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REPÚBLICA DE CHILE
DIARIO DE SESIONES DEL SENADO
PUBLICACIÓN OFICIAL
LEGISLATURA 345ª, EXTRAORDINARIA
Sesión 29ª, en miércoles 6 de marzo de 2002
Ordinaria
(De 16:22 a 19:1)
PRESIDENCIA DEL SEÑOR ANDRÉS ZALDÍVAR, PRESIDENTE
SECRETARIO, EL SEÑOR CARLOS HOFFMANN CONTRERAS, TITULAR
____________________
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
I. ASISTENCIA
Asistieron los señores:
--Aburto Ochoa, Marcos
--Bitar Chacra, Sergio
--Boeninger Kausel, Edgardo
--Bombal Otaegui, Carlos
--Canessa Robert, Julio
--Cantero Ojeda, Carlos
--Cariola Barroilhet, Marco
--Cordero Rusque, Fernando
--Chadwick Piñera, Andrés
--Díez Urzúa, Sergio
--Errázuriz Talavera, Francisco Javier
--Fernández Fernández, Sergio
--Foxley Rioseco, Alejandro
--Frei Ruiz-Tagle, Carmen
--Frei Ruiz-Tagle, Eduardo
--Hamilton Depassier, Juan
--Horvath Kiss, Antonio
--Larraín Fernández, Hernán
--Lavandero Illanes, Jorge
--Martínez Busch, Jorge
--Matta Aragay, Manuel Antonio
--Matthei Fornet, Evelyn
--Moreno Rojas, Rafael
--Muñoz Barra, Roberto
--Novoa Vásquez, Jovino
--Núñez Muñoz, Ricardo
--Ominami Pascual, Carlos
--Páez Verdugo, Sergio
--Parra Muñoz, Augusto
--Pizarro Soto, Jorge
--Prat Alemparte, Francisco
--Ríos Santander, Mario
--Romero Pizarro, Sergio
--Ruiz De Giorgio, José
--Ruiz-Esquide Jara, Mariano
--Sabag Castillo, Hosaín
--Stange Oelckers, Rodolfo
--Urenda Zegers, Beltrán
--Valdés Subercaseaux, Gabriel
--Vega Hidalgo, Ramón
--Viera-Gallo Quesney, José Antonio
--Zaldívar Larraín, Andrés
--Zurita Camps, Enrique
Concurrió, además, el señor Ministro de Justicia.
Actuó de Secretario el señor Carlos Hoffmann Contreras, y de Prosecretario, el señor Sergio Sepúlveda Gumucio.
II. APERTURA DE LA SESIÓN
--Se abrió la sesión a las 16:22, en presencia de 18 señores Senadores.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En el nombre de Dios, se abre la sesión.
III. TRAMITACIÓN DE ACTAS

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se dan por aprobadas las actas de las sesiones 25ª, ordinaria, en 22 de enero; 26ª, especial, y 27ª, ordinaria, en sus partes pública y secreta, ambas en 23 de enero, todas del año en curso, que no han sido observadas.
IV. CUENTA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se va a dar cuenta de los asuntos que han llegado a Secretaría.

El señor SEPÚLVEDA (Prosecretario).- Las siguientes son las comunicaciones recibidas:
Oficios
De la Cámara de Diputados, con el que comunica que ha dado su aprobación al proyecto de acuerdo que aprueba el "Convenio relativo a la Importación Temporal", adoptado en Estambul el 26 de junio de 1990, y sus anexos A, B1, B2 y B3 (Boletín Nº 2.794-10).
--Pasa a la Comisión de Relaciones Exteriores.
Del señor Ministro de Bienes Nacionales, por medio del cual contesta un oficio enviado en nombre del Senador señor Lagos, referido al destino definitivo que se dará al inmueble que ocupa la comunidad aimara que indica, en la Primera Región.
--Queda a disposición de los señores Senadores.
Comunicación
De la Comisión de Hacienda, con la que señala que, conforme a lo establecido en el artículo 36, inciso final, del Reglamento de la Corporación, acordó proponer al Senado el archivo del proyecto, iniciado en moción del Honorable señor Horvath y en primer trámite constitucional, que modifica el artículo 228 del decreto con fuerza de ley Nº 30, de 1983, Ordenanza General de Aduanas, estableciendo como requisito alternativo para ser designado agente de aduanas acreditar experiencia que indica (Boletín Nº 1.398-05).
Asimismo, la Comisión hace presente que dicha iniciativa está en condiciones de ser archivada, por cuanto ya se legisló sobre el particular mediante el artículo 1º de la ley Nº 19.479.
--Se accede al archivo propuesto.
Informes
De las Comisiones de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento y de Hacienda, recaídos en el proyecto de ley, en primer trámite constitucional, que establece el sistema de jueces de turno y de dedicación exclusiva en materia penal e introduce modificaciones a la tramitación de la segunda instancia, con urgencia calificada de "simple" (Boletín Nº 2.850-07).
--Queda para tabla.
Solicitud
Del señor Víctor Bechan Del Togno, con la que pide la rehabilitación de su ciudadanía (Boletín Nº S 600-04).
--Pasa a la Comisión de Derechos Humanos, Nacionalidad y Ciudadanía.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminada la Cuenta.

El señor HAMILTON.- Pido la palabra sobre la Cuenta.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.

El señor HAMILTON.- Señor Presidente, le solicito recabar el acuerdo del Senado para que el proyecto que establece el sistema de jueces de turno y de dedicación exclusiva en materia penal, aprobado unánimemente tanto por la Comisión de Constitución como por la de Hacienda, sea incluido en la tabla de esta sesión.

El señor LARRAÍN.- No tenemos objeción, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- No habría inconveniente, señor Senador. Se incorporaría en la tabla y se haría todo lo posible por despacharlo. Porque me señala la Secretaría que ayer se acordó tratar en primer lugar el proyecto signado con el número 3 en el Orden del Día de hoy, que, al parecer, no tendrá gran discusión.

DESPEDIDA DE SENADORES POR TÉRMINO DE MANDATO

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Corresponde, según lo acordado por los Comités, ofrecer la palabra a los señores Senadores que concluyen su período y, con motivo de ello, desean intervenir.
Tiene la palabra el Honorable señor Bitar.

El señor BITAR.- Señor Presidente, haré una breve intervención en ésta, la última sesión de mi mandato como Senador.
En primer lugar, quiero señalar a mis Honorables colegas que en esta Alta Corporación ha transcurrido una parte muy importante de mi vida política y que en ella aprendí a asumir la responsabilidad de tener la representación de los chilenos y de sentir el peso enorme de esa representación, que nos otorga la máxima libertad, la mayor autonomía que un hombre o una mujer puede tener para servir a su pueblo y que, a la vez, nos impone el máximo deber de honestidad, autenticidad y apego a valores superiores.
Nada resulta más difícil -fue mi experiencia- que actuar bajo una libertad tan amplia, pues ello obliga a trazar el camino uno mismo, interpretando a la gente y haciendo un aporte mayor a la patria.
El contacto permanente con los ciudadanos me ha dado la orientación para actuar. De ellos distinguí lo importante de lo secundario. De esa fuente pude discernir y adoptar las difíciles decisiones que, al igual que a todos, me correspondió tomar estando en juego valores, principios y bienes públicos que entraban en conflicto y cuya resolución requería un juicio político superior.
En este período he reconfirmado mi convicción de que la política constituye una de las actividades más nobles del ser humano, en cuanto es una entrega por los demás y supone capacidad para adentrarse en los problemas, conocimiento para sopesar las opciones y sus consecuencias y corazón para percibir el sentimiento profundo de aquellos a quienes queremos favorecer.
He entendido en este período de ocho años, como nunca, que la política es el espacio donde puede expresarse el poder de los más débiles.
Los poderosos no necesitan del poder político: cuentan con otras formas de poder.
Es en la democracia donde se abre el espacio al ciudadano común, donde todos los votos son iguales, tanto el del presidente de un gran banco como el de la modesta pobladora rural.
La política resulta esencial para luchar por la justicia y la libertad. La democracia es el mejor sistema. Debemos cuidarla y regarla como una flor, día a día, buscando siempre cómo dotar de más poder a cada ciudadano de Chile, crear más igualdad de oportunidades, dignificar y respetar a cada persona por igual y desarrollar un proceso de proximidad entre elegido y elector.
En este Hemiciclo, señor Presidente, he reconocido el valor de los servidores públicos chilenos, más allá de nuestras diferencias políticas, legítimas. He apreciado en cada uno de mis Honorables colegas, en quienes reconozco amigos que perdurarán por muchos años, integridad para actuar.
Tenemos una labor común: ennoblecer la política y desarrollar la amistad cívica, la tolerancia y el respeto a las opiniones de los demás, para hacer un Chile mejor.
Al cerrar esta etapa de mi vida en el Senado, me siento en paz y con fuerza. En paz, porque he dado lo mejor de mis energías, conocimientos y sentimientos para elaborar leyes adecuadas. Hasta este mismo día, en que se celebra la última sesión del actual periodo parlamentario, he bregado por la aprobación de proyectos que promoví en Comisiones, como hoy en la de Educación, con otros colegas, para lograr un mejoramiento en la enseñanza municipalizada y hacer concursar a los directores. En esta misma sesión se halla en tabla la iniciativa que protege los bienes arqueológicos, originada en una moción mía que aprobó la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia. Y espero que en un momento más, en cumplimiento de un compromiso del Gobierno, ingrese a tramitación el proyecto que plantea la creación de la comuna de Alto Hospicio, tan dolida y necesitada.
He realizado el mayor esfuerzo para servir a mi Región con iniciativas como la de las "Leyes Arica", para fortalecer la regionalización, y la del Museo del Salitre en Humberstone y Santa Laura, para reforzar la identidad cultural, como asimismo para impulsar una más fructífera política internacional con los países vecinos del norte y atender día a día a tantos ciudadanos con el fin de ayudarlos a superar sus pesares cotidianos.
He podido contribuir desde mi Partido, como Presidente en dos ocasiones durante mi mandato senatorial, a fin de tener mejores Gobiernos y una Concertación más unida y comprometida con el pueblo, su democracia, su justicia, su bienestar y su solidaridad.
Me voy también con más fuerza y más experiencia, que estimulan mi vocación para seguir sirviendo a mi país junto a ustedes y a tantos chilenos y chilenas.
Estar aquí es un privilegio. Y ese privilegio impone una alta responsabilidad. Son muchas las lecciones que podemos extraer de estos años para mejorar nuestra labor en el Senado.
Hay aspectos de legitimidad democrática que debemos reforzar (y espero que lo logremos con las reformas constitucionales); materias ligadas al sistema político, desbalanceado en perjuicio de una mejor participación del Congreso en la vida nacional ante un presidencialismo marcado; temas referidos a la eficiencia de nuestra acción, para reducir tiempos, y a la apertura hacia la sociedad, para alentar su participación. A esto último he querido contribuir con el diseño del sistema de legislación electrónica, reciente, hoy disponible en el sitio de Internet del Senado, con el objeto de emplear nuevas tecnologías a favor de la apertura democrática.
Sin duda, debemos reforzar nuestra capacidad técnica para cubrir materias tan variadas como las que debemos enfrentar en el Senado.
No es el momento de extenderse en estos puntos. Estimo necesario hacerlo más adelante, para servicio de todos.
En lo personal, confieso que me embargan sentimientos cruzados a la hora de mi última intervención. Me duele dejar el Senado. Empero, ha sido una decisión voluntaria la de no repostular. Tengo confianza en que otros lo harán igual o mejor que yo, y me siento tranquilo. Además, se abrirán nuevas formas de contribuir con nuestro país. Tal vez sea más difícil. Ya lo veremos.
Recuerdo a un sacerdote que, en un sermón, mencionó la siguiente frase, que no he olvidado: "Para dar nuevos frutos, hay que saber resistir el dolor de la poda".
Es lo que siento hoy día.
Agradezco a todos ustedes, colegas y amigos, y a los Presidentes y Vicepresidentes del Senado, quienes han actuado con rectitud y ecuanimidad.
En particular, doy mis palabras de reconocimiento a todos los funcionarios de esta Alta Corporación: a su Secretario, a su Edecán, a cada uno de los secretarios y secretarias, y a todo el personal, que realiza una labor profesional, seria, respetuosa, y nos ha hecho más fácil nuestra tarea (con muchos de ellos he gestado una relación de afecto).
Miro el futuro con optimismo, sintiéndome parte de un gran equipo, de una clase política valiosa. Que debemos ser mejores, ¡qué duda cabe! Pero aquí está una buena parte de la potencialidad para avanzar hacia un Chile mejor.
Gracias a todos los señores Senadores.
He dicho, señor Presidente.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Díez.

El señor DÍEZ.- Señor Presidente, sólo quiero dejar constancia de que he tenido el honor de pertenecer al Senado, institución que ha mantenido las tradiciones de la República y reafirmado una forma noble y constructiva de hacer política.
¡Que Dios nos siga ayudando!
Muchas gracias.
--(Aplausos en la Sala y en tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Ofrezco la palabra.
Si no hay más intervenciones, quiero agradecer sinceramente y felicitar -reitero lo que ya hice anoche- a cada uno de los nueve señores Senadores que terminan su función el próximo 10 de marzo. Creo interpretar a toda la Corporación al darles gracias por su participación en estos ocho años, que ha sido valiosa y en reiteradas oportunidades nos ha servido para aprender de ellos. Por tanto, los echaremos mucho de menos.
Así es la democracia: tiene sus plazos y, como muy bien dijo el Honorable señor Bitar, la poda permite producir mejores frutos. Espero que así nos suceda a todos.
En tal sentido, debemos sentirnos orgullosos por haber tenido estos compañeros de ruta, peregrinos en nuestro mismo camino.
Les reitero nuestros mejores deseos de felicidad y éxito en sus labores futuras.
En todo caso, estén seguros de que ésta será siempre su casa, donde dejaron escrita parte de la historia de nuestra Institución.
Muchas gracias.
Como ningún otro señor Senador hará uso de la palabra...

El señor RÍOS.- Perdón, señor Presidente.
El Senador señor Prat, quien viene ingresando, es uno de los colegas que nos dejan y ha manifestado su deseo de dirigirse a la Sala.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Prat.

El señor PRAT.- Señor Presidente, sólo quiero agregar algunos conceptos a una despedida que ya efectué hace un par de meses y que de cierta manera recoge mi sentimiento respecto del acto de dejar el Senado.
Si Sus Señorías me permiten un par de minutos, me referiré a lo que está sucediendo en mi Región de la Araucanía, que tiene relación con el Senado y, a mi juicio, con los próximos pasos de la política chilena.
Si miramos lo acontecido en los últimos doce años, parte importante de los cuales han sido de transición, observaremos que ha habido una lucha importante por establecer quiénes conducen la política: si las fuerzas moderadas, que tienen un sentido de nación, de país, o los violentistas, quienes desean descarrilar el tren.
Si nos remontamos a la crisis de 1973, nos daremos cuenta de que hubo sectores de la Unidad Popular que, en su concepción central, y seguramente en la concepción del Presidente de la República electo por los chilenos, no pretendían que se descarrilara el proceso que conducían. Sin embargo, el violentismo y quienes miran la política con un afán, no de país ni de construir, sino de conquistar posiciones a cualquier costo, fueron los que en definitiva impusieron su tónica y provocaron la crisis.
Creo que durante doce años hemos vivido un proceso donde han pugnado fuerzas permanentes en cuanto a si la verdad histórica la imponen los que pretenden destruir nuestras instituciones, que deben ser orgullo de la República, o quienes desean preservar lo fundamental de la institucionalidad. Al cabo de ese tiempo, podemos comprobar con satisfacción que en ese juego de fuerzas se ha impuesto, en definitiva, la visión de los moderados.
Estamos a pocos días de un cambio de mando en el Ejército de Chile, y puede hablarse con toda confianza acerca de la verdad histórica, de la actuación de las Fuerzas Armadas y de lo que fue el proceso de crisis y reconstrucción de nuestra institucionalidad. Este proceso de reconstrucción, que nuestros hijos conocerán en los textos de estudio, ha sido finalmente ganado por las fuerzas moderadas. Por consiguiente, el Ejército de Chile y las Fuerzas Armadas en general pueden hoy mirar con pleno orgullo que su historia pasada y su actuación presente merecen la admiración de gran parte de la ciudadanía.
Señor Presidente, en la etapa en que nos encontramos, el juego permanente de si triunfan los moderados o los "termocéfalos", como se les denominó en alguna época, se halla en plena vigencia y estará presente en los temas más relevantes del próximo tiempo, que seguramente serán los valóricos. Y habrá que ver si la agenda valórica del Gobierno será manejada por la prudencia y el buen tino del Presidente de la República o la conducirán quienes desean extremar las cosas respecto de instituciones fundamentales, como la propia familia, o de conceptos como el género, tan distinto del que conocemos tradicionalmente y que compartimos. ¿Es esto lo que se impondrá? ¿O lo que siempre hemos considerado como normalidad quedará acorralado por campañas relativas a sexo distinto o a la familia nueva o, mejor dicho, a conceptos morales ya no propios del liberalismo, sino más bien de una lucha por arrinconar a fuerzas valóricas, llamémoslas, conservadoras? Creo que el buen tino, el adecuado concepto de la libertad y el respeto a las distintas posiciones del Primer Mandatario correrán siempre el riesgo de que la política valórica del Gobierno sea manejada por extremistas valóricos.
Señor Presidente, deseo invitar tanto a los actuales como a los nuevos Senadores a asumir la responsabilidad que les cabe en lo que está sucediendo en la Novena Región. En días pasados, sostuvieron una reunión las máximas cabezas gerenciales de las empresas forestales de nuestro país, que invierten y que dan trabajo. Se hizo un catastro determinándose que 9 mil hectáreas están al margen de la legalidad, no pudiendo entrar a ellas ni los propietarios, ni quienes las trabajan, ni la fuerza pública.
Ésa es la realidad de hoy.
Si se conversa con las autoridades -intendentes, fuerza pública, Ministerio del Interior-, sin duda, ninguna de ellas compartirá esa apreciación. Pero ocurre. Es un hecho.
Por lo tanto, nos enfrentamos nuevamente al problema de si la política la manejan las fuerzas moderadas del país o el extremismo. Sin embargo -y hay que ser franco-, hasta ahora está siendo conducida por el extremismo.
Señor Presidente, me parece que el rol del Senado y los grandes acuerdos políticos que deben surgir a partir de esta nueva etapa que se inicia deben estar orientados al consenso en elementos comunes que pretendemos conservar y que valoramos, los cuales, en definitiva, constituyen la esencia de la patria por la que nos hemos jugado y tratamos de hacer progresar. En el caso de la Novena Región, uno de esos acuerdos consiste en terminar con la situación existente. Y si es necesario que actúe la fuerza pública para imponer el derecho, hay que hacerlo sin demora. Si debemos entrar en conflicto con organismos internacionales o con fuerzas políticas internacionales que tienen intereses distintos de los de Chile, hay que hacerlo. Y hay que generar un acuerdo político para ello.
Considero que la Cámara Alta es la instancia válida para ejercer fuerza en el sentido correcto. Por eso, cuando se habla de reformas al Senado, es muy importante tratar de preservarlo para que en él predominen las fuerzas moderadas. Cuando se intente modificar el sistema electoral, es necesario procurar que proteja y favorezca a las fuerzas moderadas. Y si se piensa en la constitución o conformación de un nuevo Senado, hay que tratar también de que sea nacional y con capacidad de mirar por sobre la contingencia, que muchas veces es dominada por la violencia y el extremismo.
Es cuanto deseaba manifestar muy sentidamente, señor Presidente. En el fondo, este tema, que es permanente en nuestra historia y que ha comprometido muchas veces al Senado de la República, hoy día tiene gran vigencia en la Región de La Araucanía, que he representado con mucho sentimiento y amor durante doce años en esta Corporación.
Gracias, señor Presidente.
--(Aplausos en la Sala y tribunas).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Errázuriz.

El señor ERRÁZURIZ.- Señor Presidente, la verdad es que no había pensado intervenir, porque lo normal es que, cuando uno se va, los demás lo despidan. Pero después de la calurosa y cariñosa recepción de anoche, que agradezco en forma muy especial, he creído mi deber hacer uso de la palabra para manifestar mis puntos de vista.
Me voy del Senado con la satisfacción del deber cumplido. Pero lo hago, Honorables colegas, con sentimientos profundamente encontrados, con la constatación de que esta Alta Corporación debe luchar por restablecer sus fueros -tarea que impulsé en el primer mes de asumir mi cargo-, a través de diversas reformas constitucionales, que no fueron recogidas en ese entonces (hace ocho años). Sin embargo, gran parte de ellas ahora son materia de consenso entre los dos grandes bloques.
Esos bloques todavía priman políticamente en el Congreso, lo cual, a mi juicio, es un anacronismo nacido en los inicios del siglo XIX, no superado, y cuya máxima manifestación es el espurio sistema electoral binominal, que es la antítesis de la expresión plural. Por ello, no recoge el sentimiento nacional, especialmente el de las fuerzas jóvenes emergentes que Chile necesita.
Me alejo de las funciones para las que el pueblo generoso me eligió, con primera mayoría, como su representante. Sin embargo, nunca tuve la oportunidad siquiera de discutir lo relativo al sistema electoral binominal, el que, en mi opinión, cierra espacios al clamor de los chilenos alejados de la política. Lo hago constatando que, pese a ser esta materia una de las prioridades en los programas de la Concertación, ninguno de sus tres Gobiernos envió al Congreso proyecto alguno para democratizar nuestro sistema electoral. Las cúpulas partidistas de uno u otro extremo -según el poder que a su turno pueden representar dentro de cada sector- han preferido mantener un esquema que consolida privilegios políticos.
Deseo advertir que la polarización que exacerba dicho sistema puede terminar por corromper la real representación popular, acrecentando un muchas veces inmerecido desprestigio de las clases políticas, normalmente tan alejadas de los problemas reales de la gente.
No puedo dejar este Senado sin instar a mis Honorables colegas y a quienes nos sucedan a continuar tareas que quedaron inconclusas. Ello no ocurrió porque seamos ineficientes, como algunos han dicho. ¡Muy por el contrario! Sucedió únicamente porque la eficiencia desplegada como legisladores pocas veces es eficaz. Nuestro quehacer no siempre logra los resultados para los cuales nos esforzamos con tanto ahínco. Pero ello no es culpa de los Parlamentarios, sino de las menguadas atribuciones del Congreso Nacional, tema que ahora otros deberán colocar entre sus prioridades y esfuerzos para recuperar el equilibrio que requieren los Poderes Públicos.
Por ejemplo, no es aceptable que el Ejecutivo legisle a través de la fijación de urgencias, o que en el Parlamento no podamos centrar esfuerzos en tareas de modernidad económica tan relevantes como las de difundir la modalidad de libre iniciativa imperante. Veo con preocupación una concentración de poder que atenta contra dicha libertad de emprender, que constituye el fundamento de una economía social de mercado.
Con la disculpa de la globalización por parte de unos y el afán centralista de otros (añoranza de sus teorías centralizadas del ayer y fracasadas por doquier), se permite la reducción de los espacios de desarrollo y crecimiento de los individuos, y -lo que es aún más grave- se crean barreras de entrada a la libertad para competir que atentan contra principios básicos de un régimen liberal.
La ley que busca proteger la propiedad industrial, por ejemplo, es cada vez más usada por monopolios o actividades de poder dominante para sostener que hasta los colores de las etiquetas son parte de su invención protegida, incluso en formas corporales, como si los colores no fuesen el producto de la descomposición del haz de luz que a todos nos pertenece.
Se tolera que Chile vea inhibido y cada vez más impedido un eventual proceso de agregación de valor a nuestras sustancias primas, única forma de evitar ciclos de precios connaturales a aquellas materias primas -ayer en Chile haciéndolo muy rico, porque el salitre valía mucho; y luego, en su declinación, muy pobre-, ciclos que al crear incertidumbre ahuyentan los capitales, creando iguales ciclos económicos, políticos y sociales. Ayer el salitre, hoy el cobre. En la actualidad vemos repetirse el fenómeno con el cobre, cuando antes y ayer éramos igualmente ricos en salitre y cobre, habiendo sólo variado el precio de aquél, lo que, como dije, es connatural a las riquezas básicas.
No existe otra forma de romper el ciclo recurrente de pobreza que no sea por medio de la agregación de valor. Me pregunto: ¿de qué sirve capacitar a los chilenos si luego deben terminar otra vez como obreros de actividades extractivas o exportadoras de materias primas? ¿De qué sirven los planes de educación si no se acompañan de nuevas oportunidades y de mejores y más rentables trabajos?
Esas mayores oportunidades no existen, estimados colegas, si el único camino real para agregar valor -dando un nuevo salto en nuestro desarrollo- no es sino a través de una energía segura y barata. Dios nos proporcionó el privilegio de contar con una enorme cordillera, que acumula aguas lluvias invernales y aguas de deshielo en verano. Chile debería tener la energía más barata (además de limpia) del mundo. Pero no ocurre así. La concentración del dominio del agua -el 87 por ciento de ella se concentra en una sola mano- crea una infranqueable barrera para competir en la actividad hidroeléctrica.
Oportunamente advertí sobre el particular. Como Presidente de la Comisión de Obras Públicas del Senado redoblé esfuerzos y reiteré oficios a la Cámara de Diputados para el pronto despacho del proyecto de modernización de la Ley de Aguas por parte de una Comisión especial, donde durmió durante cinco años. Apenas llegó al Senado tan importante iniciativa, nos pusimos de acuerdo con el Presidente de esta Alta Cámara para formar una Comisión Especial de Aguas, con representación de todos los partidos políticos, para tratar la materia.
Sus Señorías conocen la historia posterior y obviamente no la repetiré. Pero he permanecido tres años alejado de mis funciones parlamentarias, pese a que a los pocos meses la justicia concluyó que los delitos que se me habían imputado carecían de fundamento. La habilidad procesal de abogados inescrupulosos (los mismos a quienes se refirió hace cinco días el señor Presidente de la Corte Suprema), acumulando causas inconexas -que el juez aceptó y la Corte Suprema ordenó su inmediata separación tres años más tarde-, demoró a propósito este atropello a la soberanía popular.
Pero transcurrió todo ese período y aún no se despacha la nueva ley.
La experiencia vivida debe llamar a honda reflexión a los Honorables colegas, incluidos aquellos que se encuentran conversando en las bancas de enfrente, como los Honorables señores Bitar y Núñez. Los Parlamentarios son las únicas autoridades del país a quienes, pese a desempeñar un cargo de representación popular, se castiga anticipadamente con la suspensión de sus funciones, aunque luego se pruebe -como ocurrió en mi caso- que se trataba de burdas trampas llenas de mentiras. Es a esos cientos de miles de chilenos que me eligieron a quienes ENDESA debe una disculpa. Yo sólo puedo decirles que gustoso hubiese deseado hacer mucho más por ellos.
De otro lado, veo con preocupación cómo, en lugar de corregir la causa de nuestro déficit energético, ahora se busca hacer crecer esa matriz incorporando otras fuentes más caras, además de riesgosas (lo cual se ha demostrado), como son la de gas, la eólica, la calórica a carbón u otras.
Estimados colegas, en esta ocasión sólo puedo expresar enfáticamente que gustoso hubiese sido uno de los redactores de la nueva Ley de Aguas que permitiera la libre competencia en esta actividad. Porque -repito- con gran pena veo cómo, en lugar de corregir la causa de nuestro déficit energético, se pretende incrementar esa matriz empleando otras fuentes que en definitiva no harán sino aumentar el costo de la energía.
Durante los tres años que estuve fuera del Senado la energía subió 30 por ciento.
Situaciones similares pueden ocurrir en otros campos de monopolios naturales, como los de servicios sanitarios, los de telefonía y otros privatizados. Se debe tratar de incorporar la eficiencia privada a la gestión de tales empresas y no transformar las tarifas en una nueva forma de cobrar impuestos a los chilenos, esta vez en beneficio de unos pocos.
Pero en este recuento no puedo dejar de referirme con especial satisfacción a la Ley de Concesiones, no sólo de obras públicas, sino que de todo tipo de actividades, que en la Comisión de Obras Públicas -que me correspondió presidir- despachamos luego de corregir la iniciativa casi en su totalidad. Así Chile ha podido atraer miles de millones de dólares para modernizar su estructura vial.
Reitero que lo anterior se logró modificando prácticamente todo el proyecto original y con la aprobación unánime de los miembros de la Comisión. Otro tanto ocurrió con la iniciativa que introdujo enmiendas al decreto ley Nº 701, de 1974, que beneficia a los pequeños agricultores. Después de sufrir innumerables e infundadas críticas, tales proyectos de ley fueron aprobados en comisiones mixtas en forma unánime, y también logramos su aprobación plena en esta Corporación. Sin embargo, éste aún no se aplica, en circunstancias de que su implementación ¿como lo he venido diciendo y repitiendo en forma enérgica- podría haber solucionado ya el problema indígena de pequeños propietarios que ha surgido en el sur del país, al permitir a éstos cobrar mensualmente, y con cargo al valor futuro de sus bosques, un sueldo adicional. Ésta es una realidad que al parecer pocos conocen, en circunstancias de que es ley de la República.
Dejamos pendiente, sin embargo, por no haberle asignado prioridad el Ejecutivo, la ley del bosque nativo. Ello, pese al claro consenso logrado acerca de la forma de encarar el problema y transformar esta extraordinaria riqueza en una herramienta de fuerte impulso para el crecimiento patrimonial del país. Es otra tarea a la cual debemos dedicarnos.
El balance es, por lo tanto, positivo, pese al menor plazo de sólo cinco años en que pude actuar en plenitud como Senador. Me voy contento, con la conciencia del deber cumplido. Ayer lo hice como estudiante; luego, en la Escuela Militar, con primera antigüedad al lograr la máxima distinción y ser ascendido a brigadier mayor. Más adelante, en la vida empresarial, creando riqueza y bienestar para Chile, oportunidad en la cual encuentran fuentes de desarrollo y empleo directo más de 10 mil trabajadores, los que, con sus familias, totalizan más de 50 mil chilenos. Ahora, en este servicio civil, como representante del pueblo que me eligió.
Hoy regreso a mis actividades particulares en momentos de dificultad para nuestra patria. Más de una década dedicada al servicio público, preocupado de los problemas de los demás y del país, y no de los míos, no ha transcurrido sin un enorme costo que debo revertir.
Quiero agradecer a mis Honorables colegas su valioso e inestimable apoyo, especialmente en momentos de pena y aflicción. Agradezco en forma aún más sentida a los funcionarios del Senado, a los secretarios de las Comisiones y demás, pues sin su invaluable ayuda no hubiese podido lograr los éxitos legislativos que todos juntos hemos alcanzado.
Me voy contento, pues vuelvo a lo que soy: una persona que goza creando riqueza y emprendiendo. Presento mis disculpas a mis Honorables colegas por los muchos errores que pueda haber cometido, a quienes también, más de una vez, debí citar a trabajar en Comisiones en horas de comida y hasta pasada la medianoche. Me retaron, porque me dijeron ¿también más de una vez- que mis apuros dejarían sin proyectos a las Comisiones para las cuales me eligieron como presidente. Y así sucedió.
Sin embargo, con satisfacción debo señalar que nunca, durante el tratamiento de proyecto alguno en esas Comisiones, se escuchó mi campanilla antes de que existiera unanimidad y pleno acuerdo en materias muchas veces de muy alta complejidad.
Cuando conocí el Senado, de la mano de mi padre, también Senador, me mostró el primer Congreso Nacional, que también integró don Francisco Javier Errázuriz, recordando que nunca en este Poder del Estado había dejado de estar representado un miembro de nuestra familia. Por eso ahora, con satisfacción, aunque con pena al irme, veo que sin quererlo y aun sin pensarlo, he sido un eslabón más en esa cadena.
Muchas gracias, estimados señores Senadores.
--(Aplausos en la Sala).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Habiéndose cumplido el objetivo de esta primera parte de la sesión, se constituirá la Sala en sesión secreta para escuchar la exposición que hará el Honorable señor Valdés sobre su visita a Cuba. Así lo ha solicitado Su Señoría a la Presidencia, y así lo acordaron los Comités.
Por lo tanto, rogaría hacer despejar las tribunas.

El señor BITAR.- ¿Me permite, señor Presidente?
No recuerdo que ayer, en la reunión de Comités, se haya convenido en declarar sesión secreta. Personalmente consideré que, salvo que el Senador señor Valdés, en alguna parte de su exposición considerara necesario sesionar así...

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- El Honorable señor Valdés pidió que se declarara secreta la sesión durante toda su intervención.

El señor BITAR.- Me parece que debería sesionarse públicamente, puesto que se tratará un asunto de interés nacional.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Mientras el Senador señor Valdés esté entregando su exposición, debo declarar secreta la sesión, porque así lo solicitó Su Señoría y del mismo modo fue acordado por los Comités. Después de que tal exposición se haya completado, solicitaré la opinión de la Sala respecto de constituirla en sesión pública.
Tiene la palabra el Senador señor Larraín.

El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, personalmente apoyo el predicamento del Senador señor Bitar. Pienso que esta cuestión ha sido muy pública y que, desgraciadamente, no todos sus antecedentes se han dado a conocer. Los que aporte el Honorable señor Valdés podrían resultar muy importantes, por lo que solicito la mayor transparencia para tratar la materia. Lo pido al Gobierno. Pero si un señor Senador va a hacer referencia a ella, desearía que la tratáramos en sesión pública. Por eso pido al Senador señor Valdés que así procedamos.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La Presidencia tiene que limitarse a actuar conforme a lo acordado por los Comités. Si el Senador señor Valdés retira su petición de que su informe se conozca en sesión secreta, accederé sin inconveniente. De no ocurrir eso, la Sala sólo se constituirá en sesión pública una vez que se haya tratado el punto, salvo que el Senador señor Núñez solicite lo mismo.
No lo pide.
¿El Honorable señor Valdés mantiene su solicitud de exponer en sesión secreta?

El señor VALDÉS.- Señor Presidente, comprendo el interés de los señores Senadores en mantener pública esta sesión; pero la petición se hizo en reunión de la Comisión de Relaciones Exteriores, y el Presidente de ésta juzgó conveniente que la materia, en lo que se refiere a mi participación y la del Senador señor Núñez, fuese conocida por el Senado.
A mi juicio, toda acción internacional de un Senador debe ser expuesta ante esta Corporación. Todo Senador que cumple una misión en el exterior, cualquiera que sea su naturaleza, debe dar cuenta a la Sala, no sólo a la prensa. Es algo que me parece de rigor, y de ese modo sé lo que hacen otros Honorables colegas.
Ahora bien, evidentemente no voy a revelar ningún secreto de Estado. Pero está claro que si la sesión se declara pública ¿y así lo quieren Sus Señorías-, voy a decir menos cosas que las que expondría en secreto. Nada me obliga. No me encuentro ante un juez, sino ante mis Honorables colegas, a quienes les debo informar por qué fuimos; qué hicimos y cuál es nuestra apreciación al respecto. Nada más.
Por consiguiente, a mí me da un poco lo mismo que sesionemos pública o secretamente. Prefiero, para mayor libertad en el lenguaje, la sesión secreta. Pero si los señores Senadores quieren conocer todo, comprenderá Su Señoría que no puede pedírseme que algunas impresiones mías ¿que son, reitero, impresiones- las exprese en mi exposición. En segundo lugar, diré en público que estoy pronto, y creo que también lo está el Senador señor Núñez, a dar nuestro testimonio si el Ministro a cargo del proceso nos lo pide.
Personalmente, no tengo obligación alguna, con nadie, de guardar secreto de lo que hicimos o de lo que vimos u oímos.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Romero.

El señor ROMERO.- Señor Presidente, como Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, en donde se gestó esta situación, quiero sólo avalar (aunque no necesita de mi aval el Senador señor Valdés), confirmar que el espíritu de la petición fue obtener una información completa. Para ello, si era necesario declarar sesión secreta, no habría problema alguno.

El señor BITAR.- Si así lo estima el Senador señor Valdés, también estoy de acuerdo en que la sesión se declare secreta.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Martínez.

El señor MARTÍNEZ.- Señor Presidente, estoy de acuerdo con lo que ha explicado el señor Presidente de la Comisión ¿soy parte de ella-, pero antes de tratar este asunto hay una cuestión de procedimiento.
Entiendo que es posible hacer consultas a los Honorables señores Valdés y Núñez (a este último, en la medida en que sea aceptable).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Por supuesto. Eso está dentro de lo que procede en una sesión del Senado.
Se constituye la Sala en sesión secreta.
SESIÓN SECRETA
--Se constituyó la Sala en sesión secreta a las 17:9 a fin de oír las exposiciones de los Honorables señores Valdés y Núñez respecto de su viaje a Cuba.
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--Se reanudó la sesión pública a las 18:50.
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El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Continúa la sesión pública.

El señor MORENO.- ¿Me permite, señor Presidente?

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor Moreno.

El señor MORENO.- Señor Presidente, deseo dar cuenta de lo que, en el día de hoy, la Comisión de Agricultura quiere proponer a la Mesa.
En una de las sesiones anteriores, a proposición del Senador que habla, cuando se discutía el proyecto sobre bolsas agropecuarias...

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Perdón, señor Senador, esa materia no corresponde al Orden del Día.

El señor MORENO.- Señor Presidente, se trata de una decisión que corresponde tomar a la Sala para cambiar un criterio que aquí se adoptó, consistente en formar Comisiones unidas...

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Eso debe solicitarse en una próxima Cuenta, Su Señoría.

El señor MORENO.- Señor Presidente, por lo menos, podría quedar consignado.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Si hay unanimidad para adoptar un acuerdo, pidámoslo derechamente. Debe tenerse presente que aquí hay tres proyectos que están esperando...

El señor MORENO.- Quisiera terminar de exponer el asunto, señor Presidente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Solicítelo concretamente.

El señor MORENO.- El asunto, señor Presidente, es el siguiente.
Por razones de agenda no fue posible realizar la reunión de la Comisión Mixta formada por Hacienda y Agricultura. Esta última tiene su informe listo y firmado por nosotros en este momento. Y en la reunión de la mañana, por unanimidad, los miembros de la Comisión de Agricultura acordamos sugerir a la Sala que se discuta ahora nuestro primer informe, y que la Comisión Mixta opere cuando disponga del segundo informe, como posibilidad.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Foxley.

El señor FOXLEY.- Señor Presidente, he sido informado de esta situación, que me parece bastante anómala porque se acordó formar Comisiones unidas ¿no una mixta- de Agricultura y de Hacienda, y esta última nunca se enteró de aquel acuerdo, nunca fue citada y no conocemos el proyecto.
Sesionó la Comisión de Agricultura. Nadie informó a la de Hacienda que la resolución de este tema estaría sujeta a lo que decidiera la Comisión.
Por lo tanto, personalmente, por lo menos, me opongo...

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Basta una oposición para que no sea posible adoptar acuerdo.

El señor FOXLEY.- Mientras no pase a la Comisión de Hacienda no puede someterse a votación en la Sala.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Una resolución de ese tipo requiere aprobación por unanimidad.

El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, tal vez aquí hay un error de información. Ocurre que por parte del Gobierno se calificó este proyecto de "suma urgencia". Siendo así, el trabajo hecho por la Comisión de Agricultura se perderá. Por consiguiente, más que disponer que funcionen las Comisiones unidas -que fue lo acordado por el Senado-, lo que pedimos es volver al origen: que la Comisión de Agricultura dé por evacuado ese informe y que ahora se envíe el proyecto a la de Hacienda; que ésta se pronuncie dentro del plazo que fijó el Ejecutivo, y que el informe vuelva acá.
Las indicaciones particulares que puedan presentarse sí se tratarían en Comisiones unidas.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En el segundo informe, no en Comisiones unidas.

El señor LARRAÍN.- Exactamente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En el examen del segundo informe resolveremos cómo se trata.

El señor LARRAÍN.- Eso es lo que la Comisión de Agricultura acordó. Exactamente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Para hacerlo más simple, la petición es que el proyecto se vea en Comisiones separadas, dejándose sin efecto el acuerdo de Comisiones unidas.
¿Habría acuerdo para proceder así?
--Se acuerda.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Ahora bien, la Comisión de Agricultura determinará cómo presenta su informe y cómo programa sus reuniones.

El señor MORENO.- El informe está terminado, y va a llegar a la Sala en su momento.
V. ORDEN DEL DÍA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La Mesa debe plantear a los señores Senadores que le solicitaron tratar en el primer lugar del Orden del Día el proyecto signado con el número 3 en la tabla, que ello no es posible porque en este momento no contamos con el quórum de 27 señores Senadores necesario para tratar un proyecto de ley orgánica constitucional.
Por eso, propongo comenzar tratando la primera iniciativa de la tabla, dejando la discusión de la otra para una sesión próxima, en el primer lugar. ¿Habría acuerdo?
Acordado.



MODIFICACIÓN DE LEY SOBRE MONUMENTOS NACIONALES

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Corresponde poner en discusión el proyecto, en primer trámite constitucional, relativo a la modificación de la ley N 17.288, sobre monumentos nacionales, con el objeto de crear una nueva figura penal y sustituir la unidad en que se expresan sus multas.
--Los antecedentes sobre el proyecto (2726-07) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción del señor Bitar).
En primer trámite, sesión 4ª, en 12 de junio de 2001.
Informes de Comisión:
Constitución, sesión 15ª, en 13 de noviembre de 2001.
Constitución (nuevo), sesión 28ª, en 5 de marzo de 2002.
Discusión:
Sesión 15ª, en 13 de noviembre de 2001 (vuelve a Comisión para nuevo informe).

El señor HOFFMANN (Secretario).- Este proyecto tuvo su origen en moción del Honorable señor Bitar. Cuenta con nuevo informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, de conformidad al acuerdo adoptado por la Sala en sesión de 13 de noviembre de 2001, durante la discusión del informe emitido con fecha 12 de noviembre del mismo año.
La iniciativa tiene como objetivos principales aumentar las multas existentes, para lo cual se cambia su formulación de "sueldos vitales" a "unidades tributarias mensuales"; y mejorar los tipos penales referidos a esta materia para castigar eficazmente el daño a un monumento nacional, la extracción de partes o piezas de éste, así como el hurto, robo o receptación que lo afecte.
En el nuevo informe se deja constancia de que se presentaron dos indicaciones por el Honorable señor Urenda, las cuales fueron rechazadas por tres votos en contra, de los Senadores señores Aburto, Silva y Viera-Gallo. Votó a favor el Senador señor Fernández.
En consecuencia, la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento reitera el contenido del informe emitido el 12 de noviembre de 2001, que proponía aprobar el texto reproducido en el informe.
Cabe señalar que esta iniciativa es de artículo único, por lo que la Comisión informante, de conformidad al artículo 127 del Reglamento del Senado, la discutió en general y particular a la vez.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En la discusión general y particular, ofrezco la palabra.
Tiene la palabra el Honorable señor Errázuriz.

El señor ERRÁZURIZ.- Señor Presidente, seré muy breve, porque sólo deseo pedir que la iniciativa se apruebe sin discusión por ser obvia la conveniencia de acoger la moción del Senador señor Bitar.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- ¿Habría acuerdo en la Sala para proceder en la forma propuesta por el Senador señor Errázuriz?

El señor SABAG.- Hay acuerdo, señor Presidente. Además, es una iniciativa muy pertinente.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Si es así, felicitamos al Senador señor Bitar por la acogida que ha encontrado su proyecto de ley.
-Se aprueba en general y particular el proyecto, y queda despachado en este trámite.


MODIFICACIÓN DE LEY SOBRE SISTEMA DE CLASIFICACIÓN DE GANADO

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de ley, en tercer trámite constitucional, que modifica la ley Nº 19.162, que estableció el Sistema Obligatorio de Clasificación del Ganado.
--Los antecedentes sobre el proyecto (2826-01) figuran en los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley:
En primer trámite, sesión 13ª, en 7 de noviembre de 2001.
En tercer trámite, sesión 28ª, en 5 de marzo de 2002.
Informe de Comisión:
Agricultura, sesión 15ª, en 13 de noviembre de 2001.
Discusión:
Sesión 15ª, en 13 de noviembre de 2001 (se aprueba en general y particular).

El señor HOFFMANN (Secretario).- La Honorable Cámara de Diputados, en el segundo trámite constitucional, efectuó modificaciones al proyecto despachado por el Senado, las que constan en el texto comparado elaborado por Secretaría.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Hago presente a la Sala que las enmiendas fueron aprobadas por la unanimidad de la Comisión. La iniciativa sólo tiene por objeto cambiar la fecha de aplicación de la ley, por lo que no creo que dé lugar a mayor discusión.
Si hubiera acuerdo de la Sala, se aprobarían.
--Se aprueban.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminado el Orden del Día.
VI. INCIDENTES
PETICIONES DE OFICIOS

El señor HOFFMANN (Secretario).- Han llegado a la Mesa diversas peticiones de oficios.

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Se les dará curso en la forma reglamentaria.
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--Los oficios cuyo envío se anuncia son los siguientes:
Del señor LARRAÍN:
Al señor Ministro Secretario General de la Presidencia, respecto de ASIGNACIÓN DE RECURSOS A SÉPTIMA REGION POR CONCESIÓN DE EMPRESA SANITARIA, y al señor Ministro de Obras Públicas, acerca de PLAN DE INVERSIONES DURANTE 2002 EN OBRAS PÚBLICAS EN PROVINCIAS DE LINARES Y CAUQUENES.
Del señor MORENO:
Al señor Director Nacional del Instituto Nacional de Deportes, sobre REDUCCIÓN DE PERSONAL EN CONSEJOS PROVINCIALES DE DEPORTES.
Del señor STANGE:
Al señor Ministro de Salud, en cuanto a REQUISITOS PARA INSTALACIÓN DE ESTABLECIMIENTOS DE ATENCIÓN PRIMARIA; y al señor Intendente de la Región de Los Lagos, relativo a MEJORAMIENTOS DE RUTA 215, OSORNO-PUYEHUE, Y CONSTRUCCIÓN DE LICEO EN LOCALIDAD DE CARELMAPU (Todos de la Décima Región).
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El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En Incidentes, ningún Comité hará uso de la palabra.
De tal forma, junto con dar por cerrado el actual Período Legislativo, quiero agradecer a todos los señores Senadores por haber participado en él.
Habiendo cumplido su objetivo, se levanta la sesión.
--Se levantó a las 19:1.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción