuerdo al informe financiero emanado de la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda, produce el mayor aporte a la recaudación fiscal con el propósito de enfrentar la reconstrucción del país derivada de la catástrofe natural vivida el 27 de febrero último.
En virtud de esta norma, se reúnen los alrededor de 650 mil millones de pesos que están en el centro de la propuesta presentada por el Ejecutivo. Ello no significa subvalorar el hecho de que, de la Ley Reservada del Cobre, se trasladan cerca de 300 millones de dólares en dos ocasiones -durante el 2010 y el 2011-, con lo cual se obtiene un total de 600 millones de dólares. Sin embargo, convengamos en que esos recursos constituyen una mera reasignación, ya que actualmente forman parte de los ingresos del país.
Tampoco menospreciamos, por cierto, el impacto de la modificación al impuesto al tabaco, que también tiene implicancias desde el punto de vista de la salud pública y que respaldaremos.
Hemos manifestado puntos de debate y fórmulas alternativas, hasta la votación llevada a cabo ayer en la Comisión de Hacienda del Senado, en lo referente a las rebajas tributarias, las que, desde nuestro punto de vista, generarán, a partir de 2013, una recaudación fiscal permanente de 400 millones de dólares anuales menos.
Sin embargo, concurrimos a respaldar el alza de impuestos en debate, por cuanto consideramos que esos 650 mil millones de pesos -tal vez un poco más- son una contribución para atender las dificultades que enfrenta el país. Y lo hacemos de buen ánimo, pues estimamos que de verdad son una buena contribución.
No nos hacemos cargo de ciertos intentos de descalificación verbal hacia nuestra postura con relación a las rebajas tributarias, por cuanto la mirada que ha existido -deseamos reiterarlo acá, en esta sesión del Senado de la República- desde el gabinete político -llamémoslo así-, desde el equipo que se ha presentado a la opinión pública como el comité político que se reúne en el Palacio de La Moneda los días lunes -constituido por Ministros del área política, jefes de las bancadas oficialistas y Presidentes de los partidos de Gobierno-, no ha contribuido precisamente a encontrar elementos que permitan acercar visiones diferentes.
En particular, queremos ser muy enfáticos en rechazar la idea de que los parlamentarios de la Concertación, por plantear un punto de vista discrepante, tenemos una visión extremista, tal como expresó el día de hoy el señor Ministro Secretario General de la Presidencia en declaraciones radiales, lo que, una vez más, evidencia añejas manifestaciones de intolerancia hacia aquellos que sostienen posiciones distintas.
Resultaba perfectamente lógico que los parlamentarios de la Concertación confluyéramos en este debate con otros puntos de vista, pues, a mi juicio, es lo que la opinión pública solicita de nosotros. Es enteramente lógico y natural que quienes hemos competido por el liderazgo del país durante las últimas décadas y conformamos un bloque político diverso concurramos con posiciones diferentes frente a un proyecto de esta naturaleza.

El señor PIZARRO (Presidente).- Concluyó su tiempo, señor Senador.

El señor PROKURICA.- Dele un minuto más, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene un minuto más para finalizar su intervención, Su Señoría.

El señor ESCALONA.- Muchas gracias, señor Presidente.
Por último, me parece que esa intolerancia se manifiesta también en otro ámbito: lamentablemente, numerosos funcionarios públicos la sufren cuando, por no compartir el programa de la coalición gobernante, son exonerados de sus puestos en la Administración del Estado.
Creo que todavía falta mucho desarrollo en la cultura democrática en nuestro país. Pareciera que los veinte años que han pasado desde el término de la dictadura no han sido suficientes para el establecimiento de una cultura de la tolerancia.

La señora MATTHEI.- ¡Su Presidenta echó cuatro veces más funcionarios!

El señor ESCALONA.- Nosotros votaremos a favor del artículo 1º del proyecto, porque consideramos que los recursos que involucra son necesarios para enfrentar la catástrofe ocurrida el 27 de febrero del presente año.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Matthei.

La señora MATTHEI.- Señor Presidente, en primer término, deseo recordar al Senador que me precedió en el uso de la palabra que su Presidenta echó el año pasado cuatro veces más funcionarios públicos que los que se han echado este año con el actual Mandatario.

La señora ALLENDE.- ¡Eso no es cierto!

La señora MATTHEI.- ¡Así que, si de intolerancia hablan, primero miren su propia casa!
En segundo lugar, quiero señalar que ha resultado un espectáculo lamentable ver a la Concertación, pero sobre todo a la Democracia Cristiana, votando en contra de la rebaja de la tasa del impuesto de timbres y estampillas, en circunstancias de que el año pasado aceptaron bajarla a cero. Me parece lamentable ver cómo van a perjudicar a más de un millón de personas, quienes, cuando quieran cambiarse de un crédito caro a uno más barato, no podrán hacerlo sencillamente porque deberán pagar el monto derivado de ese tributo.
Resulta lamentable ver a la Democracia Cristiana y, más aún, a algunos colegas que anunciaron su apoyo al proyecto cómo tratan de escudarse bajo la figura del pareo para no tener que dar la cara, porque la verdad es que, al rechazar la modificación relativa al artículo 14 quáter, ese partido y toda la Izquierda estarán votando en contra de las pymes.
¡Ustedes tendrán que contarles a los pequeños y medianos empresarios por qué están votando en contra de ellos! ¡Siempre dijeron que había que apoyar a las pymes, y ayer votaron en contra de ellas!
Resulta increíble verlos actuar de esa manera, después de que se han lavado la boca con las pymes durante años y de que en dos décadas nunca hicieron nada por ellas. ¡Y ahora, cuando existe una verdadera posibilidad de apoyarlas, votan en contra!
Asimismo, han rechazado asignarles plata a las Regiones. Recordemos que el 25 por ciento de lo recaudado por concepto del royalty se destinaría a ellas.
¡Tampoco aceptaron eso!

La señora ALLENDE.- ¡No es cierto!

La señora MATTHEI.- Entonces, la verdad, señor Presidente, es que resulta lamentable lo que están haciendo.
¡Claro! Están enojados. Porque quisieran más impuestos en forma permanente. Es lo que hicieron siempre. Y ello llevó a que nuestro país prácticamente no creciera. La mayoría de las naciones en Latinoamérica están creciendo más que Chile, e incluso de África. Ese es el país que nos entregaron, y que ustedes desean seguir teniendo: gente sin trabajo, las mujeres figuran con la peor tasa de participación en el empleo respecto de toda América Latina, pues cuando salen a buscar trabajo no encuentran. Y eso ocurre porque tienen ahogadas a las pymes, como consecuencia de la aplicación de mayores tasas de impuesto y del manejo de una economía de hace treinta años.
No han entendido que hoy nuestro país tiene que competir con otros, que debe contar con tasas de impuesto competitivas y que es preciso darle realmente una oportunidad a las pymes, no solo para crear más empleo sino también para generar más equidad, de la cual hablan mucho, pero en general no la practican.
En consecuencia, resulta lamentable ver a la Concertación votando en contra de las personas, de las pymes, del crecimiento y de más oportunidades para mucha gente.
Votaré a favor.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Letelier.

El señor LETELIER.- Señor Presidente, nos encontramos en el artículo 1º, que nada tiene que ver con el royalty, con timbres y estampillas, con el artículo 14 quáter, del cual habló mi querida Senadora que me antecedió en el uso de la palabra...

La señora MATTHEI.- Dígale a Escalona.

El señor LETELIER.- En torno de aquello, quiero recordar que la CONUPIA respaldó plenamente las indicaciones que presentó la Concertación. Y haría un llamado a que las construyamos en forma compartida. Porque nadie desea que las personas naturales ni las micro y pequeñas empresas estén pagando el impuesto de timbres y estampillas. Todos nos encontramos de acuerdo en ese punto. ¡Que nadie mienta al país en ese aspecto!

La señora MATTHEI.- ¡Votaron en contra!

El señor LETELIER.- Todos somos partícipes respecto del artículo 14 quáter en orden a que las pequeñas y microempresas reciban un beneficio. ¡Por favor, que no sigan mintiéndole al país diciendo que la Concertación está contra las pequeñas empresas, porque ello no contribuye a un buen clima en el debate!

La señora MATTHEI.- ¡Votaron en contra!

El señor LETELIER.- La CONUPIA respaldó nuestras indicaciones, y eso lo sabe la Senadora Matthei, que es una mujer que habitualmente está informada, cuando quiere.
Otro asunto en discusión -lo veremos en el artículo relativo al royalty- radica en saber si, habiendo una normativa que dispone que tales recursos son para las Regiones, innovación y desarrollo, una disposición como la propuesta -independiente de que se aumente la tasa y de los plazos- puede destinar esos fondos a un fin distinto del que establece la ley. En lo personal, creo que no es posible. Y me parece que el Honorable señor Prokurica -lo planteó tiempo atrás- tiene toda la razón en este punto. Quizás hoy cambiará de argumento -no lo sé-, pero siempre he compartido su juicio en esta materia, y constituyó el motivo por el cual él y el Senador Cantero en su momento votaron a favor del impuesto específico.
Ahora me referiré al asunto sobre el cual vamos a votar.
Los Senadores de nuestra bancada nos pronunciaremos a favor del artículo 1º, que permite aumentar el impuesto de primera categoría a 20 por ciento en 2011 y a 18,5 por ciento en 2012. Entendemos que aquí hay un mecanismo de recaudación de recursos.
Quiero dejar constancia de que tenemos una discrepancia respecto a la evaluación que hace el Ejecutivo acerca de cuánto va a rendir este incremento de impuestos.
Comprendemos que las medidas tienen que ver con la reconstrucción y que no estamos efectuando el debate tributario global. No obstante, sería muy útil que en algún momento el señor Ministro de Hacienda nos invitara a formar una comisión especial para racionalizar los impuestos en Chile, para revisarlos. Ello le haría bien a nuestro país.
Pero en este punto específico una de las discrepancias -reitero que vamos a votar a favor de la norma- radica en que creemos que el Gobierno ha sacado cálculos un poquito holgados en cuanto a lo que va a rendir. Nos gustaría que la economía del país creciera a 6 por ciento en promedio en los próximos años. Sin embargo, los datos internacionales no permiten abrigar ese optimismo. Más bien tienden a indicar que con suerte llegaremos a 5 por ciento.
Repito: vamos a votar a favor de la disposición en debate.
Creemos que la reconstrucción será más costosa de lo que se ha planteado y, sobre todo, que va a demorar más. Independiente de otro juicio, nos hubiese gustado que se incluyeran temas relativos a la reconstrucción que no están contemplados de una forma adecuada en los planes del Gobierno. No se encuentran bien considerados ni la recuperación y rescate patrimonial ni una política apropiada de reconstrucción de la vivienda rural. Se trata de materias a las que nos hemos referido anteriormente, respecto de las cuales, incluso, propusimos otras fuentes de financiamiento.
Señor Presidente, reitero que nos pronunciaremos a favor de la norma, porque significa más ingresos para la reconstrucción. Aprobaremos toda acción que implique más recursos destinados a ese fin.
También resulta importante dar a conocer que hubiésemos preferido -lo digo en este punto- que el proyecto en discusión se refiriera solo a la reconstrucción y no se confundiera con el programa y la política que el Gobierno del Presidente Piñera ofreció al país en su campaña. En la presente iniciativa se han juntado dos temas distintos, dos lógicas diferentes, y por eso a veces la hemos considerado confusa.
El aumento de impuestos para financiar la reconstrucción, lo respaldamos. Es en la reducción de tributos donde tenemos discrepancias, en particular porque algunas de esas rebajas, que queremos para los chicos, para los ciudadanos, para las micro y pequeñas empresas, se extienden también a las grandes empresas del país.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Bianchi.

El señor BIANCHI.- Señor Presidente, he tratado de seguir la discusión en cada una de las reuniones celebradas por la Comisión de Hacienda. Formulé las indicaciones ya por todos conocidas, que son públicas.
En lo que respecta a la materia en análisis, me hubiese gustado, tal como le manifesté ayer al Ministro de Hacienda, que existiese un aumento más allá de los dos años propuestos. Presenté una indicación que planteaba cinco años. Y razones para ello hay varias.
Entiendo que estamos tratando la iniciativa sobre reconstrucción. No obstante, me preocupa, por ejemplo, lo que va a ocurrir con el próximo incremento de las pensiones básicas solidarias, con la disminución gradual del descuento de 7 por ciento a los jubilados por concepto de salud. Se requerirán muchísimos fondos públicos para llevar adelante toda la política social proyectada. Y me asisten algunos reparos en cuanto a que ello se consiga solo por la vía del crecimiento, con el optimismo del 6 por ciento, al que perfectamente podríamos llegar. Me hubiese encantado lograr que el Ejecutivo recogiera parte de mi indicación.
Sin embargo, también me apena que esta discusión no se haya dado antes. Han pasado veinte años, y creo que aquí existe una deuda que falta todavía pagar. Resulta fácil señalar hoy que uno quisiera un aumento permanente, que fuera más allá de 20 por ciento, que se extendiera por diez años o ad aeternum. Pero dicho debate no se realizó antes, sino recién ahora.
Por lo tanto, en alguna medida hay que valorar lo que ha hecho el Gobierno, a raíz de acontecimientos muy especiales como han sido el terremoto, el maremoto y todas las consecuencias negativas que ello ha traído para el país. Y por fin estamos hoy discutiendo la posibilidad de incrementar los impuestos. Pero -insisto- pienso que, en justicia, este tema debió haberse debatido mucho antes.
En las normas siguientes me iré refiriendo al royalty, a por qué en esta oportunidad no se subió el impuesto a los alcoholes. ¿Cuál es el temor de haber puesto hoy en discusión esa materia? ¿Cuál es el interés de no abordarla en esta ocasión para fines solo de la reconstrucción?
Iré artículo por artículo pidiendo el tiempo para argumentar el voto respecto de cada materia.
Me pronunciaré a favor porque, de no hacerlo, el impuesto quedaría en la tasa actual de 17 por ciento, y obviamente eso nadie lo desea. Estamos obligados a aprobarlo para que haya un aumento aunque sea por los dos años que se proponen, con la esperanza de que en algún momento se discuta un tributo permanente a las grandes empresas, y que eso nos permita sacar adelante todo lo relacionado con los temas sociales que he señalado: la salud, el 7 por ciento, la pensión básica solidaria, etcétera.
Votaré a favor, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Sabag.

El señor SABAG.- Señor Presidente, el martes recién pasado, la inmensa mayoría de los Senadores tuvimos la posibilidad de expresar nuestra opinión en cuanto a este proyecto de ley. Y yo claramente manifesté mi deseo de que el Gobierno pudiera contar con los recursos correspondientes para enfrentar la crisis tan enorme que ha afectado a varias Regiones del país. Y, con mayor razón, lo hicimos quienes representamos a la Octava Región, donde hemos visto el sufrimiento y el dolor que la gente todavía está padeciendo fuertemente.
Con la lluvia de estos días, visitar cualquiera de los sectores sumidos en el barro, donde las personas tienen todas sus especies mojadas, resulta realmente lamentable. Hay quienes las han ido a visitar, y han salido llorando.
Entonces, ¡cómo uno no va a tratar de que el Gobierno disponga de los recursos para enfrentar la emergencia y, más que ella, la reconstrucción definitiva en el país!
En dicha sesión hice presente que, a lo mejor, nuestro sistema tributario -lo hemos venido pidiendo durante muchos años- requiere un estudio serio, profundo, una reforma que pueda abarcar todos los impuestos y que esté al alcance y en conocimiento de toda la ciudadanía.
Siempre lo he señalado: en esta materia hay un enjambre de leyes que muy pocos profesionales y técnicos logran entender. Incluso, existen dictámenes dispares de los propios servicios, de una oficina a otra. Ni siquiera se ponen de acuerdo en algunos de los aspectos que se mencionan.
Por eso, es necesario realizar una reforma profunda.
Y en esa oportunidad aludí, además, a los impuestos que se aplican en la mayoría de los países. Detallé cada uno de ellos. El promedio es de 27 ó 30 por ciento contra el 17 por ciento que rige hoy día en nuestro país.
Yo vuelvo a pedirle al Ministro -sé que esta es una situación de emergencia- que tratemos de iniciar el estudio de una reforma tributaria integral. Podría demorar uno o dos años; pero en algún momento hay que partir. Ojalá que él adoptara una decisión y que nos tomara la palabra para que podamos hacerlo lo antes posible.
Por otro lado, debo señalar que, durante el debate en particular de la iniciativa presentamos indicaciones con otros colegas solicitando que, por lo menos, el tributo comprendido en la disposición en debate fuera provisorio, por cuatro años; que en el primero se aplicara el 20 por ciento, y en el segundo, tercero y cuarto, el 18,5 por ciento. Lamentablemente, el Gobierno no le dio patrocinio a nuestra indicación, y mantuvo la tasa de tributación en la forma que él propuso.
Evidentemente, vamos a aprobar esa norma.
Por otra parte, quiero dar a conocer que el jefe de mi bancada me pidió expresamente que me pareara con alguno de los Senadores que no están presentes. Yo le respondí que ello podía ser siempre que él estuviese en las mismas condiciones y que no hubiera un desequilibrio en la votación. Y el desequilibrio no existe. Si votáramos hoy día, es evidente que el proyecto se aprobaría en su integridad.
Mi idea era únicamente facilitar lo que el jefe de mi bancada me estaba pidiendo. Por fortuna, me han liberado de ese compromiso y ahora podré votar, y espero que mañana también. Y mantendré lo mismo que dije hace una semana: tengo observaciones claras con respecto al royalty, que es una de las cosas fundamentales.
Me alegro de que mi sector, la Democracia Cristiana, la Concertación, haya acogido aspectos como el que se plantea y como el relacionado con el artículo 14 quáter, que también estimo absolutamente conveniente para la pequeña y mediana empresas.
Lo voy a repetir: ¡1.000 millones de pesos de venta no constituyen una gran empresa! Más aún, tiene una limitante: hasta 52 millones de pesos es posible rebajar. Eso, además, hace que se postergue el pago. Porque si no se retiran las utilidades, las empresas no pagarán el impuesto ese año. Pero si las retiran tres años después, sí lo harán.
Entonces, ¡cuál es el gran beneficio que estamos dando frente a las tantas dificultades que se colocan para poder aceptarlo!
Ahora bien, con respecto al impuesto de timbres y estampillas, las grandes empresas no lo pagan. ¡Son las pequeñas las que lo hacen con dinero de su bolsillo! ¡Las grandes lo trasladan a sus costos y lo pagan otros!
Lo mismo ocurría antes cuando se decía ¿por qué no le cobran los derechos por las aguas a las empresas sanitarias? Ello se traduciría en alrededor de 2 mil millones de dólares o lo que sea. ¡Claro! Ellas lo pagarían rápidamente, pero se lo cargarían a los usuarios.
¡Por eso no se han cobrado tales derechos!
El que paga es el pequeño empresario.
Por eso presentamos una indicación para que quedaran exentos de esos pagos aquellos que perciben hasta 1.000 unidades de fomento.

El señor PIZARRO (Presidente).- Ha terminado su tiempo, señor Senador.
Tiene un minuto para concluir su exposición.

El señor SABAG.- Sin embargo, eso lo analizaremos cuando toquemos el punto.
He planteado lo anterior porque yo vivo esas cosas con la ciudadanía; conozco los problemas de la gente.
¡Y hablo aquí con entera propiedad!
Llevo bastante tiempo en el Parlamento y tengo muchos años de vida al servicio de la comunidad. ¡Así que no me voy a dejar presionar por nadie! ¡Ni busco una martingala de ninguna especie! Muy por el contrario: busco la manera de que los asuntos se aprueben y que ello sea en beneficio de los damnificados y de nuestra patria, y también que el Gobierno cumpla con su deber de llevar el auxilio y el apoyo a toda la comunidad que lo necesita.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Chadwick.

El señor CHADWICK.- Señor Presidente, yo soy -y espero seguir siéndolo siempre- absolutamente respetuoso de que haya distintas ideas y de que estas puedan expresarse en el Senado. Pero soy mucho más respetuoso de que se diga la verdad. Y en este debate en particular, por la manera en que se ha desarrollado, se está dando una tremenda hipocresía. Porque aquí no se trata de discutir única y exclusivamente el artículo 1°, sino también de tener presente las voluntades de la Concertación en lo atinente al resto del articulado del proyecto.
¡Y la cosas por su nombre!
En primer lugar, los Senadores de la Oposición están impidiendo que se obtengan los recursos que el Presidente de la República ha solicitado en forma urgente para enfrentar la emergencia más grande sufrida por Chile: el terremoto del 27 de febrero. Porque, con sus votos, están rechazando las modificaciones al impuesto a la minería, imposibilitanto recaudar 700 millones de dólares en dos años. ¡700 millones de dólares destinados a la reconstrucción del país!
Dichos recursos, para mi Región -la Sexta, que fue una de las más damnificadas con la catástrofe-, son extraordinariamente necesarios. Sin embargo, los votos de la Concertación -¡y que se sepa!- han impedido recaudar 700 millones de dólares a través de las enmiendas al royalty.
En segundo término, una vez más, ustedes están impidiendo que se puedan recuperar las pymes en nuestro país, ya que con sus votos les han negado la posibilidad de obtener un beneficio tributario tremendamente importante, además, para recuperarse de un terremoto que las afecta desde hace varios años, porque no les han permitido destinar sus utilidades a la reinversión, que es necesaria para que puedan salir adelante y otorgar empleo.
¡Una vez más le dan la espalda a las pymes!
Y, en tercer lugar, con los votos de la Concertación se está impidiendo a la clase media chilena, a más de un millón de personas -¡porque una vez más le están dando la espalda a ella!-, poder renegociar sus créditos hipotecarios o de consumo sin pagar el impuesto de timbres y estampillas que los tiene atados a los bancos.
Eso es lo que estamos discutiendo aquí.
Aquellos tres aspectos son fundamentales para la reconstrucción del país: disponer de los 700 millones de dólares que entregarían las modificaciones al royalty; rehabilitar y recuperar a las pymes para que inviertan y proporcionen empleo, y darle un alivio a la clase media a través de la renegociación de sus créditos de consumos e hipotecarios sin que pague el impuesto de timbres y estampillas.
¡Eso es lo que está pasando!
¡Esa es la verdadera falta de solidaridad que se observa!
¡Al país le costará creer que ustedes le están negando esa posibilidad a la reconstrucción de Chile!
Hoy día el país va a presenciar que el Presidente de la República permanecerá y alojará en una mediagua de una familia de Dichato. Mientras él estará ahí, ustedes en el Senado van a retrasar, con sus votos, la posibilidad de que ella logre en forma más rápida una vivienda social permanente.
¡Esa es la verdad!
¡Y eso es lo que ustedes están haciendo!
¡Todo lo demás es puro blablá, señor Presidente!
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Lagos.

El señor LAGOS.- Señor Presidente, hemos hecho un esfuerzo genuino por alcanzar un entendimiento. Y ya se llegó a acuerdo en lo fundamental, en lo medular, en lo que les importa a los ciudadanos que se hallan en las tribunas, invitados seguramente por algunos Senadores a presenciar esta sesión.
Porque ya se aprobó el financiamiento para la reconstrucción. Los dineros están. Nadie en esta Sala va a votar en contra de recaudar más.

El señor COLOMA.- ¿Y el royalty?

El señor LAGOS.- Hubo un terremoto en Chile. Y el Gobierno del Presidente Piñera, correctamente, dijo: "Se requieren recursos adicionales para ir en ayuda de los chilenos que lo van a pasar mal".
Y entonces...

El señor PÉREZ VARELA.- Que el señor Senador se dirija a la Mesa, señor Presidente, no a las tribunas.

El señor LAGOS.- Le digo a la audiencia, por su intermedio, señor Presidente, que, entonces, el Ejecutivo planteó una serie de impuestos para obtener más recursos. Y nos parece razonable. Porque, como ocurrió un hecho excepcional, un terremoto, se requieren de manera extraordinaria dineros que no estaban presupuestados.
Por eso el Presidente de la República, correctamente, dijo: "Proyecto de ley para recaudar más recursos".
Al respecto no hay dos opiniones; todos estamos de acuerdo.
¿Discrepamos de si se necesitan más o menos recursos? No. Los que señala el Primer Mandatario se van a aprobar.
La diferencia no radica en lo que se recauda, sino en que el Jefe del Estado, junto con expresar "Voy a recibir todos estos recursos", añadió: "Además, voy a dejar de recaudar todos estos otros, porque les daré una exención tributaria, les perdonaré gravámenes a muchas personas, incluidos la clase media y los pequeños empresarios". Pero de paso también les va a perdonar tributos a los ricos de Chile.
En consecuencia, junto con aprobarle los mayores impuestos, le hemos pedido al Gobierno que distinga entre aquellos que tienen bolsillos grandes y pueden pagar más impuestos, y quienes tienen bolsillos más pequeños y pueden pagar menos.
Ahora, aunque le solicitamos al Ejecutivo hacerlo, el Ministro de Hacienda aún no le ha explicado al país por qué en el caso del impuesto de timbres y estampillas no se puede diferenciar entre los grandes contribuyentes y los más pequeños.
Señor Presidente, estoy dispuesto a apoyar la aplicación del impuesto en cuestión a los grandes empresarios y a eximir de su pago a la pequeña y a la mediana empresas.
Eso se encuentra materializado en una propuesta concreta que el Gobierno del Presidente Piñera no ha aceptado.
¿Qué persona de clase media, si pidiera un crédito hipotecario de hasta 50 millones de pesos, no querría pagar solo la mitad del impuesto?
Acá está la indicación que presentamos. En ella planteamos que quienes compren viviendas más modestas, de hasta 20 millones de pesos, paguen cero impuesto: el Gobierno lo rechazó. Lo mismo propusimos respecto de las personas naturales -el millón y tanto de que hablaba la Senadora Matthei- que soliciten un crédito de hasta 5 millones de pesos: el Gobierno lo rechazó.
¡Le hemos dicho al Ejecutivo que no queremos que en esta reforma tributaria pasen colados los grandes empresarios!
Eso es lo que hemos estado planteando.
Entonces, no le temo a la opinión pública. Porque, cuando uno lo explica así, a la ciudadanía le queda claro qué estamos haciendo: aprobar el financiamiento para que, entre otros, los vecinos de Dichato que mañana van a ver allí con el Presidente de la República el partido de Chile por el Campeonato Mundial tengan su presupuesto asegurado.
Pero para lo que no estoy disponible, contrariamente a lo que el Gobierno desea hacer, es para perdonarles impuestos a los más ricos de nuestro país.
Sería muy fácil una indicación que dijera: "Los que tengan más de tantas luquitas van a pagar equis impuesto; los que tengan menos, van a pagar menos".
El Gobierno no quiere hacer eso. Y es lo que debe explicar.
Sobre la norma en debate, vinculada con el incremento del impuesto de primera categoría, propusimos una alternativa, señor Presidente.
El Ejecutivo quiere subirles el impuesto a las grandes empresas en 4,5 puntos durante dos años. ¿Nos parece razonable? Sí. Pero le pedimos un esfuerzo adicional: ¿por qué no cuatro años, en lugar de dos, y 7,5 puntos, en vez de 4,5?
Con eso se recaudarían sobre 840 millones de dólares, que son más que los 600 millones que ingresarán con el royalty.
Entonces, para no realizar la discusión sobre el impuesto específico a la minería -es un tema serio la forma como vamos a gravar en el futuro los recursos no renovables de Chile- ni introducir una conversación que no es del caso efectuar hoy, si solo por dos años subiéramos un poquito los impuestos de los más ricos obtendríamos lo mismo que se pretende conseguir a través del royalty.
Ese es el debate de fondo: la ley en proyecto pretendía una mayor recaudación; pero no será así y se les permitirá a los más ricos pagar menos impuestos.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Longueira.

El señor LONGUEIRA.- Señor Presidente, pareciera que la Concertación es la única que tiene el privilegio de bajarles los tributos a los más ricos del país.
El año pasado el impuesto de timbres y estampillas propuesto por el Gobierno de la Concertación fue cero. Y no vi a ningún parlamentario de esa coalición señalar que se les estaba regalando plata a los ricos. ¡A ninguno!
Ahora resulta que lo que está planteando el Gobierno -mayores recursos para financiar la reconstrucción y rebaja de tributos para ayudar a la clase media y a las pymes- lo van a votar en contra ¡porque dejar en 0,6 por ciento el impuesto de timbres y estampillas beneficia a los ricos!

La señora MATTHEI.- ¡El año pasado, no...!

El señor LONGUEIRA.- Así es. Lo dejaron en cero. O sea, ¡los pobres financiaron la crisis...!
En verdad, ¡no sé cómo pueden aducir ese tipo de argumentos!

La señora MATTHEI.- ¡Son muy carepalos...!

El señor LONGUEIRA.- ¡No sé cómo en meses pueden cambiar sus argumentaciones y darlas en sentido contrario!
Por lo tanto, les va a costar explicar aquello.
Cuando las personas de clase media paguen un impuesto de timbres y estampillas de 1,2 por ciento a partir de julio, les vamos a recordar todos los años que la Concertación lo quiso así.
Por consiguiente, señores de la Oposición, rechacen la propuesta del Ejecutivo y voten por mantener el impuesto en ese porcentaje. Y le explicarán a la gente por qué cuando fueron Gobierno lo bajaron, no a 0,6, sino a cero y favorecieron a "los ricos de Chile", como dicen hoy día.
¡Es sorprendente! ¡La incongruencia ha llegado a un límite impresionante!
De otra parte, sostienen que votarán en contra del royalty porque no quieren mantener la invariabilidad.
Pero ellos sí la mantuvieron. Y la ofrecieron hasta el año 2017.
El Primer Mandatario manifiesta hoy: "Queremos que las grandes empresas mineras contribuyan con 700 millones de dólares". Y ellos dicen: "No. No vamos a votar en contra del aumento de impuesto".
¡Pero qué capacidad para inventar cosas irreales!
¡Ustedes están rechazando un aumento de impuestos! ¡Están contribuyendo a que la gran minería del país no colabore con la reconstrucción!
¡Imagino que estarán felices...!
Por consiguiente, voten en contra. Y los Senadores de las Regiones mineras le explicarán a la gente por qué el royalty ahora no se va a destinar a aquellas.
¡Voten en contra!
En verdad, quienes mienten son ustedes -no los Ministros-, porque saben que no van a estar los dineros del royalty y se contará con menos recursos.
Y creo que ese es el mejor escenario para el Gobierno. Porque cuando ustedes aleguen que no se están haciendo las cosas; que no hay fondos; que se cortaron los dineros para las Regiones; que el impuesto del royalty no queda en las zonas mineras, no sé qué van a decirle a la gente.
Por lo tanto, los Senadores de enfrente han sorprendido.
Ahora, señor Presidente, reclaman por lo que dicen los Ministros.
Si tres de nuestros parlamentarios hubieran votado en contra en la Comisión de Hacienda como lo hicieron ayer los de la Concertación, habrían puesto una foto de todos ellos en la primera página de "La Nación" con la siguiente leyenda: "¡Estos son los Senadores que les quitan recursos a los más pobres del país!".

El señor PROKURICA.- ¡Así es!

El señor LONGUEIRA.- Yo no lo he visto. No leo ese diario hace muchos años.
En todo caso, eso es lo que ustedes nos hacían a nosotros.
Entonces, ¿reclaman ahora porque algunos Ministros le están diciendo la verdad al país sobre lo que va a ocurrir con las votaciones de ustedes?
Voten, señores. Ya nos veremos en la cancha. Y le diremos a la ciudadanía cómo han perjudicado a la clase media; que la gente seguirá pagando el mismo impuesto de timbres y estampillas.
Porque ustedes no tienen un solo argumento para pedir lo que están planteando.
Entonces, les diremos a todos los habitantes de las zonas mineras que el royalty no va a dejar recursos en ellas porque no habrá aumento de ese impuesto específicoya que la gran minería del país, que obtiene utilidades extraordinarias, no va a pagar más.
Por consiguiente, creo que en la votación de ayer hubo una demostración. Y no hay que refugiarse en el artículo 1º. Porque nosotros, a diferencia de ellos, estamos haciendo una contribución a través de un aumento de impuestos que no se hallaba en nuestro programa y del cual no somos partidarios. Pero entendemos que, en forma excepcional, hay que actuar con grandeza, con generosidad, con desprendimiento, y tener una actitud positiva, lo que no hemos visto acá.
Por lo tanto, no se refugien en el artículo 1º, pues con la votación de ayer mostraron lo que han sido desde el comienzo: una Oposición que le va a negar la sal y el agua al Gobierno.
Señor Presidente, pese a que no soy partidario del aumento de impuestos, creo que en forma excepcional, transitoria, debemos contribuir a lo que el Ejecutivo nos propone para que quienes sufrieron los efectos del terremoto puedan solucionar sus problemas.
Para ello se necesitan los recursos que se nos han solicitado. Y por eso votaremos a favor del artículo 1º.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Prokurica.

El señor PROKURICA.- Señor Presidente, los discursos que hemos escuchado esta tarde y la magnitud de los hechos ocurridos en el país nos permiten afirmar que el proyecto que hoy analizamos tiene, sin duda, gran importancia para Chile y abre una oportunidad para que en momentos de crisis demos en el Senado una señal de unidad y de apoyo a las labores de reconstrucción.
Resulta, por ende, inentendible que algunos Senadores argumenten que este asunto está muy claro y, sin embargo, insistan en explicarlo. Al parecer, entonces no lo está tanto.
Es incomprensible que algunos se resten a dar su aprobación a la entrega de recursos que se necesitan con urgencia para ir en ayuda de miles de familias afectadas por el terremoto.
Ya han olvidado que hace pocos meses los presidentes de los partidos de la Concertación fueron a la casa del Presidente de la República para comprometerse a cooperar con el Gobierno y trabajar unidos en la reconstrucción.
Votar que no, señor Presidente, significa no solo negarle las herramientas al Ejecutivo para ir en ayuda de las familias afectadas, sino además -como se ha dicho hasta el cansancio aquí- perjudicar a las Regiones.
Yo les pregunto a los Senadores que, al igual que quien habla, representan a las Regiones mineras con qué cara podremos decirles a sus habitantes que en cuanto al royalty -algo por lo que hemos luchado durante tanto tiempo; a lo cual hemos concurrido con nuestros votos, y por lo que hemos pagado muchos costos políticos-, del que no llegó un solo centavo a ellas, hoy, cuando existe el compromiso de un Ministro y del Gobierno de entregarles el 25 por ciento de la recaudación,se votó que no.
Francamente, ¡no puedo entender que se pronuncien de esa forma parlamentarios representantes de Regiones que ven cómo los recursos emanados del royalty se siguen gastando en el Transantiago, en la construcción del Metro, en obras en otros lugares, no obstante las carencias existentes en aquellas!
No puedo creer que, por una actitud egoísta o contraria en el ámbito político, se desaproveche esta oportunidad histórica. Y uso esta expresión porque históricamente las Regiones mineras del país han sido saqueadas por el centralismo.
Ahora, cuando tenemos la oportunidad de cumplir un compromiso que el Presidente de la República asumió durante la campaña y que se halla plasmado en el que suscribió el Ministro, ¿vamos a votar en contra?
Me resulta difícil concebir un pronunciamiento negativo, sobre todo porque, a diferencia de otros Senadores -y lamento que no esté presente el colega Letelier-, voté a favor del royalty las dos veces en que hubo que resolver sobre el particular.
Por eso, no entendería que los parlamentarios de zonas mineras desaprovecharan esta ocasión -ella va más allá de un Gobierno de Derecha, de Centro, de Izquierda o de cualquier sector político- de generar recursos para las Regiones que representamos.
Como si eso fuera poco, señor Presidente, ayer aquí también se votó en contra del planteamiento de rebajar el impuesto de timbres y estampillas.
¿Dónde quedó, entonces, el discurso de favorecer a las pymes y de ayudar a la clase media? Y ello, como lo han señalado aquí algunos Senadores, cuando ese mismo discurso lo hacían exactamente al revés hace un año.
Francamente, ¡no puedo comprenderlo!
Pero quizás lo más grave es que respecto a uno de los mensajes tantas veces hechos en las campañas, el de tener la posibilidad de no pagar impuestos por las utilidades invertidas -¡quién puede estar en contra de eso!-, he escuchado decir aquí: "Bueno, ¿cuál es el beneficio?".
Señor Presidente, yo voy a las reuniones de la CONAPYME y a las de todas las organizaciones del comercio; me entrevisto con los camioneros, en fin: ¡lo único que desean es la aprobación de la norma pertinente!
Se dice aquí: "Es que se suspende por un tiempo la tributación".
¡Obvio! ¡Si en eso consiste el beneficio, pues!
Entonces, francamente, considero que no hay justificaciones para que medidas del nivel señalado se voten en contra.
Curiosamente, un colega ha dicho que los Senadores de la Concertación tienen derecho a sustentar una opinión distinta.
De eso no me cabe ninguna duda. Pero...
Se acabó mi tiempo, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).- Le daré un minuto más, Su Señoría.

El señor PROKURICA.- Pero a lo que no tienen derecho es a, en un momento de crisis como este, hacer un gallito político con el Ejecutivo y negar la sal y el agua, no solo al Gobierno del Presidente Piñera, sino también a miles de familias que lo están pasando muy mal.
Pienso que a algunos de Sus Señorías, como ya se lo dije una vez, les falta ir a dar una vuelta a todas las Regiones afectadas por el sismo y el maremoto. Sin duda, esa gente les diría en la cara que aprobaran en breve el otorgamiento de los recursos pertinentes para que fueran en su ayuda.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Tuma.

El señor TUMA.- Señor Presidente, durante la discusión general argumentamos sobre la necesidad de este proyecto de ley, destinado a entregarle al Gobierno del Presidente Piñera más recursos para la reconstrucción.
Algunos parlamentarios nos atacan sobremanera a quienes estamos respaldando y apoyando un aumento de impuestos y, consecuencialmente, de ingresos, no solo mediante la aprobación de esta iniciativa, que a nuestro juicio es insuficiente, sino también por la vía de presentar indicaciones a fin de que el Primer Mandatario disponga de más recursos para la reconstrucción y cumpla su Programa. Y se nos dice que estamos en contra del Ejecutivo o de la gente.
Empero, la situación es exactamente al revés. Y no he conocido en la historia de Chile a una Oposición que le plantee al Gobierno su deseo de otorgarle más dineros para atender a la población.
El artículo 1º que se propone -no quiero salirme del contexto- dispone un incremento del impuesto de primera categoría de 17 a 20 por ciento el primer año y a 18,5 por ciento el segundo. Eso va a arrojar, según estimaciones del Ministerio de Hacienda, 1.264 millones de dólares.
En mi opinión, dicha cifra está inflada, no corresponde a la realidad. El Ministro se va a quedar corto y no contará con los recursos indispensables.
Y tengo la más íntima convicción de que a este Gobierno, para financiar la reconstrucción, no le importa echar mano a los dineros de los programas sociales implementados por la Presidenta Bachelet porque sabe que el proyecto en debate se halla absolutamente desfinanciado, que su estimación de ingresos por 1.264 millones de dólares para los próximos dos años es equivocada. ¿Por qué? Porque ningún empresario, en su proyección de inversiones, va dejar de realizar el gasto mayor en los próximos dos años, cuando tenga un impuesto más alto, y al volver a 17 por ciento pagará lo correspondiente a su nivel tributario en régimen.
En resumen, los empresarios van a pagar menos impuestos, el Ministerio de Hacienda recibirá menos ingresos y los más pobres deberán suspender sus programas de agua potable, de caminos, de viviendas, y también, algo que le importa mucho al Gobierno: lo relacionado con la seguridad ciudadana.
Esos son los recortes que hemos conocido en los primeros meses del actual Gobierno, señor Presidente.
Ahora, ¿qué propuso la Concertación? Que el impuesto de 18,5 por ciento dure dos años más, lo que rinde mucho más que lo que se capturará por royalty a cambio de entregarles a todas las empresas mineras una hipoteca hasta el 2025 respecto a los ingresos del cobre.
Por eso, lo que se está definiendo aquí es quiénes son los beneficiarios. Ya veremos en el transcurso de la discusión si estamos favoreciendo o no a las pymes cuando sostenemos que para estas y las personas es preciso llevar a cero el impuesto de timbres y estampillas.
El texto respectivo vamos a votarlo en la misma forma planteada a los parlamentarios de la Concertación por los dirigentes de la CONAPYME, quienes no concuerdan con los señores Senadores de Gobierno. Nos solicitan que nos pronunciemos en contra de la norma relacionada con el alza a 1,2 por ciento. Lo que piden es quedar exentos.
¿Y qué significa esto último para el Estado? Una merma de recursos. Pero cabe recuperarlos por la vía de permitir que el 1,2 por ciento opere en régimen para las más grandes empresas. Así de simple.
Esa es la diferencia que los parlamentarios de las bancadas de Oposición mantenemos con el Gobierno respecto de quién paga la reconstrucción. ¿Lo hacen las pymes? ¿Los microempresarios? ¿Las personas? ¿O las más grandes empresas?
Señor Presidente, voy a votar a favor del artículo que nos ocupa, ya que no tengo otra alternativa. Porque peor es nada. Pero, aun así, me parece que no le dará al Presidente Piñera los fondos suficientes, de los estimados, para completar su plan de reconstrucción y el de Gobierno.
Por lo demás, este último contempla para la Novena Región el Plan Araucanía, que debe ser financiado. Y temo, queridos colegas de la Región que represento, que con un modelo de recaudación de impuestos inflado no vamos a obtener los recursos necesarios para cumplir el compromiso con La Araucanía y, mucho menos, con el país.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- El señor Ministro ha solicitado la palabra.
Puede hacer uso de ella.

El señor LARRAÍN (Ministro de Hacienda).- Señor Presidente, simplemente deseo aprovechar la ocasión para responder algunas preguntas formuladas y aclarar la disposición que ha tenido el Gobierno por mi intermedio, ya que me ha correspondido conducir las conversaciones con la Concertación y, en particular, con el Senador señor Andrés Zaldívar, con quien he interactuado en forma más directa y continua.
En primer lugar, respecto de un punto que se mencionó aquí, deseo precisar que hemos estado abiertos, en caso de que se apruebe lo relativo al impuesto específico a la actividad minera, para destinar a todas las Regiones 25 por ciento de los recursos que se recauden.
Es una cantidad entre 150 millones y 180 millones de dólares, lo que equivale, aproximadamente, a 18 por ciento del Fondo Nacional de Desarrollo Regional. Puede efectuarse un aporte a este último, o bien, como lo han expuesto algunos Senadores de la Concertación, procederse por la vía de proyectos de inversión regional.
Ahora, eso será posible, por supuesto, en la medida en que se obtengan más fondos provenientes del royalty.
En segundo término, respecto del mismo impuesto específico, en nuestro planteamiento hemos puesto 4 por ciento, en vez de 3,5, como base de la tabla, de manera que nunca se logren recaudaciones menores que las presentadas hoy.
Ello significa, por ejemplo, que si el precio del cobre fuera de 3,1 dólares, se recaudaría una diferencia anual, con respecto a lo actual, de 415 millones de dólares. Si el precio fuera de 3,5 dólares, la diferencia anual ascendería a 582 millones.
Esos datos los puse a disposición del Senador señor Zaldívar, quien los compartió con ustedes, según entiendo.
Por lo tanto, creo que en esta materia hemos mostrado una apertura para que se apruebe el proyecto, que consideramos bueno para el país, no solo porque se recaudarían más recursos en la presente coyuntura, sino también porque constituye un buen esquema, en el cual la tasa del impuesto queda dependiente del ciclo productivo.
Y esta última será mayor en los buenos años, ya que puede llegar hasta 9 por ciento. Algunos han estimado que puede ser baja. Por mi parte, quiero hacer presente, porque esto se tiene que medir bien -y lo hemos explicado en repetidas ocasiones con el señor Ministro de Minería-, que la tasa se debe sumar, con un pequeño ajuste, al 35 por ciento de impuesto adicional que paga la minería. Por lo tanto, ese sector quedaría, en las épocas favorables, con una tasa del orden de 43 por ciento, producto del 35 por ciento, más el impuesto específico a la minería, con un pequeño ajuste en la base.
En consecuencia, aquí ha habido una disposición a conversar y a poner el punto sobre la mesa.
Adicionalmente, no puedo sino hacerme cargo de dos imputaciones formuladas con respecto al impuesto de timbres y estampillas, en cuanto a que es para los ricos y a que se propuso diferenciarlo, lo que no hemos aceptado. También me han hecho presente que no hemos explicado por qué no acogemos esto último.
Señor Presidente, comprendo perfectamente la intención existente detrás de la idea de un impuesto diferenciado de acuerdo al monto del crédito. Pero solo hay dos formas de diferenciar: por dicho factor o por el RUT.
Si lo hacemos por el monto y establecemos, como se ha propuesto, que sobre 2 mil unidades de fomento se pague y por menos no, habrá muchos créditos de mil 990 o mil 980 unidades de fomento. Y, por lo tanto, crearemos un estupendo mecanismo de elusión.
En consecuencia, luego de consultar con el Servicio de Impuestos Internos, nos parece inviable la posibilidad a que hago referencia.
Se nos hace presente que la otra alternativa es la diferenciación por RUT. Si lo hacemos y dirigimos la medida a las pymes...

El señor PIZARRO (Presidente).- Terminó su tiempo, señor Ministro.
Tiene un minuto adicional.

El señor LARRAÍN (Ministro de Hacienda).- Gracias, señor Presidente.
Iba a subrayar que muchas pymes solicitarían créditos que van a pasar en cuenta corriente mercantil a las empresas más grandes, que también se eximirían del pago del impuesto.
En la práctica -esto lo hemos consultado con el Servicio mencionado-, no existe una buena forma de implementar la idea. Por esa razón, hemos sido renuentes a incorporar la diferenciación.
La alternativa que se presenta hoy día, entonces -para tenerlo clarísimo-, es aplicar un impuesto de 0,6 por ciento, y rebajarlo el 1° de julio, o de 1,2. Esas son las opciones reales.
Habiéndome hecho cargo de esas materias, señor Presidente, quiero decir que incluso después del rechazo de ayer -y sin perjuicio de expresar los puntos de vista del Gobierno, porque es lo que corresponde- dejé las puertas abiertas para encontrar un acuerdo.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Antes de dar la palabra al Honorable señor Coloma, recuerdo a la Sala que se trata el artículo 1°, en la discusión particular, norma que tiene que ver con el artículo 20 de la Ley sobre Impuesto a la Renta.
Como se han estado efectuando planteamientos en general, todavía quedan muchos inscritos.
Puede intervenir el señor Senador.

El señor COLOMA.- Así se ha dado el debate, señor Presidente, No vamos a cambiarlo a estas alturas, cuando ha devenido en una suerte de discusión general, acotada a un tiempo de cinco minutos.
Simplemente quiero subrayar que, de no haber ocurrido un terremoto, no estaríamos en esta controversia. Y de encontrarnos en un país con crecimiento y sin desempleo, tampoco. Pero se ha registrado un terremoto en un país con falta de crecimiento y mucho desempleo.
Y me parece que el Gobierno va precisamente a la "vena" del problema. No habría considerado lógico que el proyecto, como algunos plantean, se concentrara solo en pedir recursos para enfrentar las consecuencias del sismo y se desentendiese de la necesidad de recrear la cadena productiva, lo que también forma parte de nuestras dificultades. En Chile se observa un problema físico, de destrucción, pero también uno de ánimo, de inversión y de empleo. Y juzgo razonable que se proponga un paquete armónico de definiciones precisamente para enfrentar todo ello.
A mi juicio, señor Presidente, la pregunta clave es más que económica. Aquí se realiza una discusión política, que es el aspecto en deuda. Desde mi perspectiva, la cuestión es hasta qué punto nos hallamos en el nivel del requerimiento presidencial que se le formula al Congreso. Y, después de escuchar los planteamientos de algunos de los señores Senadores de las bancadas de enfrente -no de todos-, creo que se está rehuyendo la responsabilidad de encontrarse a la altura de las circunstancias.
Algún tiempo atrás, la entonces Primera Mandataria me llamó, como Presidente de mi Partido, para pedirme el apoyo de las bancadas del lado de acá para enfrentar el problema de la crisis internacional. Y, entre otras cosas, se consideró un paquete de 4 mil millones de dólares, provenientes del extranjero, y la exención de la Ley de Timbres y Estampillas, como parte de otro conjunto de medidas armónicas.
Deseo subrayar, señor Presidente -y, por su intermedio, a quienes hicieron uso de la palabra-, que desde nuestro sector nunca se esquivó el compromiso y siempre se dijo que si Chile lo necesitaba, si mediaba una convicción, íbamos a estar presentes. Y nuestro apoyo fue unánime, sin peros, sin zancadillas, sin buscar argumentaciones para explicar lo inexplicable, porque sentimos que se requería estar a la altura de las circunstancias. Cuando el país pide esfuerzos de este tipo, no estamos para pequeñeces o para tratar de eludir las responsabilidades.
Ese es el tema político que hoy día importa a los chilenos. Y serán ellos los que juzgarán cómo actúan unos y otros.
Con relación al terremoto, se están pidiendo cosas de sentido común. Quisiera consignar que me cuesta apoyar un aumento de impuestos, aunque sea transitorio, porque sé que eso, al final, es quitarles recursos a los emprendedores para entregárselos a los que gastan. Y ello, al final, es muy probable que no active la economía como nos hubiera gustado. Pero entendemos que enfrentamos una crisis.
Lo mismo hago presente respecto del impuesto específico a la minería. Pero si el señor Ministro ha buscado un sistema muy parecido al existente, que fue aprobado por unanimidad, me cuesta mucho más entender por qué no se da un respaldo tan necesario y, junto a las otras modificaciones legales, se reúnen los recursos para superar los daños del terremoto.
Entonces, no es cierto cuando se afirma que se han entregado todos los recursos y no se ha negado nada. Se están rechazando las platas del royalty -y vamos a verlo en la discusión que viene en un rato más-, por lo menos por parte de algunos. Expongamos la verdad completa, no medias verdades.
Adicionalmente, respecto de las exenciones, me resulta bastante difícil entender, como parlamentario de la Séptima Región, que se esté negando algo tan importante y reactivador como las normas de incentivo a la inversión y de timbres y estampillas.
No nos confundamos, señor Presidente. Explicaciones, teorías, existen muchas. El asunto es otro: un país nos mira y observa a un Primer Mandatario que ha actuado con equilibrio. Porque pudo haber sido mucho más fácil usar las platas en el extranjero -y, probablemente, nos habríamos ahorrado una discusión importante-, pero con un costo muy relevante para el tipo de cambio o la tasa de interés que el día de mañana se requieran.
El debate de fondo radica, por lo tanto, en si vamos a estar a la altura de lo que Chile nos pide o a rehuir el bulto y tratar de seguir haciendo zancadillas y atrincherándonos en el Congreso, como si fuera esta la cuestión central.
Abrigo la convicción de que las medidas en estudio son necesarias, justas; de que exigen sacrificios de todos. Aún no estoy cien por ciento de acuerdo con lo que se plantea, porque cabía considerar en forma distinta algunos conceptos, pero no me equivoco un segundo en entender que el terremoto físico y el terremoto del ánimo, el cual tiene que ver con la falta de crecimiento y empleo, son mucho más relevantes que rigideces en materia económica que, al final, en poco contribuyen.
Por eso, señor Presidente, voy a votar a favor en la discusión particular, desde luego, e insto a quienes han hecho uso de la palabra en un sentido distinto a que comprendan que este es un problema político, relativo al tipo de país que construimos, y no simplemente de cifras económicas.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Quintana.

El señor QUINTANA.- Señor Presidente, creo que la discusión es más simple. Y ello lo manifestó con mucha claridad el Senador señor Allamand en la discusión general que sostuvimos la semana recién pasada, cuando expuso -magistralmente, diría- las incidencias de la variación tributaria en economías como la nuestra.
En definitiva, lo anterior se traduce -y Su Señoría lo expresó en forma muy nítida- en que hoy día se registran, legítimamente, dos visiones de sociedad, pero también de cómo manejar la carga tributaria. Por una parte se encuentran quienes ven en cualquier alza de impuestos un freno al crecimiento. Así lo sostuvo con mucha precisión la Honorable señora Matthei en esta jornada. Y por la otra nos hallamos quienes, en este lado, estimamos que lo que hace una reforma tributaria, especialmente en una sociedad tan desigual como la nuestra, es redistribuir mejor, más aún con un terremoto de por medio.
Por eso, señor Presidente, en mi intervención en general de la semana pasada intenté demostrar cómo el último Gobierno democrático de Derecha, que fue el de Alessandri, hizo hasta lo imposible, justamente con motivo del terremoto de 1960 -el país iba a ser sede del mundial de 1962-, por construir un proyecto que recaudara más, incluso devolviendo utilidades legítimas de la gran minería. Nos encontramos muy lejos de que en esta Administración se hayan formulado indicaciones y planteamientos de esa índole.
Por tal motivo, mi Honorable colega Zaldívar tiene mucha razón cuando consigna que hemos realizado todos los esfuerzos que amerita la situación. Refiriéndonos en concreto al artículo del aumento transitorio del impuesto de primera categoría, advertimos con mucha claridad: "No nos gusta. No sirve. No recauda más. No es suficiente para enfrentar un terremoto que, como han dicho ustedes, es el quinto más grave" -y es así- "registrado en la historia de la humanidad". Y, por eso, se ofreció también la posibilidad de un plazo de cuatro años. La respuesta fue negativa.
Se planteó, incluso, que si llegan a sobrar recursos estos vayan íntegramente a cumplir con los compromisos del actual Presidente. También se contestó que no.
Francamente, resulta claro que la intransigencia, la inflexibilidad, no han estado de parte nuestra.
El señor Ministro de Hacienda recién hizo presente algo que estimo digno de ser analizado, en orden a que 25 por ciento de lo que se recaude del royalty -pasamos a la invariabilidad tributaria- va directo a las Regiones. En consecuencia, me pregunto: ¿Y qué pasa con el 75 por ciento restante? ¿Adónde va? ¿Me responde que va a las arcas fiscales? Entonces, ¿por qué se pone la cuestión del royalty en la iniciativa en debate, que es netamente de reconstrucción?
En virtud de lo anterior, hemos dejado establecido que este es un proyecto que no cumple el objetivo de recaudar para los efectos de enfrentar la tragedia. Más bien lo que hace es recibir con una mano y entregar con la otra. ¿Y a quién? A los sectores de más altos ingresos.
Aquí no ha habido un solo Senador de la Concertación que haya dicho algo distinto respecto del primer artículo en debate: todos vamos a votar a favor, porque, evidentemente, es la vía por la que más se obtiene. Se está haciendo referencia a 650 mil millones de pesos.
Me merece dudas la afirmación que hacía recién el señor Ministro en el sentido de que los 150 millones de dólares se podrían redistribuir en las Regiones. ¡Por favor! ¿Cuánto significaría ello en las quince existentes? ¿Diez millones de dólares en dos años? ¡Pero si ya se quitaron 700 millones de dólares de una sola vez y esa plata ya está reasignada! Entonces, esto es una "caluga", pero, en la práctica, no resuelve el problema, menos aún en las Regiones afectadas por el terremoto. Es en una de ellas donde el Presidente Piñera va a estar mañana, justamente, viendo el partido de Chile.
No nos parece adecuado, por lo tanto, que 75 por ciento vaya a arcas fiscales.
En definitiva, nunca debieron incluirse en el proyecto de recaudación fiscal, de reconstrucción, los beneficios a las grandes mineras.
Gracias.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Espina.

El señor ESPINA.- Señor Presidente, cuando se inició el Gobierno de Sebastián Piñera, se conversó entre los parlamentarios de la Alianza respecto de qué tipo de Oposición íbamos a enfrentar.
Muchos creímos que iba a ocurrir con la Concertación lo que nosotros hicimos en los años noventa, cuando don Patricio Aylwin asumió la Primera Magistratura. En aquel entonces se aplicó "la democracia de los acuerdos", que permitió llevar a cabo una reforma tributaria, una reforma laboral, una enmienda de la legislación vinculada a los hechos de violencia ocurridos en el Gobierno militar, e incluso, una reforma constitucional.
Después de escuchar los argumentos de los Senadores de la Concertación, estimo que se han impuesto los sectores más duros y que más obstáculos quieren poner a cualquier iniciativa del Gobierno de Sebastián Piñera. Porque, con el mayor respeto que me merecen las opiniones de todos mis Honorables colegas, pocas veces he escuchado argumentos tan débiles para justificar lo injustificable.
Veamos el royalty.
Este recauda, de acuerdo al sistema actual, 524 millones de dólares. ¿Saben cuánto recaudaría de aprobarse la enmienda propuesta en el proyecto? Mil 22 millones de dólares. Ello implica un aumento de 498 millones de dólares.
Esos son datos absolutamente objetivos.
¿Qué justifica que ustedes quieran rechazar una norma de esa naturaleza, la cual recauda más en la medida en que aumente el precio del cobre, en circunstancias de que el propio Ministro de Hacienda ha dicho que está dispuesto a subir el piso del royalty de 3,5 a 4 por ciento?
Los argumentos dados respecto de las pymes, señor Presidente, francamente no resultan comprensibles. Cuando ustedes se niegan a la mantención del impuesto de timbres y estampillas en 0,6 por ciento, les están diciendo, a un millón 50 mil personas que desean pedir un crédito o -como señaló la Senadora señora Matthei, con toda razón- cambiarse de la institución a la que se lo han solicitado, que tendrán que pagar más por el alza de dicho tributo...

El señor LETELIER.- ¡No es cierto!

El señor ESPINA.- ... justo cuando más necesitan acceder al crédito, ojalá en el más largo plazo, con los intereses más bajos y sin verse obligadas a pagar el impuesto de timbres y estampillas.
Y después van a las Regiones y ahí sostienen que apoyan al pequeño emprendedor. ¡Pero a las 250 mil pequeñas empresas que podrían beneficiarse de esa disposición ustedes les están dando un portazo en la cara!
¡Esa es la verdad! Y no he escuchado un solo argumento que demuestre lo contrario. De hecho, el Ministro ya explicó por qué no es posible en este caso discriminar entre empresas de un tamaño y de otro.
Otro planteamiento, señor Presidente, del que aquí se ha hablado poco es el referido al artículo 14 quáter.
¡Pero si todos dijimos que las empresas necesitaban incentivos tributarios para poder desarrollarse! Y el proyecto propone que todas las que registren ventas inferiores a mil millones de pesos -en este punto les recomiendo que pidan la transcripción de la intervención del Senador señor Sabag- queden exentas del pago del impuesto de primera categoría hasta por 50 millones de pesos. ¡Y ustedes no quieren esta medida!

El señor QUINTANA.- ¡Ya vamos a votar eso! ¡Todavía no llegamos ahí!

El señor LETELIER.- ¡Está hablando de más!

El señor ESPINA.- ¡No la quieren!
Si votaran a favor de esa norma, señor Presidente, significaría que el sistema de persuasión está funcionando...

El señor QUINTANA.- ¡Aún no discutimos eso!

El señor LETELIER.- ¡Habla de más!

El señor PIZARRO (Presidente).- Ruego a los señores Senadores evitar los diálogos.

El señor ESPINA.- Señor Presidente, a los señores Senadores de la Concertación les gusta hablar de intolerancia, pero yo no abrí la boca cuando dieron su opinión. La intolerancia surge cuando se les dice algo que escapa a su discurso oficial. Cuando uno les cambia el casete y les expresa una visión distinta, entonces para ellos uno es de lo peor que existe en Chile.
Pero esa autoridad moral que quisieron imponernos durante muchos años, mediante la cual ustedes eran los reyes del bien, y nosotros, los reyes del mal, se les acabó. Porque el pueblo de Chile les dijo en las elecciones: "¡No, señores, ya no son ustedes quienes tienen la autoridad moral en este país!".
--(Aplausos en tribunas).

El señor LETELIER.- ¡Ahí le salió lo Espina Otero!

El señor ESPINA.- Con honor, mi querido amigo.
Señor Presidente, aquí veremos quiénes van a salir al pizarrón: un Gobierno que ha sido capaz de equilibrar la disminución de impuestos...

El señor PIZARRO (Presidente).- Ha concluido su tiempo, señor Senador. Le doy un minuto más para que concluya.

El señor ESPINA.- Señor Presidente, quiero hacerme cargo de un solo argumento final.
Aquí se ha dicho demagógicamente que se deben subir los impuestos a las empresas en forma permanente. ¡Eso es mentirle a la gente, porque todos saben que cuando ello ocurre se afecta gravemente el crecimiento de un país!

La señora MATTHEI.- ¡En dos por ciento!

El señor ESPINA.- Y no ha habido ninguna discusión seria sobre eso que demuestre lo contrario.
Por algo el programa de financiamiento de Sebastián Piñera contempla un aporte de 7 mil 500 millones de dólares vía crecimiento económico.
Por lo tanto, lo que ha hecho, con toda razón, implica un justo equilibrio entre incentivo a las empresas, disminución de ciertos impuestos, aumento de otros y apuesta por el crecimiento.
Queremos ver, señor Presidente, cómo votará la Oposición cada uno de los artículos del proyecto.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Girardi.

El señor GIRARDI.- Señor Presidente, de partida, anuncio que nosotros vamos a votar a favor el artículo en discusión.
Hemos invitado al Gobierno a una reflexión.
Entendemos que hoy día se requieren más recursos para enfrentar las consecuencias del terremoto. Lo único que hemos venido planteando es que el costo de la reconstrucción no lo paguen los más pobres, sino los sectores que se hallan en mejores condiciones. Y estos, evidentemente, son las grandes riquezas, las grandes empresas, los sectores mineros.
Ese es el debate que proponemos.
Aspiramos a que haya más recaudación.
Sin embargo, la iniciativa, por una parte, grava a esos sectores en determinado monto, pero, por otra, otorga beneficios tributarios que pueden llegar a ser el mejor negocio no para Chile, sino para los mismos de siempre: los grandes empresarios, la gran minería.
Se precisa una discusión para analizar cómo desarrollar al país.
El otro día el Senador Allamand planteó una reflexión interesante: que la tasa tributaria de Chile era altísima. Estimo relevante controvertir sobre ello, porque ayer en el diario La Tercera apareció un estudio que indica que la carga impositiva en el año 2009 llegó solo a 14,6 por ciento del PIB, lo que la convierte en una de las más bajas del mundo. Con ese nivel tributario cabe preguntarse si es posible dar un salto al desarrollo y construir el chasis de calidad de educación, el chasis de salud, el chasis digital, el chasis de infraestructura necesarios para ello.
Debemos reflexionar sobre el punto, porque con la carga tributaria actual es imposible avanzar. Vamos a seguir beneficiándonos de un sistema sustentado en la explotación de los recursos naturales, con empresas que no pagan impuestos.
De ahí, la necesidad de discutir sobre la gran minería.
Pienso que en Chile se ha perdido cierto sentido patriótico. Porque el cobre, que es nuestra principal riqueza y un recurso natural no renovable, les posibilitará a las empresas privadas repatriar este año un poco más de 25 mil millones de dólares en utilidades.
Yo no sé si el Gobierno se da cuenta de lo que significa esa cantidad de dinero: equivale casi al costo total de la reconstrucción.
En mi opinión, es antipatriótico permitir que un sector tenga ese tipo de utilidades, excesivas con relación a las necesidades del país.
En todas partes del mundo los recursos naturales deben rentar para desarrollar el conjunto de la sociedad. Por eso, en Australia, por ejemplo, en este momento se está planteando fijar un impuesto a tales recursos de 40 por ciento. ¡Y nosotros no somos capaces de efectuar un pequeño debate para subir el royalty 3 ó 5 puntos más!
Sin embargo, se propone que los sectores mineros se sometan voluntariamente a un aumento de tributo a cambio de una invariabilidad tributaria hasta el año 2025. Es decir, hasta entonces permitiremos que Chile sea el paraíso del abuso de esas empresas al dejar que se lleven nuestros recursos naturales a precio de huevo y que se mantenga un modelo de desarrollo donde finalmente lo que se exporta no es inteligencia ni educación, sino trabajos de mala calidad.
¡Esa es la mirada que defiende un sector del país! ¡No es la nuestra!
Estas son las materias que queremos empezar a conversar y a discutir.
Una carga tributaria como la propuesta -incluso como la han planteado algunos Senadores del PPD, en términos de mantener el impuesto a las utilidades de las empresas en 18,5 por ciento pero en forma permanente- solo permitiría resolver otros terremotos sociales que tenemos, aunque parece que no todos se dan cuenta de ello.
Algunos no prestan atención a los resultados del SIMCE, que son catastróficos. Ello obedece a que los recursos que se destinan a educación (38 mil pesos de unidad de subvención educacional) jamás garantizarán alcanzar la calidad en ese ámbito, y menos, dar un salto al desarrollo.
Algo similar ocurre en materia de salud: con un per cápita de 300 dólares se debe competir con países -de Europa, por ejemplo- que cuentan no con sistemas privados, sino con sistemas públicos tremendamente eficientes que gastan 6 mil dólares per cápita, en circunstancias de que las tecnologías, los escáneres, los medicamentos valen lo mismo allá que acá. En definitiva, no podemos enfrentar el desafío de la salud con 300 dólares por persona al año versus 6 mil dólares por persona al año.
Aquí se está claudicando frente a la posibilidad de proteger el derecho a la salud. Hay un millón de personas en lista de espera; 300 mil son AUGE. Y esto no tiene que ver solo con problemas de gestión, sino también con el hecho de que el país ha capitulado en su deber de financiar adecuadamente prestaciones mínimas para garantizar la vida.
He dicho.

La señora MATTHEI.- ¡De dónde sacó los 25 mil millones de dólares!
¡Si fuera así, no tendríamos problemas!

El señor GÓMEZ (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Ministro de Minería.

El señor GOLBORNE (Ministro de Minería).- Señor Presidente, escuché una cifra que no entiendo y quisiera aclarar.
El Senador señor Girardi acaba de decir que el sector minero va a repatriar -si no entendí bien, por favor corríjame- 25 mil millones de dólares.
La utilidad que el año pasado generaron las empresas mineras privadas en Chile fue de 7 mil 800 millones de dólares. Considerando este dato y que el plan de inversiones del sector minero para los próximos 8 años es de 50 mil millones, me cuesta creer que van a repatriar 25 mil millones.
Para el presente año, con un precio del cobre significativamente más alto, las proyecciones de COCHILCO indican que tales empresas pueden alcanzar una utilidad del orden de los 11 mil millones. Y buena parte de ese dinero se reinvierte en el país.
Por lo tanto, la cifra de 25 mil millones de dólares no me cuadra. Porque corresponde a más de las utilidades que las empresas mineras han percibido en los últimos 4 ó 5 años.
No tengo claro cuál es el monto de la carga tributaria total sobre el producto interno bruto -el Ministro de Hacienda podrá definirlo-, pero sí le puedo decir, Senador, que la minería en Chile aporta hoy a lo menos el 38,8 por ciento del total de impuestos.
Usted plantea en su intervención...

El señor GÓMEZ (Vicepresidente).- Señor Ministro, le pido que se dirija a la Mesa.

El señor GOLBORNE (Ministro de Minería).- Perdón, señor Presidente. Lo lamento.
Decía que el Senador señor Girardi planteaba la interesante posición de debatir acerca de subir el royalty en 3 a 5 puntos de forma permanente. Este es un tema de discusión filosófica.
Por su intermedio, señor Presidente, explico que lo que estamos haciendo es aumentar la tasa del 4 por ciento hasta el 9 por ciento en situaciones de precios altos. Ahí radica la gran diferencia. El sistema que proponemos hace que las empresas mineras realmente compartan las utilidades cuando las tienen. Pero no les fijamos una carga excesiva cuando el precio del cobre está bajo. Esa "belleza" permite mantener un instrumento de inversión permanente, que es lo que realmente genera trabajo, bienestar y recursos en las Regiones donde la minería se desarrolla.
Yo estoy seguro de una cosa, señor Presidente: si esta materia se debatiera más adelante, sin el apasionamiento en que estamos hoy día, el sistema resultante sería muy similar al que ahora se plantea.
Se discute sobre los ocho años de invariabilidad tributaria.
En la actualidad, durante los próximos siete años, por decisión del Gobierno del Presidente Lagos, las empresas mineras no pueden experimentar cambios en su carga tributaria. Nosotros estamos proponiendo una modificación permanente que regirá para cualquier empresa que inicie actividades desde la vigencia de la ley.
Como todos saben, cuando una minera comienza a trabajar genera utilidades 5 a 10 años después. Por lo tanto, dicha enmienda no producirá efecto inmediato. La única forma de que lo tenga es que esas empresas se acojan voluntariamente al sistema. Con la pequeña experiencia que poseo en negociación, he aprendido que para recibir algo siempre debo dar algo a cambio, aunque no sea equivalente. Por eso se les conceden ocho años de tranquilidad.
En mi opinión, tal sistema, que es bueno -parafraseando a un antiguo Ministro de Hacienda, hasta el minuto ni en un papel amarillo he recibido una propuesta mejor-, se aplicará adecuadamente en los ochos años siguientes, lo que le permitirá validarse.
Señor Presidente, considero importante entender que lo que discutimos hoy día en materia de royalty constituye un sistema tributario de largo plazo para la minería, y que es bueno per se. No obedece a las necesidades del terremoto. Para enfrentar las consecuencias de la catástrofe se sugiere aprovechar dicho instrumento para recaudar 700 millones de dólares en los próximos dos años, cifra que equivale a 50 mil soluciones habitacionales definitivas.
Muchas gracias, señor Presidente.

La señora MATTHEI.- ¡Quedó claro que inventan las cifras!

El señor GÓMEZ (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Pérez Varela.

El señor PÉREZ VARELA.- Señor Presidente, los datos entregados por el señor Ministro de Minería vuelven a colocar el debate del royalty en su exacta dimensión y establecen nuevamente un hecho de la causa: con los votos negativos de la Concertación se impedirá que la gente de las áreas devastadas sea beneficiada con un aporte significativo de alrededor de 700 millones de dólares.
Ese es un hecho indesmentible.
El Gobierno del Presidente Sebastián Piñera presentó un proyecto coherente y armónico con la situación generada por el terremoto.
Coherente, porque a través del alza transitoria de impuestos se podrá allegar recursos absolutamente indispensables.
Coherente, porque mediante el royalty se recaudarán más de 700 millones de dólares para zonas que requieren una inversión pública cuantiosa en materia de puentes, de escuelas, de conectividad, de vivienda.
Y armónico, porque quienes han estado en las Regiones afectadas por el terremoto y posterior maremoto se han dado cuenta de que miles de pequeñas y medianas empresas sufrieron sus efectos. No se nos debe olvidar nunca -y el Senador señor Rossi estuvo en la comuna de Talcahuano con motivo de un seminario para la reactivación y la reconstrucción- que cientos de pymes en esa comuna vivieron no solo la destrucción ocasionada por la catástrofe natural, sino también el saqueo.
¿Qué les estamos diciendo a ese panadero, a ese peluquero, a esa persona que tenía un local comercial en el centro de Talcahuano que requiere un crédito? Que tal préstamo, debido al rechazo de la Concertación, será más caro en quince días más.
¿Qué les estamos diciendo a ese panadero, a ese peluquero, a ese almacenero al que se le destruyó el local con el terremoto? Que si desean destinar recursos de su trabajo para levantar la infraestructura de su negocio, para obtener más capital y mercadería, deberán pagar impuestos.
Sin embargo, el Gobierno con su propuesta les señala a esos pequeños y medianos comerciantes, a esos pequeños y medianos empresarios, que si quieren poner de pie su actividad, el crédito les saldrá más barato, pues se plantea mantener baja la tasa del impuesto de timbres y estampillas; que si reinvierten todo su esfuerzo, no tendrán que cancelar tributos.
¡A eso se está negando hoy día la Concertación! No nos equivoquemos.
La reconstrucción es no solo una responsabilidad del Estado para invertir, recaudar y gastar platas públicas, sino también dar la oportunidad de levantarse a cientos -por no decir "miles"- de pequeños comerciantes que en la noche del 27 de febrero vieron destruidos sus locales por el terremoto, el maremoto y el saqueo.
Nosotros, como Región, precisamos que esa gente se ponga de pie. Y la única manera de lograrlo y reconstruir el país es que disponga de los instrumentos necesarios que los coadyuven. Aquí no se está ayudando a las grandes empresas, sino a todos los que perdieron su principal actividad, su local, su vehículo. Para que puedan levantarse, deben pedir créditos e invertir el poco capital que les queda.
Las medidas propuestas en el proyecto apuntan en esa dirección.
La Concertación, señor Presidente, ha sido tremendamente incoherente respecto de lo presentado por el Gobierno.
Primero nos dijeron que solo aprobarían impuestos permanentes. Pues bien, ahora están acogiendo los transitorios.
También afirmaron que votarían a favor todo lo que significara mayor recaudación. Sin embargo, se oponen al royalty y, peor aún, a que las pequeñas y medianas empresas que fueron devastadas por el terremoto cuenten con los mecanismos necesarios para ponerse de pie.
He dicho.

El señor GÓMEZ (Vicepresidente).- Hago presente que existe unanimidad respecto del artículo que nos ocupa y quedan seis Senadores por intervenir todavía.
Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-Esquide.

El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, entiendo su preocupación, pero, dado que el debate ha ido por distintos caminos, vale la pena referirse a algunas materias.
En primer lugar, cuando me abstuve...
Ruego a los presentes que me permitan intervenir.

El señor GÓMEZ (Vicepresidente).- Pido a los señores Senadores tomar asiento y guardar silencio.

El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, desde la votación en general, en la cual me abstuve, he planteado que no quería que sucediera lo que hoy está ocurriendo: que no hay acuerdo y que, por tanto, estamos sometidos a la primacía del Ejecutivo en muchos artículos y también -lo digo con toda franqueza- a nuestra falta de quórum para rechazar algunas disposiciones.
Le dije a un representante de nuestro Comité que eso me parecía un error, según ha quedado demostrado con lo ocurrido.
Lo anterior era lo primero que quería señalar.
En segundo término, manifesté en su oportunidad que todo lo relativo al terremoto y a los proyectos posteriores del Presidente Piñera debía tratarse de manera distinta, sin mezclarse con otros asuntos. Y aquí el propio Ministro y algunos señores Senadores han reconocido que las cosas se confundieron, lo que nos ha obligado -lo expreso con toda sinceridad- a realizar lo mismo para ser coherentes con el debate que se plantea.
Como tercer elemento básico manifesté -como consecuencia lógica de todas las propuestas de la Concertación- que el proyecto necesitaba cumplir tres requisitos: aumentar los recursos; distribuir de manera justa y natural (es decir, que paguen más los que más tienen), y ayudar a disminuir la brecha económica entre ricos y pobres, sobre todo cuando estamos introduciendo modificaciones tributarias para los próximos años y no solo como consecuencia del terremoto y en razón de lo afirmado en mi primera argumentación.
A nuestro juicio, con el derecho que tenemos para decir que igualmente a nosotros nos preocupa la clase media y nuestro país, y en conciencia, creemos que la iniciativa en debate no cumple con tales condiciones.
Voy a votar todos los artículos de conformidad con la manera en que la Concertación decida. Lamento -se lo dije la vez pasada al Ministro de Hacienda- que no se haya llegado a acuerdo. Tengo la sensación de que pudimos haberlo logrado. Sin embargo, las últimas expresiones que alcancé a escuchar a dicho Secretario de Estado dan cuenta de que aún es posible alcanzar consenso al respecto. ¡Ojalá!
Señor Presidente, otra cosa que me parece mucho más importante en el debate es la siguiente -siempre he repetido lo mismo hasta el hartazgo-: in illo témpore, las discusiones terminan descalificando más que argumentando. Ello ha traído terribles dificultades para el país.
Por eso les pido, les ruego, a los señores Senadores de la Alianza y asimismo a los representantes del Gobierno, tener mayor cuidado en sus declaraciones. Nosotros no somos mal nacidos; no somos estúpidos ni torpes; no somos delincuentes ni personas que no se preocupan por el interés del país, pero sí de la conveniencia personal. Esto no es efectivo. Nuestro menor patrimonio así lo demuestra.
También exijo respeto para nosotros, porque los señores Senadores de la Derecha a cada rato expresan que no nos inquieta nada, lo cual no se ajusta al debate que debe imperar en la Corporación.
Porque la paciencia, señor Presidente, tiene un límite.
Algunos colegas -y esto lo digo un poco al azar, con cierta ironía- se hallan muy preocupados de las informaciones y explicaciones que vamos a dar. Pero no deben impacientarse: somos tan capaces como ellos para explicar las cosas más inexplicables. ¡Por favor!
¿Acaso creen que no habríamos sido capaces de aclarar la trifulca del Presidente de la República con Chilevisión? ¿Acaso creen que no habríamos sido capaces de explicar todo lo que está pasando en el Ministerio de Relaciones Exteriores? ¿Acaso creen que no podríamos haber dado razones en el sentido de que las mediaguas entregadas terminaron con el techo por el suelo y de que no fue lo mejor que les pudo pasar a los damnificados?
¿Los señores Senadores piensan que no tenemos capacidad de informar y de explicar?
Por eso, señor Presidente, a través suyo pido y demando de la Derecha, con mucho aprecio y respeto, que pare ya el lenguaje que utiliza.
Conozco a la Derecha desde los tiempos de la dictadura, y también a la que actuaba de manera sensata durante la época de don Jorge Alessandri.
Excúsenme, pero no aceptaré más en el Senado un debate como el que hemos presenciado. Recurriré a la censura cada vez que sea necesario, porque se han pasado del límite al decir lo que se les antoja, cuando todos sabemos que aquí debe imperar el respeto personal. Si eso no se refleja en la discusión, el Senado no va a cumplir su misión y terminaremos en los debates más absurdos.
Como no dispongo de más tiempo, no me referiré a las otras actitudes que hemos adoptado, las cuales nos parecen correctas.

El señor GÓMEZ (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Patricio Walker.

El señor WALKER (don Patricio).- Señor Presidente, con el Senador Allamand venimos llegando de Venezuela, donde el Jefe de Estado de ese país hablaba de los amigos y de los enemigos, de los patriotas y de los antipatriotas, y que él es Presidente de sus partidarios y no de todos los venezolanos.
Si algo hemos logrado en estos años -atribuible como éxito de la Concertación- es la consecuencia del respeto mutuo, porque la verdad la hemos buscado entre todos; porque hemos implementado la democracia de los acuerdos, concepto que creó, entre otros, Edgardo Boeninger, quien decía que a través de ella "se busca la estabilidad política, el progreso económico y la paz social".
Reitero que entre todos hemos sido capaces de lograr aquello.
Por eso, me cuesta entender que hoy día la Alianza, como Gobierno -reconozco que tuvo una actitud generosa respecto de los acuerdos sobre las reformas tributaria, laboral y educacional; el medio ambiente; la pensión básica solidaria; el Plan Auge-, pretenda "sacar al pizarrón", en circunstancias de que no tiene mayoría en el Senado; que sostenga que se le quiere negar la sal y el agua, y que, en definitiva, presuma mala fe de parte de quien piensa distinto.
Señor Presidente, seamos claros: aprobaremos los recursos necesarios para el financiamiento de la reconstrucción y el aumento de los impuestos de primera categoría, al tabaco y territorial.
Pero, ¿dónde está la diferencia en cuanto a la forma de financiar 700 u 800 millones de dólares? Algunos dicen que a través del royalty. Nosotros señalamos que podría aumentarse un punto y medio por dos años más. El resultado es prácticamente el mismo, pero puede variar según el precio del cobre.
No hay que demonizar. Es mentira que la gente que desea el royalty pretende vender nuestros recursos naturales, vender al país.
Tampoco hay que ser demagogos -el Presidente Lagos amplió la invariabilidad tributaria- ni se debe descalificar a quienes pensamos que con un aumento de un punto y medio por dos años se puede financiar esos 700 u 800 millones de dólares.
¿Cuál es el problema en plantear eso?
Entonces, ¿qué ocurre, señor Presidente? Se dice que estamos en contra de los incentivos a las pymes; pero vamos a votar a favor del artículo 14 quáter de la Ley sobre Impuesto a la Renta.
En cuanto al Impuesto de Timbres y Estampillas, presentamos una indicación para mejorar lo propuesto por el Gobierno, lo que, en nuestra modesta opinión, pretende que los ricos -no es pecado serlo, pero además se pueden defender bien-, las grandes empresas, no perciban tal beneficio, pero sí las pymes. Incluso hemos propuesto bajar a cero dicho impuesto para las pequeñas y medianas empresas.
El Ministro de Hacienda sostiene que ello no es posible, por el RUT de empresa, según lo señalado por Impuestos Internos. Otros manifiestan que no es necesario legislar al respecto por lo del "Estatuto Pyme", en que dicho impuesto se carga al IVA.
En definitiva, existen opiniones en distintos sentidos respecto de la factibilidad práctica sobre el particular. Pero todos estamos de acuerdo en bajar el Impuesto de Timbres y Estampillas a las pymes.
¿Por qué no buscamos un consenso ahora -sería lo ideal- o en la Comisión Mixta? Yo prefiero lo primero. ¿Por qué no conciliar posiciones? ¿Cuál es la piedra de tope? El royalty. Según el Gobierno todo está sujeto al royalty. Pero algunos sostienen que no es bueno discutir tal materiaahora, porque es un asunto tan gordo e importante que no conviene analizarlo en la coyuntura de la reconstrucción, sino después. "¡Ah, no!," -manifiestan otros- "es que ustedes no quieren dar plata para la reconstrucción".
Y cuando nosotros proponemos una reforma tributaria, sobre la base de que el impuesto a las empresas puede ser bajo y el aplicado a las personas muy alto, ¿qué dice el Gobierno? "No, veámoslo en otra coyuntura, para no mezclarlo con la reconstrucción".
Lo mismo señalamos nosotros respecto al royalty: busquemos un mejor momento para verlo con calma.
Señor Presidente, no podemos perder la democracia de los acuerdos, la cual ha hecho grande a Chile. Con ella hemos bajado la pobreza de 40 a 13 por ciento; nos reconocen en todo el mundo, y no presumimos la mala fe ni nos tratamos como enemigos.
Reitero: vengo llegando de Venezuela, y no quiero que en el país se haga una distinción entre patriotas y antipatriotas, entre quienes persiguen el bien común y ayudar a la reconstrucción -lo que todos deseamos- y los que no quieren lo mismo. La diferencia está en la fórmula.
Presumamos la buena fe y abrámonos a los acuerdos, porque tenemos cuatro años de un Gobierno al que nos interesa que le vaya bien y, en consecuencia, a nuestro país. Por lo tanto, debemos dejar de lado las descalificaciones, las presunciones de mala fe y buscar los acuerdos.
Obviamente, voy a votar a favor del aumento transitorio de impuestos para paliar el dolor de la gente que ha sufrido por la catástrofe de febrero.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Navarro.

El señor NAVARRO.- Señor Presidente, el padre Felipe Berríos acaba de anunciarnos que se va de la pobreza de Santiago a la miseria de África, a Burundí. Es una opción personal, pero, a la vez, la consecuencia entre el decir y el hacer. Es un díscolo adscrito a la congregación que algunos llaman "díscola": la Compañía de Jesús.
El padre Berríos nos habló de la cota mil, de la grave discriminación existente en la educación; nos habló de negar la eucaristía a los divorciados; nos habló del salario mínimo. Y nos dijo también que falta ayuda, meterse la mano al bolsillo y trabajar.
Después de todo el debate habido, y de los buenos deseos manifestados, quiero repetir lo señalado por ese religioso: falta meterse la mano al bolsillo y trabajar.
Por eso, pienso que no refleja responsabilidad que algunos Senadores de Gobierno no se queden en Chile -y vayan a África, no precisamente a apoyar al padre Berríos- para defender el proyecto del Ejecutivo, que es tan importante
Tampoco están presentes hoy día algunos Senadores de Oposición para sostener la postura de ella, con lo cual se ponen cerca del Gobierno.
El padre Felipe Berríos se va a África a trabajar en la miseria. Pero algunos van a ver el Mundial de Fútbol, pese a que otros estamos discutiendo cómo recaudar más impuestos para mejorar la situación de los pobres.
En realidad, uno también tiende a hastiarse, al igual que la gente, respecto a la llamada "izquierdofilia", en la que todos manifiestan que están con los pobres y que quieren subir los impuestos, pero al final no dan su acuerdo.
En mi última intervención, llamé a valorar positivamente la propuesta del Gobierno. La Derecha rompió el tabú al hacer posible la aplicación de impuestos para disminuir la pobreza. Y eso hay que valorarlo. Fue un golpe a la cátedra. Hay un mensaje de dogmatismo, pues no siempre la Derecha va a estar en contra de los tributos. Es posible proponerlos. La Concertación no lo hizo, y ahora lo hace la Derecha.
En el proyecto se establece un impuesto a la primera categoría y, lo más importante, se retiró lo relativo a la depreciación acelerada.Habíamos planteado que no apoyaríamos dicha depreciación, porque implicaba empatar el impuesto por aplicar. No obstante, se restringen los beneficios del DFL 2 y de los depósitos convenidos. Y, al final, lo que parece ser más importante es que se establece solidaridad en materia de gravámenes como una forma de que haya mayor equidad.
Paul Krugman, Premio Nobel de Economía en el 2008, dice que la inequidad de Estados Unidos comenzó a mejorar cuando se subieron los impuestos a los más ricos y se fortalecieron las organizaciones sindicales.
Me gustaría tener presentes en las tribunas a los sindicatos y a la gente pidiendo discutir una política de impuestos, pero no por la clase política. Ojalá tuviéramos sindicatos fuertes -pero no es así- para defender los derechos de los trabajadores y de la ciudadanía. Sin embargo, el debate para subir los impuestos, a fin de derrotar la pobreza y dar mayor igualdad, se hace solo en la clase política.
Considero que en Chile se debe mejorar la estructura tributaria. Hoy día se están haciendo esfuerzos -que valoro- de parte del Gobierno. Hay una situación especial: la crisis continúa y los terremotos son permanentes. Además, la educación se halla colapsada. En cuanto a la calidad de la salud, el 40 por ciento de los especialistas no se encuentra en el sistema público. Y me parece que, en relación con estas dos últimas materias, merecemos tener un debate responsable sobre impuestos.
La estructura tributaria en Chile es regresiva. Lo sabemos. El IVA afecta a los más pobres.
Yo he declarado que voy a votar a favor de todos los artículos del proyecto. Pero le he puesto una nota de rechazo a la invariabilidad. Y le dije al Ministro Larraín que hay que buscar y lograr un acuerdo.
Todo parece indicar -lo digo con todo respeto- que los Ministros de Hacienda son cortados por la misma tijera. Si hasta hablan casi igual. Algunos dejan caer los Gobiernos al final, como lo hizo Velasco, apretando la billetera. Y, tal vez, otros pueden cometer el error de hacerlos caer al inicio de su gestión.
Considero que debe hacerse un esfuerzo de diálogo y de acuerdo, a fin de que el proyecto, que importa a los más pobres, a los terremoteados, a los campamentos, sea visto como una señal de que en los aspectos esenciales para el país habrá acuerdo entre el Gobierno y la Oposición y que la batalla política se dejará para otras oportunidades.
Por eso, he manifestado que voy a votar a favor. Y también sostengo que en aquellos puntos donde existen discrepancias, como el royalty o la invariabilidad, tenemos que hacer el esfuerzo de buscar un acuerdo. Porque, en definitiva, tampoco se trata de que el Gobierno pase la aplanadora respecto de una materia en la cual tiene la iniciativa exclusiva.
Señor Presidente, tenemos la gran posibilidad de avanzar y de juntar recursos. Y si ellos faltan -nuestra gran duda- es responsabilidad del Gobierno. Si no alcanza esta reforma tributaria, él tendrá que afrontar la situación. Si el país no crece, habrá que aplicar más tributos. Es su responsabilidad en los cuatro años que dura su mandato.
En este sentido, voy a votar a favor del artículo 1° sobre el impuesto de primera categoría.
¡Patagonia sin represas, señor Presidente!

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Letelier.

El señor LETELIER.- Señor Presidente, solicito a la Mesa que ponga en votación el artículo 1° y pasar al 2°, porque soy partidario de hacer un debate en forma ordenada. Aunque algunos señores Senadores han querido repetir la discusión en general.
Entonces, quiero saber si vamos a abocarnos a la materia en debate. Porque tengo una pregunta que plantearé al tratar los artículos sobre el royalty y en presencia de los señores Ministros de Minería y de Hacienda.
Cabe advertir que no se puede disponer legalmente de las platas obtenidas a través del impuesto específico, así no más. Porque, hay una recaudación, pero la ley establece un monto equivalente para ser destinado a ciencia, innovación y desarrollo. Al respecto, ha surgido una discusión en cuanto a cómo se ha distribuido y si se ha hecho bien o no a través del FIC o de la CORFO. Y el Honorable señor Orpis, junto a otros señores Senadores, ha encabezado un esfuerzo para llegar a acuerdo sobre esa distribución.
Yo, señor Presidente, tengo mucho que decir en tal cuestión. Porque no soy partidario de la propuesta del Ejecutivo de repartir el 25 por ciento entre todas las Regiones, si antes no se informa adónde irá el 75 por ciento restante; si se destinará a innovación y desarrollo o si se entregará a las zonas mineras.
Quiero pedir que tengamos un debate a fondo en torno de estas materias sustantivas. Entiendo que ahora estamos hablando de aumento de impuestos y que cuando veamos los otros artículos discutiremos sobre otros temas.
Por otra parte, algunos Honorables colegas de las bancas de enfrente presumen diversas situaciones que no son ciertas, en cuanto a cómo vamos a actuar. Pero nosotros hemos presentado indicaciones al proyecto, de buena fe.
Asimismo, no estoy de acuerdo con algunos comentarios del señor Ministro de Minería. Pienso que los hace de muy buena fe. No se trata de un juicio personal; no obstante, tengo una discrepancia respecto a su visión política.
Dicho Secretario de Estado señala que este debate ha creado una tremenda incertidumbre para las inversiones de la gran minería, y que si no se resuelve esto hoy, se producirá una debacle. ¡Discúlpenme, pero yo no creo eso! Como economista tengo un juicio distinto sobre el particular. Él tendrá el suyo, que respeto, aunque no comparto. Y a eso me referiré en el momento que estime oportuno.
Nosotros vamos a votar a favor de este artículo, el cual recaudará gran cantidad de dinero.
Me molesta mucho que algunos Honorables colegas pretendan poner todo en blanco y negro, tratando de pasar cuentas baratas.
Sin embargo, señor Presidente, estoy seguro de lo siguiente: la proposición que hice -reconozco y agradezco la voluntad del Ejecutivo al acoger la repatriación y renacionalización de capitales- rinde hasta dos y tres veces más que la propuesta de royalty. ¡Mucho más!
Por lo tanto, el problema no es que le estemos negando la sal y el agua al Gobierno en el proyecto sobre financiamiento de la reconstrucción.
¡Basta de ese argumento!
Señor Presidente, la Senadora Matthei ha expuesto un punto que me llama a reflexión. Yo hubiese preferido tratar el tema de los fondos para la reconstrucción separadamente de los estímulos a la economía o del programa de gobierno. Comparto lo tocante a los incentivos para la reactivación, a fin de que ciertos sectores adquieran mayor dinamismo, pero discrepo de que los estemos discutiendo con motivo de este proyecto de ley.
En cuanto al artículo 14 quáter, creo que lograremos construir un acuerdo.
Con relación al impuesto de timbres y estampillas, discúlpenme, pero a mí me duele que un Ministro de Hacienda -lamento que no se encuentre en la Sala, aunque estoy seguro de que el Subsecretario le va a transmitir mis palabras- diga que en razón del multi-RUT o de que hay empresarios pillos no se puede discriminar en el pago de dicho tributo por tamaño de la empresa o monto del crédito, aduciendo que lo van a eludir.
¡Sí, puede ser! Pero yo creo que también hay empresarios honestos. No todos son pillos. Y yo no legislo en base a los pillos. Esta es una discrepancia que surge a veces en nuestras discusiones con la Senadora Matthei, quien desea cerrarles ciertas ventanas.
En mi opinión, el Servicio de Impuestos Internos es capaz de fiscalizar el pago del impuesto de timbres y estampillas respecto de los 5 mil 100 grandes empresarios o de las operaciones de alto monto.
Yo creo en Impuestos Internos y en la Administración que está gobernando nuestro país -sé que sus funcionarios pueden evitar la elusión del tributo-, y no voy a legislar pensando en los frescos o en que no podemos fijar normas sobre el particular de antemano.
Por lo tanto, pido que votemos el artículo y luego pasemos a los otros.

El señor PIZARRO (Presidente).- Varias veces he recordado a los Honorables colegas y también a Su Señoría que estamos en la discusión particular del artículo 1°.
Sin embargo, el debate se ha hecho respecto de todo el articulado del proyecto, así que confío en que en los próximos preceptos avanzaremos más rápido.
Todavía quedan tres oradores inscritos.
Tiene la palabra la Honorable señora Allende.

La señora ALLENDE.- Señor Presidente, en verdad, yo estaba convencida de que íbamos a hablar más bien del artículo 1°. Pero por ahí un Senador dijo "es lo que es". No sé. Es mi primera experiencia en el Senado y me sorprende un poco que se haya revisado, no solo por los colegas sino también por los personeros del Ejecutivo, la totalidad de la iniciativa.
Quisiera rescatar las palabras del Senador señor Ruiz-Esquide, quien llamó a actuar con un espíritu que permita escucharnos, reflexionar, hacer críticas, a veces constructivas, y nuevas propuestas a un Gobierno que ojalá escuche.
En todo caso, hoy día veo algunas señales, en especial sobre el mal llamado "royalty" -me referiré al tema con mayor detalle en otro momento-, de parte del Ministro, lo cual ya me parece positivo con relación a lo que inicialmente habíamos visto.
Sin embargo, hay un elemento que la población debe tener claro y que ojalá no sea distorsionado. Estamos debatiendo el artículo 1°, que propicia un alza de impuestos, y estamos de acuerdo. Y no solo estamos de acuerdo, sino que -si alguien lo desea calificar así, lo aceptamos- se encuentra en nuestro ADN. Siempre hemos señalado que somos partidarios de elevar impuestos y, sobre todo, de que paguen más aquellos que tienen mucho más y de que paguen menos quienes tienen mucho menos. ¡Es tan sencillo como eso!
Sé que provoca gran molestia en algunos Senadores que piensan que lo anterior atenta contra el crecimiento. A ellos les digo que recaudar mayores recursos por la vía de impuestos ha permitido al menos implementar algunas políticas sociales relevantes. Si no, lo regresivo de la distribución del ingreso, que es brutal en nuestro país, sería muchísimo más acentuado.
Por lo tanto, es muy importante que alguna vez seamos capaces de analizar, con calma -tal vez no en la coyuntura inmediata de la reconstrucción, que todos compartimos-, el sistema tributario chileno - invitamos a ello al Gobierno-, con el objeto de dilucidar si vale la pena mantenerlo como está o si debiéramos tener una mirada más amplia a su respecto, proyectándolo hacia el futuro.
Nosotros apoyamos el artículo 1°.
¿Qué lamentamos? Obviamente, carecemos de facultades sobre la materia, porque la Constitución de 1980 nos quitó numerosas atribuciones: solamente podemos aprobar o reducir lo que se proponga; no lo podemos incrementar.
¿Qué planteábamos en nuestra indicación? Que ojalá el alza del impuesto de primera categoría no se elevara únicamente durante dos años: de 17 a 20 por ciento, el primero, y a 18,5, el segundo.
El Senador Lagos Weber tiene razón al sostener que si la tasa de 18,5 por ciento se mantuviera por dos años en lugar de uno se recaudarían 845 millones de dólares -¡845 millones!-, cantidad bastante más alta que la que ingresará por concepto del royalty que se pretende establecer, que ascendería a 700 millones de dólares, pero que incluso es menos.
Entonces, a uno le extrañan ciertos argumentos y no los entiende. Parece una paradoja: nosotros planteamos que si el incremento no es permanente, por lo menos debería mantenerse durante cuatro años, que es, a nuestro juicio, lo menos que durará la reconstrucción. Pero el Gobierno ha dicho que no; se ha negado a abrirse a eso y, en tal sentido, nos ha cerrado la puerta. Y se formula todo tipo de argumentos contra la Oposición, señalando que no queremos dar nuestro visto bueno para el financiamiento, que no somos capaces de aprobar el proyecto, que no queremos contribuir a la tarea de sacar adelante el desafío que enfrenta el país.
Señor Presidente, Honorables colegas, es difícil entender esa lógica. Desearíamos que hubiese más impuestos porque eso permitiría obtener mayores recursos. Y ello posibilitaría, no solo terminar con una emergencia que aún existe -en estas horas ha llovido en el sur, lo que probablemente signifique vivir momentos bastante dramáticos a algunas familias-, sino también construir un país de mejor calidad, como lo hemos manifestado en tantas ocasiones.
Señor Presidente, voy a ser respetuosa y abordaré lo atinente al royalty en el momento en que corresponda. Ahora únicamente deseo dejar bien en claro que era perfectamente posible elevar el impuesto de primera categoría por un lapso mayor a un año o dos y, por ende, generar más recursos de manera muy sencilla, si el Gobierno hubiera acogido nuestro planteamiento.

El señor PIZARRO (Presidente).- Ha concluido su tiempo, señora Senadora.
Tiene un minuto más, para terminar.

La señora ALLENDE.- Gracias, señor Presidente.
Bastaba que el aumento a 18,5 por ciento se hubiese planteado por dos años.
Por lo tanto, aquí hay una enorme incongruencia que hasta este instante no nos han podido explicar.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.

El señor ORPIS.- Señor Presidente, ya que la discusión particular ha derivado en discusión general -eso es lo que ha ocurrido desde que se puso en debate el artículo 1°-, quisiera hacer algunos alcances.
El primero consiste en que, frente a uno de los terremotos más grandes en la historia de la Humanidad, quien conduce la Presidencia de la República nos propone una fórmula, que es una mezcla que necesariamente debe estar vinculada a la recaudación de recursos fiscales y, en forma paralela, a la reactivación del país.
En consecuencia, mirar en términos aislados un solo impuesto en particular es una mala manera de aproximarse al tema.
En ese sentido, creo que ha faltado -lo digo honestamente y con mucho respeto- altura de parte de la Oposición. Porque, tal como se ha recordado aquí, cuando la entonces Presidenta de la República, con motivo de la crisis financiera del año pasado, presentó, legítimamente, una fórmula similar para enfrentarla, adoptamos una política de Estado.
Para mí, la contradicción más grande está, particularmente, en el rechazo a las modificaciones relacionadas con la invariabilidad tributaria y el impuesto de timbres y estampillas.
Digo lo anterior porque, mientras escuchaba las distintas intervenciones, leía el texto de la ley N° 20.026, de 2005, que establece el royalty o impuesto específico y la invariabilidad tributaria, propuesta y dictada a instancias de los Gobiernos de la Concertación. Pues bien, el artículo 11 ter contenido en ella consagra una invariabilidad permanente de 15 años para los nuevos proyectos, y sus artículos 3° y 4° transitorios, una invariabilidad de 12 años.
Sin embargo, ahora que el Gobierno actual, con el objeto de recaudar 700 millones de dólares para la reconstrucción del país, propone una invariabilidad de 8 años -es decir, un plazo mucho menor que el establecido en la ley Nº 20.026 a instancias de la propia Concertación-, la Oposición se niega.
Hay ahí una tremenda contradicción.
La pregunta es por qué se niega, en circunstancias de que en 2005 se dio el pase para una invariabilidad de 15 años orientada a los nuevos proyectos y para otra de 12 en las disposiciones transitorias.
Por lo tanto, yo no me explico esta falta de coherencia en los planteamientos. ¿Por qué en un momento dado se plantea para efectos recaudatorios, y hoy día, frente a un problema mucho más sensible, como es reunir 700 millones de dólares para la reconstrucción, se rechaza una iniciativa legal prácticamente idéntica, tanto en sus normas permanentes como transitorias?
Con el impuesto de timbres y estampillas ocurre exactamente lo mismo, señor Presidente.
Cuando se desató la crisis económica, no se hizo ninguna diferencia entre grandes y pequeñas empresas. Yo presumo que los Ministros de Hacienda son responsables, y me figuro que el jefe de las finanzas públicas de la época debe haber pensado exactamente igual que el actual: que resulta muy difícil establecer tal diferencia y efectuar la fiscalización respectiva.
Por consiguiente, cuando se fijó el impuesto cero, fue cero para todos, sin ningún tipo de discriminación ni diferencia.
Sin estas dos incoherencias, señor Presidente, creo que el proyecto debió haber sido despachado en cinco minutos.
¿Por qué hoy día se niega la invariabilidad, en circunstancias de que ya fue aprobada hace cinco años? ¿Y por qué se rechaza la mantención de la tasa del impuesto de timbres y estampillas en 0,6 por ciento, cuando en tiempos de crisis fue fijada en cero por ciento?
En definitiva, me cuesta entender este debate, señor Presidente, porque una cosa es decir "Nos equivocamos con anterioridad", y otra muy distinta es venir aquí a rasgar vestiduras como si nunca hubiese existido la invariabilidad tributaria o nunca se hubiera rebajado el impuesto de timbres y estampillas.
Por ello, pienso que se ha sido mezquino con el actual Gobierno y particularmente con aquellos que están sufriendo las consecuencias del terremoto, por cuanto esta discusión jamás se debió haber alargado, dados los precedentes existentes al respecto.
Señor Presidente, profundizaré en el impuesto específico a la minería en otra ocasión, pero por lo menos en esta parte del debate quería señalar que aquí no estamos inventando nada nuevo: la normativa pertinente existe desde el año 2005, y otro tanto se puede decir del impuesto de timbres y estampillas.
Por lo tanto, este debate era absolutamente innecesario y el proyecto debió haberse aprobado de inmediato.
Voto a favor.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable señora Rincón.

La señora RINCÓN.- Señor Presidente, como está en votación solo el artículo 1º, me referiré únicamente a él. Más adelante argumentaré sobre el resto de las disposiciones de la iniciativa.
Me pronunciaré a favor de aquel precepto, el cual, a solicitud del Presidente Sebastián Piñera, alza el impuesto de primera categoría a las grandes empresas en forma transitoria. La justificación que se da para ello es que se requieren aumentos transitorios, pues la emergencia también reviste tal carácter.
No obstante, deseo hacer presentes dos puntos.
En primer lugar, no es efectivo que el terremoto tenga una transitoriedad de dos años. El Gobierno lo sabe; el Presidente de la República también. Se lo dijeron en New Orleans.
Segundo, si se usa la transitoriedad como argumento, parece poco razonable que no se aplique el mismo criterio para el resto de la iniciativa que se envió al Parlamento.
Y quiero agregar algo más, que me preocupa.
El 21 de abril el señor Ministro de Hacienda, aquí presente, nos informó en esta Sala que ya se habían gastado 700 millones de dólares. Yo solicité, por intermedio de la Mesa, que se informara cómo y dónde se habían gastado tales recursos, pidiendo antecedentes detallados sobre las provincias de Linares y Cauquenes, que represento en esta Corporación.
Dicha suma es la misma que involucra la normativa del royalty, tan debatida hoy en este Hemiciclo.
Con fecha 9 de junio -más de 45 días después de formulada la solicitud y rompiendo las disposiciones de transparencia aprobadas por este Parlamento-, el señor Ministro hizo llegar a la Mesa un oficio mediante el cual pretendía dar respuesta a lo consultado.
La verdad, señor Presidente, es que dicho documento no responde ni justifica ese gasto, ni tampoco indica cómo se distribuye en las mencionadas provincias.
Hoy, las familias de esas zonas, a más de cien días del terremoto, aún no cuentan todas con mediaguas. Y cuando nos informamos de la reposición de los hospitales, los APR y otros asuntos de interés, no encontramos respuestas satisfactorias.
Entonces, me preocupa cómo y dónde se gastarán los mayores recursos que hoy estamos aprobando a través del artículo 1º. Y digo "APROBANDO" con mayúsculas, señor Presidente -y quiero que esto se anote-, pues algunos han adoptado como práctica la mentira y la desinformación.
Gracias.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Escalona.

El señor ESCALONA.- Señor Presidente, me he preguntado, en el curso de las últimas horas, a qué se debe tanta virulencia en relación con la discrepancia. El tono y la descalificación me han hecho pensar en ello.
Me comuniqué, para hacerle algunas consultas, con el Alcalde de Talcahuano, Gastón Saavedra. Y las informaciones que he obtenido me llevan a una conclusión que resulta dolorosa pero que no puedo eludir: de 15 mil viviendas que deben ser reparadas, solo poco más de mil se encuentran en dicho proceso.
En cuanto a los programas de empleo para la gente que quedó cesante, el Alcalde me ha informado que solo se han implementado los del Cuerpo Militar del Trabajo, los cuales, dados su tipo de organización y su dependencia institucional del Ejército, no alcanzan la masividad necesaria para volver a hacer funcionar la economía de la citada comuna.
Al igual que el Presidente del Senado y otros parlamentarios, consideré mi deber visitar Talcahuano, no solo para conversar con su Alcalde, sino también para conocer directamente la situación que allí se ha producido. Y debo decir que el compromiso de la acción pública es completamente insuficiente; yo diría atrozmente insuficiente. Pero ello no se debe a que aún no se ha dictado la ley en proyecto, porque todos sabemos que el país cuenta hoy día con los recursos para enfrentar la emergencia. Está el Fondo de Estabilización Económica y Social; está la autorización, que otorga la Ley de Presupuestos, para endeudamiento por 6 mil millones de dólares; está la facultad para que el Ejecutivo reasigne el 10 por ciento del Presupuesto, también contenido en la misma ley.
Nosotros discrepamos de un punto importante. No nos parece apropiado que el país quede comprometido hasta el año 2025 en la no modificación de un impuesto específico a la minería -por cierto, distinto del impuesto a la renta, que corresponde por rentas de capital-. Y muchas personas consideran enteramente lógico que nosotros no estemos de acuerdo con una invariabilidad aplicable hasta ese año. Y eso, independientemente de los 12 años aprobados en la ley del 2005. Lo que se nos propone es una invariabilidad tributaria duradera hasta el 2025 que no compartimos.
Entonces, cuando yo obtengo como respuesta un desborde de virulencia hacia la posición que sustenta la Concertación, lamento tener que pensar que ello obedece a que el Ejecutivo nos está intentando trasladar a nosotros la responsabilidad por la insuficiente implementación de los programas para enfrentar la crisis generada por la catástrofe en las zonas más afectadas.
Y me gustaría decirles a los parlamentarios de Gobierno que, si seguimos por ese camino, vamos mal. Debemos encarar este problema con una responsabilidad de país, con una responsabilidad de conjunto.
En consecuencia, no pueden entender la discrepancia de la Oposición como antipatriótica o antinacional, pues es consustancial al proceso democrático que vivimos desde hace veinte años en nuestro país, y es así y seguirá siendo así.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- El último inscrito es el Senador señor Gómez.
Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor GÓMEZ.- Señor Presidente, este es un diálogo de sordos, y lo seguirá siendo. No existe ninguna explicación más que esa. Porque el proyecto tiene catorce, quince, veinte artículos, y hemos señalado que en dos queremos hacer un cambio.
Le hemos planteado al Gobierno dos cosas.
En primer término, que en el impuesto de timbres y estampillas hagamos una variación, para que los pequeños no paguen por créditos hipotecarios de hasta 2 mil 500 UF (yo he dicho 4 mil UF, porque creo que una persona que compra una casa de ese valor no es rica, sino de clase media). Pero ese es el punto. Y le hemos pedido que hasta mil UF el impuesto sea cero por ciento; hasta 2 mil 500 UF, 0,6 por ciento, y hacia arriba, 1,2 por ciento. Eso es todo lo que hemos planteado respecto de dicho artículo. El Gobierno, completamente sordo, como una tapia.
Un segundo punto en el que tenemos discrepancia es el royalty. ¿Y cuál es ella? Simplemente, nosotros manifestamos que un tema tan importante como este no puede ser discutido en el presente proyecto de ley de reconstrucción para recaudar 600 millones de dólares, porque está comprometido el tributo de largo plazo del país.
Le hemos solicitado al Ejecutivo que saque dicho artículo, que elaboremos una ley, en 60, 90 días, al objeto de debatir realmente el futuro de la tributación minera para Chile, que es mucho más importante. Sin embargo, el Gobierno, sordo como una tapia. Porque no estamos en contra. Al contrario. Hemos postulado que discutamos de frente, con todas las condiciones necesarias, en que participe toda la sociedad, que requiere tener una decisión sobre el impuesto minero, que haya una participación global.
Esos son los dos puntos en los cuales tenemos discrepancias. Y el Gobierno, cero, "no se escucha, padre". En definitiva, lo único que estamos pidiendo es eso.
¿Qué nos dicen? Que nos van a entregar 25 por ciento de 600 millones de dólares. Resulta que a las Regiones se les descontó 700 millones de dólares, y 25 por ciento de 600 millones son 150 millones de dólares. Para la Región de Antofagasta se trata de 5 mil millones de pesos, una miseria, señor Presidente.
Entonces, cuando nosotros planteamos debatir de verdad el impuesto minero, para establecer un royalty, para generar recursos reales para las Regiones, nos cuentan estas historias. Un Senador manifiesta: "¿Por qué ahora ustedes discuten la invariabilidad si antes no lo hicieron?". La respuesta es muy fácil: cuando se quiso establecer un royalty se votó en contra, por lo que se debió llegar a una ley que creó un impuesto específico. Esa es la razón.
En consecuencia, este diálogo de sordos va a continuar seguramente mañana y pasado, y seguiremos descalificándonos unos a otros. Y en realidad nuestra propuesta es superclara y precisa: que el royalty o impuesto minero para Chile, que constituye la gran tributación de nuestro país, no se discuta ahora. Saquen el artículo. Elaboremos una ley, en 60, 90 días, una normativa especial. ¿Nos vamos a demorar demasiado en resolver el problema? ¡Para nada!
En síntesis, la definición de lo que hoy podemos ver -seguramente es la opinión también de quienes nos escuchan- es que asistimos a un diálogo de sordos que continuará siéndolo.
Nosotros votaremos en contra del royalty o de la modificación del impuesto propuesto, por lo que he señalado. No existe otra razón. Simplemente porque nos parece que el debate sobre ello ha de ser de fondo, con participación de toda la sociedad, que considera que el impuesto minero, que los recursos del cobre han sido suficientemente importantes para Chile como para que ahora, a través de un pretendido artículo, quieran establecer una invariabilidad, una tributación que no está clara. Eso es todo.
Por consiguiente, vamos a seguir sosteniendo el mismo debate, descalificándonos. Esperamos que ello no ocurra y que simplemente centremos la discusión, que radica en los dos puntos que he señalado, claritos, precisos, y que no tienen nada que ver con el resto del proyecto, porque los demás artículos serán votados afirmativamente.
He dicho.

El señor LONGUEIRA.- ¡Ayer se equivocaron!

El señor PIZARRO (Presidente).- Cerrado el debate.
En votación el artículo 1º del proyecto.

El señor LETELIER.- ¡Queríamos ver la virulencia de ustedes!

El señor BIANCHI.- ¿Por qué no aprobamos todas las materias en las que existe acuerdo y dejamos para mañana las restantes?

El señor COLOMA.- Eso es lo que hay que hacer.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor PIZARRO (Presidente).- Terminada la votación.

--Se aprueba el artículo 1º (35 votos a favor).
Votaron las señoras Allende, Alvear, Matthei, Pérez (doña Lily) y Rincón y los señores Allamand, Bianchi, Cantero, Chadwick, Chahuán, Coloma, Escalona, Espina, Frei (don Eduardo), García, Girardi, Gómez, Horvath, Kuschel, Lagos, Letelier, Longueira, Navarro, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Rossi, Ruiz-Esquide, Sabag, Tuma, Walker (don Ignacio), Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).


El señor PIZARRO (Presidente).- Corresponde pronunciarse acerca del artículo 2º.

El señor BIANCHI.- Pido la palabra.

El señor LONGUEIRA.- Señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Bianchi, y luego, el Honorable señor Longueira.

El señor BIANCHI.- Señor Presidente, en beneficio nuestro, del país y del tiempo, si le parece a la Sala, se puede votar ahora todo aquello en lo que estemos de acuerdo y dejar para mañana lo que no reúne consenso -en ello se centrará el debate en la próxima sesión-, que son los puntos que ha dejado muy claros el Senador señor Gómez.

El señor WALKER (don Patricio).- De acuerdo.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Longueira.

El señor LONGUEIRA.- Iba a plantear lo mismo.

El señor PIZARRO (Presidente).- Recuerdo a la Sala que existe un acuerdo unánime de Comités en orden a tratar el proyecto artículo por artículo.

El señor PROKURICA.- Pero se puede revisar el acuerdo.

El señor PIZARRO (Presidente).- Solo estoy dando cuenta de él. Sé que la política es dinámica, y la opinión de los Senadores, más todavía.
Reitero: se acordó ir artículo por artículo. Sabemos que existen diferencias en algunos de ellos, que están claramente definidos. Y se determinó que algunos Comités solicitarían segunda discusión, lo que significaría votarlos mañana.
Si efectuamos un recorrido rápido, y como ya se realizaron todas las intervenciones en general y en particular de todos los artículos del proyecto...

El señor PROKURICA.- Así es.

El señor PIZARRO (Presidente).- ...podemos ir norma por norma, y se vota aquello en lo que estemos de acuerdo, dejando para segunda discusión lo que no reúna consenso.
Tiene la palabra el Senador señor Letelier.

El señor LONGUEIRA.- Por lo menos que en eso estemos de acuerdo.

El señor LETELIER.- Señor Presidente, estamos dispuestos a algunas economías, pero no a todas las que se sugieren. Ha habido descalificaciones respecto de algunos temas. Y queremos explicar con más detalle el porqué de nuestro punto de vista en esas materias.
Por tanto, pedimos que se respete el acuerdo de Comités.
En consecuencia, solicitamos que se suspenda la sesión por unos tres minutos, para revisar algunos artículos y ver cuánta economía se puede hacer. Pero no estamos a favor de todas las economías.

El señor LONGUEIRA.- Estamos de acuerdo.

El señor PIZARRO (Presidente).- Señor Senador, ¿está pidiendo una suspensión y reunión de Comités?

El señor LETELIER.- Sí, señor Presidente, para ver si podemos construir un acuerdo sobre cuánta economía es posible introducir al debate.

El señor PIZARRO (Presidente).- Acogiendo la solicitud del Comité Socialista, se suspende la sesión por diez minutos.
)-------------(
--Se suspendió a las 18:59.
--Se reanudó a las 19:22.
)------------------(

El señor PIZARRO (Presidente).- Continúa la sesión.
Los Comités acordaron proponer a la Sala votar en un paquete, sin debate, siete artículos, y después seguir pronunciándose acerca de aquellas normas en las cuales haya disposición de votarlas favorablemente. No obstante, respecto de estas últimas, determinados señores Senadores han manifestado su interés en expresar su punto de vista. No pretenden hacer un debate, pero quieren dejar algunas constancias.
Dichos preceptos serán votados de inmediato, sin discusión.
Citaré las normas para que no exista confusión. Ellas son: el número 2) del artículo 2°, que establece el régimen de tributación de los depósitos convenidos; el nuevo artículo 5°, que modifica el decreto ley N° 3.500, en orden a regular la tributación de los depósitos convenidos; el artículo 9°, que introduce modificaciones a la Ley Orgánica del Servicio de Impuestos Internos, para facilitar los asuntos de competencia; el nuevo artículo quinto transitorio, que prorroga el avalúo fiscal hasta el 2012; el nuevo artículo sexto transitorio, que también prorroga el avalúo fiscal hasta el 2012; el nuevo artículo séptimo transitorio, que igualmente prorroga el avalúo fiscal hasta el 2012; el nuevo artículo décimo transitorio, que consagra normas sobre competencia del Servicio de Impuestos Internos, en lo relativo a una nueva función, en materia de jurisdicción tributaria y aduanera, y el nuevo artículo undécimo transitorio, que se refiere a las modificaciones contempladas en el artículo 5°, nuevo, sobre depósitos convenidos.

El señor COLOMA.- Votemos.

El señor PIZARRO (Presidente).- En votación.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor PIZARRO (Presidente).- Terminada la votación.

--Se aprueban las normas enunciadas por el señor Presidente (34 votos afirmativos).
Votaron las señoras Allende, Alvear, Matthei, Pérez (doña Lily) y Rincón y los señores Allamand, Bianchi, Cantero, Chadwick, Chahuán, Coloma, Escalona, Espina, Frei (don Eduardo), García, Girardi, Gómez, Horvath, Kuschel, Lagos, Letelier, Longueira, Navarro, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Rossi, Sabag, Tuma, Walker (don Ignacio), Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).


El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Longueira.

El señor LONGUEIRA.- Señor Presidente, ¿hay pareos en relación con este proyecto? Me gustaría saber cómo quedaron.

El señor PIZARRO (Presidente).- Sí, Su Señoría. Existe un pareo entre el Honorable señor Zaldívar y el Senador señor Larraín.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Efectivamente, yo estoy pareado con él.

El señor GÓMEZ.- Pero votó a favor.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Es que resolvimos votar cuando surgieran disposiciones en las que concordamos.

El señor PIZARRO (Presidente).- Existe un acuerdo con el Comité UDI para que el Senador señor Zaldívar pueda votar en los temas en que hay coincidencia. En los que se presentan discrepancias va a ejercer el pareo.

El señor PROKURICA.- ¿Y qué pasa con el Honorable señor Novoa?

El señor PIZARRO (Presidente).- Él tenía un pareo, pero se lo levantaron. Así lo señaló su Comité. Yo le pediría a este que, de vez en cuando, le informe a la Mesa de sus acuerdos.
A continuación, siguiendo con lo resuelto por los Comités, habría que pronunciarse sobre el artículo 4°, norma respecto de la cual hay voluntad para votarla a favor. Pero uno o dos señores Senadores quieren dejar constancia de sus posiciones.
Dicho precepto faculta la utilización de recursos provenientes de la Ley Reservada del Cobre.

El señor BIANCHI.- Pido la palabra.

El señor PIZARRO (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Señoría.

El señor BIANCHI.- Señor Presidente, solo para precisar que a las 19:30 se cumple la hora de término del Orden del Día, por lo que solicito a la Mesa recabar autorización para prorrogarla.

El señor PIZARRO (Presidente).- Como se suspendió la sesión, todavía disponemos de tiempo, señor Senador. Nos quedan alrededor de 15 minutos.

El señor BIANCHI.- ¡Ah, perfecto!

El señor PIZARRO (Presidente).- Decía que el artículo 4° faculta la utilización de recursos de la Ley Reservada del Cobre.
La disposición política de los distintos Comités es a votarlo favorablemente.
En discusión.
Le ofrezco la palabra a la Honorable señora Allende, quien la pidió para fijar su posición.

La señora ALLENDE.- Señor Presidente, por cierto, votaremos a favor. Pero no quiero dejar de señalar lo siguiente.
En primer lugar, tenemos una deuda como país. Y espero que el Parlamento, y en particular el Senado, pueda votar alguna vez el término de la Ley Reservada del Cobre.
En consecuencia, llamo a todos mis colegas a que ojalá asumamos un compromiso a ese respecto.
Por supuesto, nadie va a dejar sin presupuesto a las Fuerzas Armadas, cuyos recursos, a no dudarlo, se determinarán con la máxima racionalidad.
En segundo término, debo puntualizar que, según los cálculos, entre 2009 y 2010, dado el precio actual del metal rojo, se sumarán cerca de 5 mil millones de dólares por concepto de Ley Reservada del Cobre.
En tal sentido, quiero dejar constancia de que el Gobierno pudo hacer a la reconstrucción un aporte mucho mayor que los 300 millones de dólares previstos para cada uno de esos años.
Si estamos hablando de la necesidad de generar más recursos, es dable sostener que -insisto- teníamos la posibilidad de un aporte bastante superior, que no habría afectado en nada; al contrario.
Como indiqué, entre 2009 y 2010 la mencionada Ley generará 5 mil millones de dólares. De modo que resulta inexplicable que no se haya previsto un aporte más significativo.
Formulo, pues, un llamado para que no existan más equivocaciones sobre el particular y para que no nos imputen que no deseamos más recursos: estamos planteando por qué no hubo un aporte mayor y que nos encantaría que la situación fuera distinta.
Reitero: sería muy importante que nos comprometiéramos a terminar con la Ley Reservada del Cobre.
No resto valor a la entrega de 600 millones de dólares, cifra que, en todo caso, me parece mezquina comparada con la que se pudo destinar para satisfacer las muchas necesidades derivadas de la catástrofe del 27 de febrero último.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Longueira.

El señor LONGUEIRA.- Señor Presidente, tras escuchar la intervención de la Senadora señora Allende, quiero decir que la propuesta del Gobierno apunta a los recursos señalados, pero que, adicionalmente, las Fuerzas Armadas van a gastar la misma cantidad. De manera que se está gastando el doble de lo indicado aquí, para su infraestructura dañada por el terremoto (todos sabemos lo que ocurrió en Talcahuano).
|Por lo tanto, lo que plantea Su Señoría fue anunciado públicamente por el Ejecutivo.
Asimismo, es del caso señalar que, dentro de la propuesta que hizo el Gobierno -y por eso es relevante contar con los dineros del royalty-, no es factible disponer de los recursos pertinentes sin generar los efectos que todos esperamos: que no caiga el tipo de cambio, que exista equilibrio fiscal.
O sea, se hacen distintas proposiciones para obtener platas de diferentes formas; no se trata de llegar y decir "Gastemos 2 mil", "Gastemos 3 mil".
Efectivamente, en este caso el Ejecutivo plantea gastar 300 millones de dólares en un año y 300 millones en el siguiente para fines distintos de los de la ley en comento, pero, adicionalmente, otros 300, por dos años, para la infraestructura de las Fuerzas Armadas dañada por el terremoto.
En consecuencia, parte de lo que manifestó la señora Senadora fue recogido. Y eso demuestra que el Gobierno ha escuchado incansablemente a la Oposición.

El señor LAGOS.- ¡Sin duda...!

El señor ESCALONA.- ¡Por cierto...!
El señor PIZARRO (Presidente).- ¡No le ponga tanto color, Su Señoría...!
En votación el artículo 4°.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor PIZARRO (Presidente).- Terminada la votación.

--Se aprueba el artículo 4° (32 votos a favor).
Votaron las señoras Allende, Matthei, Pérez (doña Lily) y Rincón y los señores Allamand, Bianchi, Cantero, Chadwick, Chahuán, Coloma, Escalona, Espina, Frei (don Eduardo), García, Girardi, Gómez, Horvath, Kuschel, Lagos, Letelier, Longueira, Navarro, Orpis, Pérez Varela, Pizarro, Prokurica, Quintana, Rossi, Sabag, Walker (don Ignacio), Walker (don Patricio) y Zaldívar (don Andrés).
El señor PIZARRO (Presidente).- Se deja constancia en la Versión Oficial de la intención de voto favorable del Senador señor Tuma.

Artículo 8°: introduce modificaciones al decreto con fuerza de ley N° 2, de 1959, del Ministerio de Hacienda, para restringir el acceso a los beneficios tributarios allí dispuestos.
En discusión.
Tiene la palabra el Senador señor Letelier.

El señor LETELIER.- Perdón, señor Presidente, pero me quedé viendo la redacción del artículo 4°.
Formulo la consulta: ¿las platas de la Ley Reservada del Cobre no entran como Ingresos Generales de la Nación?
Hago un llamado de atención en tal sentido porque quiero cerciorarme de que esté bien redactado dicho precepto.
Señor Presidente, tocante al artículo 8°, relacionado con el decreto con fuerza de ley N° 2, debo connotar que se han escuchado voces de la Cámara Chilena de la Construcción. Y sobre este tópico hay reflexiones diversas en cuanto a si el beneficio pertinente puede ser retroactivo o a si es factible limitarlo.
Por cierto, nosotros estamos de acuerdo en que se restrinja lo que algunos consideramos un uso abusivo de la franquicia que se otorga cuando se compran viviendas conocidas como "DFL 2", en que existe la lógica de rebajar ciertos derechos para estimular determinado tipo de construcción habitacional. Ello se creyó importante en un momento de la historia de nuestro país, y se ha mantenido en el tiempo.
Hoy algunas personas tienen más de dos viviendas de tales características; otras, decenas.
Entiendo que se halla fuera de discusión que de aquí para adelante el máximo será dos.
La pregunta es cómo se interpreta de aquí para atrás.
Entonces, el Senado debe sentar un criterio al respecto. Porque no sería correcto que la Cámara Chilena de la Construcción, con todo el poderío que va a desplegar hoy, terminara imponiendo determinadas lógicas.
Si se quiere que en esta materia exista efecto retroactivo, como se dijo en cierto momento, sería bueno saberlo. En particular, sería conveniente conocer el criterio del Ejecutivo.
Hay quienes sostienen que al respecto existen derechos adquiridos. Algunos dicen: "Obvio". Yo, para precisar el alcance del texto, solo me remito a su redacción.
Tal es mi inquietud, señor Presidente.
Pienso que tenemos juicio en cuanto a que se ha hecho uso amplio -en algunos casos, abusivo- de la franquicia en comento y a que, por tanto, debemos evitar que ello siga ocurriendo.
El inciso segundo que se propone agregar al artículo 1° del DFL N° 2 dice en su segunda frase: "En caso que posean más de dos "viviendas económicas", los beneficios solamente procederán respecto de las dos de dichas viviendas que tengan una data de adquisición anterior.".
¿Anterior a qué?
Hay cierta ambigüedad en ese texto.

El señor PÉREZ VARELA.- Debe considerarse el efecto retroactivo.

El señor LETELIER.- Sí. Pero el efecto retroactivo de la ley es desde el momento de la dictación de ella.
Señor Presidente, yo solo quiero que se precise el concepto. Y en la Cámara de Diputados ya hubo un amplio debate sobre el punto.
Nosotros votaremos a favor del artículo 8°. Empero, nos parece que la redacción sugerida puede prestarse para interpretaciones diversas.
Por consiguiente, planteamos nuestra inquietud. Nos interesa conocer el juicio del Ejecutivo sobre la materia, su comprensión. Porque en algún momento se dijo, incluso, "con efecto retroactivo".
En nuestro caso, no queremos que "de aquí para adelante" haya beneficio para más de dos de las viviendas en comento. Y "de aquí para atrás" debe haber un debate sobre el alcance que el Gobierno desee dar a su precepto.
Reitero que, en todo caso, votaremos afirmativamente.

El señor PIZARRO (Presidente).- Me solicitaron la palabra la Honorable señora Matthei y los Senadores señores Orpis, Zaldívar y Longueira.
Tiene la palabra, señora Senadora.

La señora MATTHEI.- Señor Presidente, si alguien tiene en este momento 500 viviendas DFL 2, seguirá gozando de todas las franquicias. No hay cómo quitárselas.
Quienes deseen adquirir de aquí para adelante, impetrarán el beneficio solo por dos. Si ya tienen una y compran otra, con esta completan la cuota. Y si tienen tres, no pueden comprar ninguna más con franquicia.
Esa es la situación.
Por lo tanto, en cuanto al momento de la adquisición, no hay duda alguna: por la efectuada con anterioridad a la promulgación de la ley en proyecto no se podrá quitar el beneficio; hacerlo sería absolutamente inconstitucional y le daría pie al propietario para un juicio ganable en cualquier tribunal.
Hay una duda adicional, señor Presidente: si las casas ya construidas pueden estar sujetas al límite de dos por persona.
El Ejecutivo considera factible establecer esa restricción respecto a las viviendas ya edificadas.
Algunos piensan que tal limitación solo se podrá aplicar en el caso de viviendas que se construyan de aquí para adelante.
Sobre el particular, entonces, existen dos posiciones.
Nosotros nos inclinamos por lo que señaló el Gobierno: que respecto a las casas ya construidas se puede aplicar hacia adelante la limitante de dos.
Algunos piensan que la referida limitación únicamente es aplicable a las viviendas nuevas. Pero -insisto- no es esta nuestra tesis.
Ahí está la disyuntiva.
Por lo tanto, tocante a la pregunta del Senador Letelier, quiero ser muy clara: quienes ya poseen 50, 100, 500 viviendas acogidas al DFL 2 mantienen todos los beneficios.
Más aún, si una persona recibe como herencia una casa DFL 2, esta no va a contar para el límite máximo de dos viviendas por RUT, porque la forma como está redactado el precepto permite el traspaso del beneficio por esa vía.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Hay cinco Senadores inscritos, y está por terminar el Orden del Día.
Tenemos dos posibilidades.

La señora MATTHEI.- Perdón, señor Presidente. ¿Por qué no le da la palabra al señor Subsecretario de Hacienda, quien es el que más sabe sobre esta materia?

El señor PIZARRO (Presidente).- Entiendo que tengo una limitante, pues en este momento no se halla presente ningún Ministro.
Solicito el acuerdo unánime de la Sala para que el señor Subsecretario de Hacienda pueda hacer uso de la palabra.
Acordado.
Tiene la palabra, señor Subsecretario.

El señor ÁLVAREZ (Subsecretario de Hacienda).- Señor Presidente, agradezco la cortesía de la Mesa y de todos los señores Senadores al autorizarme para hablar.
En materia del DFL 2, debo señalar que desde el momento en que entre en vigencia la ley en proyecto el beneficio podrá aplicarse a la adquisición de solo dos viviendas nuevas, como lo expresó la Senadora señora Matthei.
El problema reside en qué ocurre con todas las viviendas DFL 2 que existen actualmente.
Hemos revisado la materia, y creemos que no se puede aplicar tal restricción a los actuales propietarios DFL 2. De manera que, cualquiera que sea el número de viviendas DFL 2 que posean, podrán seguir gozando de los beneficios, que solo se perderán en el tiempo en caso de herencia, como también lo señaló la Senadora señora Matthei.
Si se venden esos inmuebles, la franquicia dependerá de la condición del comprador. Si no tiene ninguno, podrá adquirir hasta dos y gozar de todos los beneficios del DFL 2.
Es decir, el Ejecutivo comparte la exposición hecha por la Honorable señora Matthei en el sentido de que no podemos alterar el estatuto jurídico de los actuales propietarios DFL 2.
Nosotros no compartimos el criterio de algunas personas en cuanto a que la franquicia se halla radicada en el inmueble: creemos que está radicado en el titular del dominio.
El Senador señor Letelier habló de 10, 20 viviendas DFL 2; pero algunas tienen cientos de ellas. Sus propietarios, entonces, podrán seguir gozando de todos los beneficios que entrega ese decreto con fuerza de ley, los cuales se transmitirán a los herederos.
No pensamos -al revés de lo que han sostenido algunos- que el estatuto jurídico de los beneficios está adscrito al inmueble: creemos que se encuentra adscrito a la persona.
Entendemos que hay distintas posiciones jurídicas. Pero eso se podrá discutir en el futuro.
El criterio del Ejecutivo es ese, señor Presidente.
A nuestro entender, de ahora en adelante la persona que desee adquirir un DFL 2 sabrá que tiene un tope: dos viviendas. Si lo excede, no podrá acceder a los beneficios. Y, tal como le expliqué al Senador señor Letelier, la franquicia está determinada por el momento de adquisición de cada vivienda.
Gracias, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).- Ha terminado el Orden del Día.
Hay siete Senadores inscritos. La alternativa es prorrogar la sesión hasta que intervengan todos y después votar, o bien, continuar mañana.

La señora MATTHEI.- Sesionemos media hora más.

El señor PIZARRO (Presidente).- Si les parece, cerraremos la lista de oradores, para al término de sus intervenciones votar el artículo 8º y levantar la sesión.

El señor ORPIS.- Abramos la votación, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).- Por orden, están inscritos los Senadores señores Longueira, Orpis, Andrés Zaldívar, Escalona, Rincón, Navarro y Chahuán.

El señor BIANCHI.- Abra la votación, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).- Se ha solicitado abrir la votación.
¿Hay acuerdo en la Sala?
Acordado.
En votación el artículo 8°.
--(Durante la votación).

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Longueira.

El señor LONGUEIRA.- Señor Presidente, me voy a abstener en esta votación, por las siguientes razones.
En primer lugar, aquí se ha argumentado mucho contra el royalty: que no guarda relación alguna con la reconstrucción, que tenemos que discutirlo seriamente, en fin.
A mi entender, este es uno de aquellos artículos que debiéramos debatir dentro de una reforma tributaria completa.
Yo soy de las personas que no tienen dudas en cuanto a que el beneficio del DFL 2 es del inmueble. El decreto con fuerza de ley Nº 2 lo señala claramente. Incluso, quien compra una propiedad de ese tipo recibe todos los beneficios.
Entonces, con este precepto estamos privilegiando aún más a quienes ya son propietarios de muchas viviendas de aquella índole, pues habrá distintos precios. Uno va a estar dispuesto a pagar más por las existentes antes de la promulgación de la ley en proyecto, porque gozan de la franquicia, que es heredable. ¿Y por qué lo es? Porque corresponde al inmueble. Eso está claro.
Si compro un DFL 2 puedo, conforme a la nueva ley, tener dos propiedades. Pero si lo adquiero según la antigua, puedo poseer todos los que desee. Y si pretendo pagar menos impuesto, tendré que comprar estos últimos.
Entonces, existirán distintos precios: los de las propiedades DFL 2 de antes de la ley en proyecto y los de las posteriores.
Por consiguiente, el punto planteado aquí es muy importante. Porque si tiene la franquicia el inmueble, la restricción a dos nuevas viviendas es a partir de la ley en proyecto. Pero yo puedo adquirir muchas otras anteriores, porque el inmueble tiene el beneficio; y por eso este se hereda.
Si tal es la interpretación, estamos otorgando un beneficio adicional a quienes ya gozan de la franquicia.
Pero vamos a la razón de fondo, señor Presidente.
A mí me sorprenden los cuestionamientos de algunos en el sentido de que analicemos el royalty en forma seria, con mayor tiempo, porque es parte de un debate más completo. Y sucede que argumentan así respecto al impuesto específico a la Minería. Pero aquí hay otras disposiciones que nada tienen nada que ver con recaudación. Por ejemplo, el que nos ocupa es un artículo a cuyo respecto nadie puede sostener que va a recaudar algo.
En todo caso, quiero dejar claro que soy partidario de que se legisle sobre la materia, para que se eviten los abusos que se están cometiendo o que se pueden cometer. Porque el objetivo perseguido al establecerse la franquicia no es permitir el acceso a muchas viviendas DFL 2.
En todo caso, no creo que quienes accedieron a gran cantidad de ellas incurrieron en algo ilícito o poco correcto. Y de ningún modo deseo caer en el discurso de que aquel que hizo uso de una ley de la república para tener determinada cantidad de propiedades es un fresco o un pillo.
Entonces, pienso que resulta impostergable hacer un debate serio en materia tributaria, con cifras reales -no con las que entregan algunos Senadores en esta Sala-, para examinar el artículo 8º y muchas otras disposiciones, como la relativa a los depósitos convenidos, que tampoco genera recaudación, pero se halla inserta en la ley en proyecto.
Yo los habría acompañado en el royalty si ustedes también hubieran hecho el punto en tales disposiciones, que no tienen nada que ver con la recaudación. Pero, como existe mucha incoherencia, trataré de evitarla.
Me voy a abstener, señor Presidente, pues creo que lo lógico es que un artículo como este sea discutido en una reforma tributaria, para evitar los abusos que pueden cometerse a su amparo.
Por último, deseo dejar establecido que si tiene la franquicia el inmueble, como lo señala el DFL 2, y no el propietario, todas las viviendas anteriores, si uno las adquiere, podrán exceder la cifra en comento.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Orpis.

La señora ALLENDE.- El señor Ministro puede hacer una aclaración.

El señor ORPIS.- Señor Presidente, la intervención del Senador señor Longueira me ahorra muchos comentarios.
He estudiado el asunto en particular, y, según la opinión de varios constitucionalistas, el beneficio recae directamente en el inmueble, no en la persona. Por lo tanto, creo que es importante precisar bien el punto al momento de legislar, porque, de lo contrario, cuando el día de mañana la ley se encuentre vigente, se generará una cantidad innumerable de juicios. Es bueno despejarlo a la brevedad.
Ello, sin perder de vista -como lo expuso el Honorable señor Longueira- que es una materia sobre la cual es necesario normar, regularizar y evitar los abusos. En eso estamos todos de acuerdo.
Pero, claramente, señor Presidente, según lo que he podido recabar acerca del DFL N° 2, el beneficio le corresponde directamente -reitero- al inmueble.
He dicho.

El señor TUMA.- El Ejecutivo debería explicar.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, en realidad, me habría gustado que el Gobierno nos entregara algunos de los estudios relativos a la norma constitucional en la que se va a amparar la limitación del beneficio, el cual data desde hace tiempo, pues lo contiene el DFL N° 2, de 1959.
Coincido en lo que se ha sostenido aquí en cuanto a que aquel recae en el inmueble. Y me duele tener que decirlo, porque creo que detrás puede existir un objetivo bueno, en el sentido de restringir sus términos tan masivos.
Porque dicho cuerpo legal se dictó precisamente para que la gente de sectores medios pudiera acceder a una vivienda, con ventajas de todo tipo: en materia de contribuciones, no pago del impuesto de transferencia, exención del impuesto a la herencia.
Pero, por supuesto, ello comenzó a abrirse con el tiempo y la gente empezó a ver en el sistema una oportunidad para la inversión y, también, para una elusión legítima. En efecto, una persona que hoy día dispone de cierta fortuna y desea evitar el impuesto a la herencia respecto de lo que quiere traspasarles a sus hijos puede comprar viviendas acogidas al DFL Nº 2, por las cuales no se paga después ese tributo en la transferencia, pues así está establecido.
Concuerdo con el Senador señor Longueira en cuanto a que deberíamos tratar este asunto con mucha profundidad en el próximo tiempo.
Por mi parte, voy a votar a favor, pero abrigo dudas sobre cuál puede ser el alcance del mecanismo. Si bien la cuestión se halla salvada en el artículo octavo transitorio, en relación con lo que estamos discutiendo, escuché de los sectores de Gobierno que la aplicación sería con efecto retroactivo. Así se dio a entender.
Y ello también se discutió en la Cámara de Diputados.
Me habría gustado conocer un estudio constitucional que realmente demostrara que el efecto retroactivo es posible. A lo mejor, sería bueno evitar el exceso.
Pero insisto en que el beneficio recae en el bien inmueble. Tanto es así que, si soy dueño de una propiedad acogida al DFL N° 2 -porque la construí, por ejemplo- y a los 5 años o 10 años la vendo a mi vecino, este adquiere todas las ventajas establecidas en tal normativa, sin ninguna limitación.

El señor LONGUEIRA.- Así es.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Lo único que se tiene que hacer, sobre la base del estudio de títulos por un abogado, es incluir al final de la escritura el documento de la municipalidad mediante el cual se otorgó el permiso de edificación, firmado por el Director de Obras. Se ha dicho que podría existir un contrato ley en favor de la propiedad. Por lo demás, se ha discutido jurídicamente si ese es el alcance.
Repito que deberíamos revisar la cuestión con mucha profundidad.
Me pronunciaré a favor para que no se piense que estamos interfiriendo al Gobierno en disposiciones que quiere aprobar.
Entiendo que se obtiene algún rendimiento, por lo que nos dijo el Ministro de Hacienda. Personalmente, pienso que es muy estrecho. Ojalá fuera mucho.
En definitiva, el bien inmueble acogido al DFL N° 2 lleva consigo, en cualquier transferencia que se realice, los beneficios establecidos por la normativa legal.
Y, tal como se halla redactada la disposición, el Ejecutivo explicó que carece de efecto retroactivo, lo que era muy importante escuchar de su parte. Ello me parece muy bien. Que quede claro que no lo tiene.
Ahora, si se hubiera podido contemplar dicho efecto, me habría gustado estudiarlo y considerar esa posibilidad. Pero no es así.
Voy a votar a favor en esas condiciones.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el señor Subsecretario, para hacer una aclaración.

El señor ÁLVAREZ (Subsecretario de Hacienda).- Señor Presidente, aprovecho para manifestar nuevamente mi agradecimiento a los señores Senadores.
La primera pregunta formulada dice relación a si el Senado y el Congreso, en general, pueden disponer de facultades para limitar, de ahora en adelante, la posibilidad de que una persona adquiera un bien con una serie de beneficios tributarios.
La respuesta es sí, claramente. El Congreso puede establecer, de ahora en adelante, que solo sea posible tener hasta cierto número de bienes con un estatuto tributario especial.
Eso es lo que estamos haciendo en primer lugar: precisar lo anterior para que quienes quieran adquirir inmuebles bajo el beneficio del DFL Nº 2 sepan que el límite máximo será de dos. Y esa es la decisión que debe adoptar el Congreso.
En segundo término, ¿qué hacer respecto de la situación actual y de quienes ya adquirieron los bienes raíces?
Hemos realizado todos los análisis constitucionales necesarios y nos parece que no es posible alterar el estatuto de esas personas.
Voy a discrepar de algunos señores Senadores. Sé que existen distintas posiciones jurídicas y que median elementos esenciales del bien adquirido. Pero los contratos y los derechos se refieren a personas. Y, a mi modo de ver, quienes poseen actualmente inmuebles DFL Nº 2 -a ello aludía cuando manifesté no creer que se verificara un efecto retroactivo- mantendrán todos sus beneficios de aquí en adelante, por haber celebrado contratos respecto de propiedades con ciertas características determinadas por la ley y que en el estatuto jurídico original se llamaban "viviendas económicas".
Un análisis que efectuamos al respecto arrojó como resultado que también se conservan esos derechos en caso de una transmisión, es decir, en cuanto a los herederos.
Sin embargo, no creemos que los beneficios persigan al inmueble. Si fuera así, sería cierto lo expresado por el Honorable señor Longueira en cuanto a que se formaría un verdadero mercado de viviendas DFL Nº 2 antiguas y otro de DFL Nº 2 nuevas. Y nos parece que eso no es sostenible, jurídicamente, porque colocamos límites a la adquisición de este tipo de bienes por una persona.
De ahora en adelante, esta sabrá que solo podrá comprar hasta dos DFL Nº 2 en las condiciones de que se trata. Y uno solo si tenía otro antes de la vigencia de la ley. También le será posible incorporar a su patrimonio todos los que quiera, pero sin perjuicio de la limitación de dos para el efecto del beneficio tributario.
En cuanto a quienes ya adquirieron con anterioridad, creemos que no es posible alterar su estatuto jurídico. Pero sí pueden ser afectados los futuros adquirentes al establecerse dicho tope.

El señor LETELIER.- ¿Por qué los herederos resultan favorecidos?

El señor ÁLVAREZ (Subsecretario de Hacienda).- Porque asumen toda la posición jurídica del causante y, por lo tanto, presentan una continuidad.
Evidentemente, como lo hemos planteado en otras ocasiones -y entendemos los comentarios formulados por el Senador señor Zaldívar-, estos son aspectos que es posible discutir. Pero el primer objetivo del Ejecutivo es lograr que, de ahora en adelante, los adquirentes de inmuebles DFL Nº 2 sepan que existe una restricción. Y la limitación del beneficio la estimo factible.
Gracias.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Escalona.

El señor ESCALONA.- Señor Presidente, aunque parezca fuera de la tradición y de lo establecido en el ámbito del Derecho, deseo dejar constancia de mi parecer en el sentido de que no es posible considerar inconstitucional el proyecto, en la medida en que precisamente está cumpliendo con la Carta Fundamental.
El artículo 6° de esta última dispone que "Los órganos del Estado deben someter su acción a la Constitución y a las normas dictadas conforme a ella, y garantizar el orden institucional de la República.".
Y el sentido del texto legal fue garantizar el derecho a la dignidad, la honra, la familia, la vivienda, de las personas que hacían uso del beneficio tributario establecido en el DFL N° 2. Pero ello no era entendido como el ejercicio de una inversión para renta de capital, de modo que existe una manifiesta distorsión al utilizar este último para tal efecto.
Entonces, como sé que el punto no vamos a resolverlo ahora, pero que las cosas por sabidas se callan y por calladas se olvidan, he querido consignar que es algo que no me parece evidente. Aquí se da por establecido que contemplar la norma con carácter retroactivo es inconstitucional. Quisiera dejar constancia de que no estimo que sea así, en la medida en que se haya utilizado un beneficio tributario con fines enteramente diversos a los determinados en la ley que le dio origen.
De todas maneras, señor Presidente, voy a votar a favor, pues creo que es un pronunciamiento que ayuda, por lo menos, a que el abuso no se siga cometiendo a partir de ahora. Estimaría un absurdo de mi parte abstenerme o pronunciarme en contra para que este último siga cometiéndose.
Y, además, no es mi ánimo entorpecer la labor del Ejecutivo.

La señora MATTHEI.- ¡Qué bueno...!

El señor CHAHUÁN.- ¡Bravo!

La señora ALLENDE.- ¡Es una frase para el bronce...!
El señor LONGUEIRA.- ¡Para eso, hay otros artículos...!

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Chahuán.

El señor CHAHUÁN.- En el mismo sentido, señor Presidente, considero que la redacción del artículo es equívoca, ya que no resulta clara acerca de la adquisición a título gratuito, justamente, en cuanto a si permite mantener el beneficio del DFL N° 2.
Por otra parte, también se genera en forma nítida un cuestionamiento, ya suficientemente aclarado después por las intervenciones tanto de la Senadora señora Matthei como del señor Subsecretario de Hacienda, en cuanto al derecho adquirido de los beneficiarios de ese cuerpo legal.
Simplemente deseo decir que me hubiera gustado que la redacción fuese menos equívoca y que el asunto quedara comprendido en una reforma tributaria más integral, porque no tengo claro cuánto es lo que se va a recaudar, en definitiva, con la eliminación del beneficio, no obstante que estoy de acuerdo en que es preciso terminar con la posibilidad de que personas inescrupulosas lo aprovechen.
He dicho.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Espina.

El señor ESPINA.- Señor Presidente, me referiré a dos aspectos.
El debate sobre la constitucionalidad de un beneficio tributario es algo que ha sido siempre objeto de polémica. Y comparto la tesis de que, finalmente, cuando una persona adquiere un bien, corporal o incorporal, y este es objeto de uno de ellos o de uno de otra índole, pasa a incorporarlo a su patrimonio. Por lo tanto, tiene un derecho de propiedad sobre el beneficio cuando este se halla establecido por la ley, el que no se le puede quitar con efecto retroactivo, salvo en virtud de una expropiación, regulada por el propio ordenamiento legal.
Ahora, lo que me preocupa es la redacción, señor Presidente. En verdad, creo que cuesta mucho comprender el artículo y me gustaría que el señor Subsecretario o alguno de los miembros de la Comisión pudieran explicarme una frase cuyo significado en la práctica no logro entender. Se expresa: "En caso que posean más de dos "viviendas económicas", los beneficios solamente procederán respecto de las dos de dichas viviendas que tengan una data de adquisición anterior.".

El señor LETELIER.- Esa fue mi pregunta.

El señor ESPINA.- ¿Se hace referencia al tiempo anterior a la ley? ¿Qué ocurre si una persona compra una vivienda? ¿Es algo que se puede adquirir después?
A propósito de lo expuesto por mi Honorable colega Longueira -y escuché decirlo también a algunos señores Senadores de Oposición-, ¿este es un beneficio, entre paréntesis, que se va a poder transmitir? Y si vendo una propiedad DFL N° 2, ¿se lo traslado al adquirente?

La señora MATTHEI.- Depende de si tiene o no dos.

El señor ESPINA.- Una cosa es lo que uno cree, pero la norma es interpretada después por Impuestos Internos, por los tribunales. Y, a pesar de que el Código Civil determina que la ley se entenderá de acuerdo a su tenor literal, sin perjuicio de la consulta a su espíritu que se contempla, la verdad es que esto último no se hace cuando el texto se va a prestar para confusiones.
A mi juicio, la redacción está mal y se puede perfeccionar. Creo que resulta muy negativo despachar una disposición que va a armar muchos enredos, porque no me queda clara la situación de los beneficiarios.
Por mi parte, entiendo el espíritu. Hacia atrás, los adquirentes conforme al DFL N° 2, a pesar de haber podido incurrir en un abuso por permitirlo la ley -esa palabra, en consecuencia, es bastante entre comillas-, mantienen sus derechos. Si quienes son dueños de 300 de esas propiedades las transfieren, la pregunta es si los nuevos propietarios obtienen el mismo beneficio.

El señor LETELIER.- Sí.

El señor ESPINA.- No sé si es así o no. Lo que puedo decir es que la norma no lo resuelve.

El señor KUSCHEL.- Si no se excede de dos, sí.

El señor ESPINA.- Pero si nos encontramos en un debate en que la mitad de los Senadores dicen que sí y la otra que no, no pretendamos que los jueces, quienes deberían contar con una disposición clara respecto del asunto, vayan a experimentar menos confusión que quien habla o no vayan a llegar a legítimas discrepancias.
¿Qué ocurre, entonces? El bien, al transferirse, ¿pierde o no el derecho?

El señor KUSCHEL.- Depende del comprador.

El señor ESPINA.- Estimo, entonces, que la redacción no es clara. Y siento pudor, en el buen sentido, de aprobar en esas condiciones un precepto de esta envergadura.
Por eso, consulto, señor Presidente, si es posible no pronunciarse hoy día y que el texto se mejore.

El señor WALKER (don Patricio).- Ya se ha votado.

El señor ESPINA.- Está bien. Lo que ocurre es que no puedo aprobar una norma, sinceramente -mi Honorable colega Letelier fue el primero que expuso el punto y ya leí los términos del precepto-, que no logro entender. Pensé ser quien se equivocaba, a lo mejor por ser duro de mollera, pero veo que muchos señores Senadores tampoco la comprenden. En consecuencia, no podemos, so pretexto de llevarse a cabo una votación, pronunciarnos sobre algo que está mal, porque es como agregarle premeditación al error. Solo pido una suspensión y que mañana lleguemos a una redacción con el espíritu que se quiere. Se trata únicamente de eso.
Y me parece que la disposición viene igual desde la Cámara de Diputados. O sea, ello pasaría a ser ley, además. No será conocido en Comisión Mixta, si la hubiere.
Como conclusión, señor Presidente, formulo la sugerencia expuesta -hemos procedido en esa forma otras veces-, para que se pueda hacer un intento sobre la base del espíritu con que queremos elaborar el texto.
Y se dejaría de lado la discusión acerca de si se abre o no la posibilidad con efecto retroactivo, lo que me habría encantado profundizar. Me surgen dudas, de repente, respecto de la pertinencia de los beneficios tributarios en esa forma. Creo que la respuesta es negativa, pero me habría gustado tener la oportunidad de estudiar el punto mucho más a fondo.
Pido votar mañana y no hoy día, señor Presidente, por las razones que he expresado.

El señor TUMA.- Conforme.
La señora ALLENDE.- De acuerdo.

El señor PIZARRO (Presidente).- Estamos en votación, señores Senadores.
Varios de ustedes ya se han pronunciado. De hecho, se registran 23 votos hasta el momento.
Entonces, ignoro si media unanimidad para dejar sin efecto el proceso y ver si de aquí a mañana -o en el tiempo que sea necesario- es posible lograr una norma más clara.
Si hubiera unanimidad en la Sala, así se acordaría.
¿Se va a oponer, Senador señor Navarro?

El señor NAVARRO.- El inciso cuarto que se agrega dispone que es Impuestos Internos el que define cómo son las cosas, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).- ¿El Ejecutivo concuerda con la proposición?
Tiene la palabra el señor Subsecretario.

El señor ÁLVAREZ (Subsecretario de Hacienda).- Señor Presidente, el Ejecutivo estima -y así lo expresó en la Cámara de Diputados, juntamente con el Servicio de Impuestos Internos- que la norma no suscita dudas. Quisiera pedir que esta se leyese en su contexto, porque lo que se ha sometido a la consideración de los señores Senadores son algunos incisos de una disposición más amplia. Al hacerlo, ella resulta clara, a nuestro modo de ver, habiendo sido del mismo parecer Impuestos Internos.
Y, con relación a una de las preguntas que se hacían, en cuanto a cuáles son los dos bienes, lo que estamos señalando, sencillamente, es que el Servicio puede saberlo con exactitud. La ley se está refiriendo a que los dos primeros adquiridos -y creo que la interpretación es nítida- son los que obtienen el beneficio.
Esa es nuestra opinión.

El señor PIZARRO (Presidente).- Consulto nuevamente respecto de la proposición del Senador señor Espina.
Si hubiera acuerdo, se dejaría sin efecto la votación, a fin de buscar una redacción más clara de aquí a mañana.

La señora ALLENDE.- Conforme.

La señora RINCÓN.- De acuerdo.

El señor ESCALONA.- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.

El señor ESCALONA.- Señor Presidente, no es mi ánimo oponerme, pero creo que suspender una votación sienta un precedente muy delicado.
Sin perjuicio de ello, observo que en la Sala se encuentra más del 50 por ciento de los Senadores, lo que constituye una asistencia lo suficientemente significativa como para tomar un acuerdo de esa naturaleza.
Quiero que ello quede expresamente establecido en la Versión Oficial, porque suspender una votación es, además, un abuso contra los parlamentarios que ya votaron y se retiraron.
Si se explicita que más de la mitad de los Senadores están presentes en la Sala, eso podrá ser un antecedente para resolver.

El señor NAVARRO.- ¡No cerremos la votación!

El señor PIZARRO (Presidente).- Lo que se ha planteado es suspender la votación. No estamos modificando lo que han votado los señores Senadores, ni nada.
La otra alternativa sería que los presentes cambien su pronunciamiento en un sentido -rechazo, abstención, en fin- para provocar otra instancia de votación.
Pero parece que no es ese el espíritu.
Sé que es una situación excepcional. Por eso solicito la unanimidad. Si no la hay, seguimos con el proceso de votación.
Tiene la palabra el Honorable señor Zaldívar.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, me da la impresión de que, de acuerdo al Reglamento, no se puede suspender una votación.
Yo no quiero hacer problema, pero es bueno tenerlo presente.

La señora MATTHEI.- Señor Presidente, abstengámonos y votemos mañana.

El señor PIZARRO (Presidente).- El señor Secretario me ha dicho que es posible, con el acuerdo unánime de la Sala, proceder como he planteado. Por eso lo solicité.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- Señores Senadores, el Reglamento dice que, iniciada la votación, no se podrá suspender por motivo alguno. De hecho, es factible que llegué la hora de término de la sesión e igual se debe seguir la votación hasta concluirla. Pero la unanimidad de la Sala podría acordar dejarla para mañana.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, me interesa que el Reglamento no se vulnere,...

El señor PIZARRO (Presidente).- Está claro.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- ... y estoy de acuerdo con la propuesta. De hecho, me encantaría acceder a ella. Pero la norma reglamentaria se refiere a la unanimidad de los que hemos participado en la votación. Y algunos de ellos ya no están en la Sala. Por tanto, no contamos con la unanimidad de todos los que se han pronunciado.

El señor PIZARRO (Presidente).- Me parece, señores Senadores, que no existe la voluntad unánime para suspender la votación.
Además, efectivamente, se sienta un precedente que puede ser muy complicado.

El señor LONGUEIRA.- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor PROKURICA.- Pido la palabra.

El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Le propongo una solución, señor Presidente: que se vote ahora y mañana se pida la reapertura del debate. Ello es factible con la unanimidad de la Sala.

El señor PIZARRO (Presidente).- Muy bien.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- Exactamente. Es posible solicitar la reapertura del debate.

El señor PIZARRO (Presidente).- Para no seguir en una discusión interminable,...

El señor LONGUEIRA.- ¿Señor Presidente, qué pasa si hay más abstenciones que votos a favor?

El señor PIZARRO (Presidente).- La votación se debe repetir.

El señor LETELIER.- Y esa se puede hacer mañana.

El señor PIZARRO (Presidente).- Justamente, señor Senador.
Esa es otra alternativa.

El señor LAGOS.- ¡Pero ya emitimos el voto!

El señor PIZARRO (Presidente).- Pero se puede cambiar mientras no se cierre la votación. Muchos de los que se han pronunciado todavía están acá.

La señora RINCÓN.- Yo ya lo modifiqué, señor Presidente.

El señor PIZARRO (Presidente).- Varios lo han hecho.
Tiene la palabra el Honorable señor Prokurica.

El señor PROKURICA.- Señor Presidente, no me parece que tomemos el acuerdo de suspender una votación en la cual participaron Senadores que ya se retiraron, porque la voluntad de ellos no se puede manifestar.
Ahora, no es que no tenga interés en arreglar esto -y le pregunto al Ejecutivo su punto de vista al respecto-, pero yo no abrigo las dudas que algunos han planteado y que hacen que la situación les resulte poco clara. Por el contrario, observo aquí tres principios: beneficio solo para dos departamentos...

El señor PIZARRO (Presidente).- Señor Senador, no entre al fondo del asunto. Estamos resolviendo una cuestión de procedimiento.

El señor PROKURICA.- Conforme, señor Presidente.
Solo estoy señalando que mañana daré la unanimidad para que se revise el asunto sobre la base de los tres criterios con los cuales el Ejecutivo está de acuerdo.

El señor PIZARRO (Presidente).- Está claro que no podemos suspender la votación ahora.
Los señores Senadores tienen el derecho de cambiar sus votos en el sentido que lo estimen pertinente, y mañana existe la posibilidad de pedir la reapertura del debate. Por tanto, continuaremos con la votación.
Tiene la palabra la Honorable señora Allende.

La señora ALLENDE.- Señor Presidente, seré muy breve.
Como no se suspenderá la votación por los argumentos que aquí se han entregado y, sin embargo, las dudas que planteó el Senador señor Espina son perfectamente legítimas, efectivamente a quienes estamos en la Sala todavía nos queda la posibilidad de modificar nuestra votación.
Me interesa dejar constancia de ello porque he cambiado mi pronunciamiento a abstención, pero resulta que en la pantalla me aparecen los textos: "Cambió su voto a abstención", "Cambió su voto a pareo"...

El señor PIZARRO (Presidente).- Acá me figura como abstención, señora Senadora.

La señora ALLENDE.- Muy bien.
Asumo que, de acuerdo al Reglamento, si ahora se registran más abstenciones, mañana será factible volver a votar.
Creo que tal procedimiento es el correcto para abrir de nuevo el debate sobre el punto sin pasar a llevar a quienes ya se han retirado.
Yo diría más: cabría solicitar segunda discusión mañana para clarificar bien la discusión.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Patricio Walker, y luego resolveremos.

El señor WALKER (don Patricio).- Señor Presidente, permítame hacer una precisión reglamentaria.
En la Comisión de Constitución analizamos este asunto a raíz de una consulta de la Sala con motivo del debate de un proyecto de ley. Efectivamente, cuando las abstenciones influyen en el resultado, se debe realizar una segunda votación, y ahí se insta a emitir un voto a los Senadores que se abstuvieron, advirtiendo que una nueva abstención se sumará a la posición mayoritaria. Así lo establece el Reglamento.
En consecuencia, si la mayoría hoy se abstiene, mañana se vota de nuevo. Entonces el señor Presidente nos explicará cuál es el efecto de la abstención.

El señor LETELIER.- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor PIZARRO (Presidente).- No, señor Senador. Vamos a dar por concluido este asunto porque, si no, va a ser interminable.

El señor LETELIER.- Es que hay un punto de Reglamento que me gustaría aclarar.

El señor PIZARRO (Presidente).- Tiene la palabra, Su Señoría.

El señor LETELIER.- Señor Presidente, entendiendo cuál es la voluntad de la Sala, si hay más abstenciones que votos en una dirección u otra, se debe repetir la votación de inmediato...

La señora MATTHEI.- ¡No si se termina el Orden del Día!

El señor LETELIER.- ... No. Porque, técnicamente, seguimos en votación.
Si en la segunda instancia no se registran votos, no se resuelve en ningún sentido y fracasa la votación, quedando pendiente el asunto para la próxima sesión.
Es la única forma. De lo contrario,...

El señor PIZARRO (Presidente).- Ya tenemos votos suficientes.

El señor LETELIER.- Es que va a haber una segunda votación.

El señor PIZARRO (Presidente).- Eso es otra cosa.

El señor LETELIER.- Quiero precisar que la única forma de dejar esto para mañana es que en ese instante no haya votos.

El señor PIZARRO (Presidente).- Exacto. Esa es la segunda fase.
Efectivamente, si hubiera más abstenciones que votos a favor, como aquellas influyen en el resultado, se realizará de inmediato una segunda votación. Si en ese momento los Senadores no votan, yo estoy obligado a dar por fracasada la sesión y continuar mañana con la votación.
¿Estamos claros?
Entonces, cada uno votará como mejor le parezca.
Yo debo cumplir el acuerdo adoptado por la Sala cuando ampliamos el término del Orden del Día. Para esos efectos, me queda un último inscrito.
Tiene la palabra el Senador señor Navarro.

El señor NAVARRO.- Señor Presidente, dado que han surgido varias dudas, quisiera dejar planteada una consulta para mañana: ¿cuánto recauda esta norma,...

El señor LETELIER.- ¡Absolutamente nada!

La señora ALLENDE.- ¡Nada!

El señor NAVARRO.- ... que indudablemente va a generar debate en quienes se vean afectados?
Lo pregunto porque ha motivado toda una discusión, incluso vamos a dejar pendiente esta votación. No sé cuánto es el monto.
La enmienda que nos ocupa es interesante, señor Presidente, porque el artículo 1º del decreto con fuerza de ley Nº 2, de 1959, declara "viviendas económicas" las que "tengan una superficie edificada no superior a 140 metros cuadrados". Entonces el concepto era diferente.
Por último, cabe señalar -para los Senadores que no están muy claros- que el inciso cuarto propuesto en el artículo 8º del proyecto establece que Impuestos Internos es el organismo facultado para resolver en esta materia. Dicho inciso dice: "Para hacer uso de los beneficios, franquicias y exenciones que contempla el presente decreto con fuerza de ley, los Notarios y Conservadores de Bienes Raíces deberán remitir al Servicio de Impuestos Internos, en la forma y plazo que éste determine, la información de todos los actos y contratos otorgados ante ellos o que les sean presentados para su inscripción".
Como dicho criterio no es suficiente y la ley debe ser clara, comparto la idea de dejar para mañana la votación definitiva. Por eso, me abstengo.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor PIZARRO (Presidente).- Terminada la votación.


El señor HOFFMANN (Secretario General).- Resultado de la votación: 12 votos a favor, ninguno en contra, 19 abstenciones y un pareo.
Votaron por la afirmativa la señora Pérez (doña Lily) y los señores Allamand, Chadwick, Coloma, Escalona, Frei (don Eduardo), Girardi, Horvath, Pérez Varela, Prokurica, Rossi y Walker (don Ignacio).
Se abstuvieron las señoras Allende, Matthei y Rincón y los señores Bianchi, Cantero, Chahuán, Espina, García, Kuschel, Lagos, Letelier, Longueira, Navarro, Orpis, Pizarro, Quintana, Sabag, Tuma y Walker (don Patricio).
No votó, por estar pareado, el señor Zaldívar (don Andrés).

El señor PIZARRO (Presidente).- Dado que las abstenciones influyen en el resultado, se debe repetir la votación.
En votación.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su voto?

El señor PIZARRO (Presidente).- Terminada la votación.

El señor HOFFMANN (Secretario General).- Resultado de la votación: por aprobar el artículo 8° del proyecto ningún voto, por rechazarlo ningún voto, ninguna abstención y ningún pareo.
El señor PIZARRO (Presidente).- Como no hay quórum para tomar acuerdos, debo levantar la sesión.

PETICIONES DE OFICIOS

El señor HOFFMANN (Secretario General).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios.

El señor PIZARRO (Presidente).- Se les dará curso en la forma reglamentaria.
)----------(
--Los oficios cuyo envío se anuncia son los siguientes:
Del señor FREI (don Eduardo):
Al señor Ministro de Obras Públicas, solicitándole RESTITUCIÓN DE RECURSOS A DIRECCIÓN DE VIALIDAD DE REGIÓN DE LOS RÍOS PARA TRABAJOS DE REPOSICIÓN DE CAMINO EN SECTOR DE MAIZAL, COMUNA DE MARIQUINA, y a la señora Ministra de Bienes Nacionales, para insistir en ENTREGA DE TERRENOS A EMPRESA SAESA PARA CONCRECIÓN DE PROYECTO DE ELECTRIFICACIÓN RURAL EN SECTORES CADILLAL ALTO Y BAJO, COMUNA DE CORRAL (ambos de Región de Los Ríos).
De la señora PÉREZ (doña Lily):
A la señora Subsecretaria de Carabineros, requiriéndole MAYOR DOTACIÓN POLICIAL PARA COMUNA DE LA CRUZ E IMPLEMENTACIÓN DE PLAN CUADRANTE EN DICHA CIUDAD (Quinta Región).
De la señora RINCÓN:
Al señor Ministro del Interior, pidiéndole que entregue INSTRUCCIONES A INTENDENTE Y GOBERNADORES DE REGIÓN DEL MAULE PARA RECOPILACIÓN DE INFORMACIÓN SOBRE PERSONAL CONTRATADO DESDE 11 DE MARZO, PERSONAL CESADO A LA FECHA Y PERSONAL CON CONTRATOS VENCIDOS.
)----------(

El señor PIZARRO (Presidente).- Se levanta la sesión.
--Se levantó a las 20:21.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción